GaraAzkenak - Paperezkoa - English Edition  |  Le Journal
EUS | ES | FR | ENG
 » PAPEREZKOA
  -Aurkibidea
  - EuskalHerria
- Jendartea
- Ekonomia
- Iritzia
- Mundua
- Kultura
- Kirolak
 » AZKENORDUA
 » ENGLISH EDITION
 » DOSIERRAK
 » DOKUMENTUAK
 » IRUDITAN
 » HEMEROTEKA
 » Produktuak
Gara > Idatzia > Iritzia 2006-07-30
Pernando Barrena y Marije Fullaondo - Mahaikideak
Repaso a cuatro meses de proceso

Desde que la organización ETA decretara hace cuatro meses un alto el fuego permanente son innumerables los hechos acaecidos. Es indudable que Euskal Herria se encuentra en un nuevo tiempo político y que, además de crear esperanza, necesita de una firme voluntad de todos los agentes implicados para que Euskal Herria recupere la libertad y una paz justa y duradera. Un breve repaso de los últimos meses resulta suficiente para comprobar los aspectos positivos y los compromisos adquiridos por determinados agentes, así como la irresponsabilidad del Gobierno español y del Gobierno francés, que no están a la altura del momento.

Condiciones para un proceso democrático

La izquierda abertzale en general, y Batasuna en particular, realizó una seria reflexión en la primavera de 2004 que fue presentada posteriormente en Anoeta bajo el nombre de «Orain Herria Orain Bakea, Alternativa para una Solución Democrática». Una propuesta basada en una premisa y dos grandes pilares metodológicos. La premisa era y es que, tras el convencimiento general de la necesidad de un cambio de los marcos políticos del conjunto de Euskal Herria, y tras comprobar la posibilidad de dicho cambio, esta vez, y a diferencia de las anteriores, tenía que ser aprovechado para solucionar el conflicto que nos enfrenta a los dos Estados. Los pilares metodológicos eran la posibilidad de abrir dos grandes marcos de diálogo y negociación por una parte y la necesidad de que fuera el pueblo vasco y sus hombres y mujeres los que, tras ser consultados, tendrían la última palabra.

Es indudable que dos años después, y máxime tras la declaración del alto el fuego de ETA, esta propuesta y su metodología se están abriendo camino. Primero fueron los 55 agentes políticos y sociales del Acuerdo Democrático de Base los que reclamaron una solución democrática al conflicto. El pasado 1 de abril miles de ciudadanos vascos salían a las calles de Bilbao para arropar y apoyar el proceso abierto. Y en los últimos meses son numerosas las reuniones de agentes políticos y sociales y las declaraciones de los mismos que reclaman la puesta en marcha, cuanto antes, de una mesa o foro para la resolución política del conflicto.

Hay que resaltar, además, que si alguien pretendió en algún momento ceñirse a un proceso excluyente, sólo para la Comunidad Autónoma Vasca, ha fracasado estrepitosamente: las declaraciones y actitudes que defienden la participación de toda Euskal Herria en el proceso se están multiplicando día a día.

La izquierda abertzale constataba que había bases objetivas para la puesta en marcha de un proceso democrático en Euskal Herria y afortunadamente el tiempo nos está dando la razón: hay condiciones para poner en marcha un debate abierto al conjunto del país sobre el futuro político de nuestro pueblo que sea capaz de ofertar una solución política definitiva del conflicto.

Un debate que, por encima de declaraciones altisonantes o posiciones negociadoras, todo el mundo sabe que tiene que abarcar a todos los territorios y estar abierto a la participación de todas las opciones políticas. Un foro de debate, de negociación y acuerdo que sea capaz de desatar los dos grandes nudos del conflicto, como son el derecho de autodeterminación y la territorialidad y que, en definitiva, nos lleve al reconocimiento y puesta en marcha de unos mínimos democráticos donde todos los proyectos políticos puedan ser no sólo defendidos, sino además democráticamante materializables.

El compromiso de la comunidad internacional

Deseamos subrayar el importante apoyo brindado por personalidades de la comunidad internacional en general y de Europa en particular que han demostrado públicamente su apoyo a un proceso de paz en Euskal Herria. Han sido muchas las personalidades políticas e institucionales que se han posicionado a favor de un proceso negociador, reconociendo el carácter político del conflicto y por ende la solución política del mismo.

La actitud de los estados y de sus representantes políticos en Euskal Herria

El Gobierno francés desgraciadamente ha optado, una vez más, por llevar a cabo la política de la avestruz, negando que el conflicto le afecte, intentando esconderse de los cada vez mayores emplazamientos a su participación directa y, por si esto fuera poco, perseverando en una política represiva que ha acarreado detenciones, entregas, mantenimiento de la dispersión y una actitud obstruccionista al proceso abierto en Euskal Herria.

Mientras, los representantes del gobierno de la UMP en Ipar Euskal Herria huyen del debate político, conscientes de la debilidad política que acarrea el no compromiso por la paz y las soluciones.

En cuanto al PSOE, partido gobernante del Estado español, su actitud está poniendo las cosas difíciles en el proceso abierto en Euskal Herria.

Nadie duda de las presiones a las que está sometido el partido en el Gobierno, como nadie duda de que el Partido Popular está y va a estar dispuesto a hacer todo lo que esté al alcance de su mano para reventar el mencionado proceso. Pero indudablemente el PSOE era o debiera ser consciente de los compromisos que tendría que adoptar ante esta nueva situación.

El Gobierno del PSOE, con Zapatero a la cabeza, ha dicho públicamente y de forma solemne que está dispuesto a entablar un proceso negociador con ETA y, lo que es más importante, ha dicho que está dispuesto a respetar lo que el pueblo vasco decida, declaración que un presidente del gobierno español jamás había realizado. Una actitud que fue y es considerada por Batasuna como muy positiva y que abre grandes posibilidades de cara a un futuro para Euskal Herria en paz y libertad.

Sin embargo, esta actitud declarativa contrasta, casi de forma antagónica, con la actitud y hechos que se han producido por parte del Estado español en estos últimos cuatro meses y cuyo responsable máximo es el partido en el Gobierno: citaciones y encarcelamiento de líderes políticos, un condicionamiento permanente de la actividad política de las organizaciones de la izquierda abertzale, múltiples detenciones, mantenimiento de la política de dispersión, de los macrojuicios como el 18/98 e incluso el incremento, y además de forma ostentosa, de la presencia policial en las calles y carre- teras de nuestros pueblos. Un intento de demostración de fuerza irresponsable, más acorde con los tiempos del denominado Pacto Antiterrorista de la mano del Partido Popular que de la actitud responsable y constructiva que exige un proceso de las características como el nuestro. Una actitud que contrasta claramente con la actitud de una izquierda abertzale que, como suele decirse, ha puesto toda la carne en el asador.

Por si esto fuera poco, la actitud de los representantes de PSOE en Hego Euskal Herria, PSE y PSN, está siendo obstruccionista para la puesta en marcha de un proceso de negociación multipartito que posibilite un escenario de solución política definitiva al conflicto. El PSN intenta evitar el debate e incluso el encuentro, siendo conscientes de la importancia de la participación de Nafarroa en el proceso, y el PSE levanta la bandera de la legalización de Batasuna como arma arrojadiza y con la única intención, primero, de retrasar el debate político y, segundo, de condicionar y desdibujar el contenido y características del proceso político a abrir en Euskal Herria.

La exigencia de legalización a Batasuna es el muro político que el propio PSOE ha construido para retrasar, evitar y condicionar el proceso negociador y que tiene sus cimientos en una Ley de Partidos totalmente antidemocrática, rechazada muy mayoritariamente por las formaciones políticas del país. Y el PSOE sabe y debiera saber que las resoluciones de conflictos pasan, en primer lugar, por el reconocimiento del adversario, con su historia, con sus características y con su idiosincrasia. Las condiciones previas simplemente son incomprensibles en las actuales circunstancias, además teniendo en cuenta que durante años se ha exigido el cese de las armas para la puesta en marcha de un proceso de diálogo.

Impulsemos todas y todos el proceso democrático abierto en Euskal Herria

En definitiva, y pese a las actitudes negativas mencionadas, hay condiciones objetivas para el desarrollo del proceso abierto en Euskal Herria. La gran mayoría de los ciudadanos y ciudadanas del país nos exigen a los agentes políticos y sociales la puesta en marcha cuanto antes de un proceso o foro negociador multipartito. Los representantes del PSOE deben estar a la altura de las circunstacias y actuar de forma responsable, máxime cuando saben y les consta la sinceridad de la apuesta política del conjunto de la izquierda abertzale por este proceso.

Las últimas líneas de este artículo, pero no por ello menos importantes, las queremos dedicar a animar a la población vasca en general, y a la base de la izquierda abertzale en particular, a la movilización y activación social en defensa del proceso y de los derechos democráticos de este pueblo. Las grandes batallas, también las que acarrean un acuerdo de mínimos democráticos entre todos y todas, se pueden materializar en una mesa de negociación, pero exigen el apoyo, impulso y participación de los hombres y mujeres que están dispuestos a poner su granito de arena también en la calle para que esta oportunidad no se trunque y Euskal Herria alcance un escenario de paz y libertad. -


 
Inprimatu
...Albiste gehiago
Euskal Herria
Etxerat exige la «operación retorno» para los represaliados
Kultura
«La navarra caribeña»
Ekonomia
«El fracaso de la Ronda de Doha es una gran victoria para el movimiento social»
Kirolak
Gatlin reconoce haber dado positivo con testosterona
Mundua
Israel rechaza la tregua humanitaria de tres días pedida por la ONU
  CopyrightGara | Kontaktua | Norgara | Publizitatea |  rss