Del Burgo, paladin de Nafarroa
La propuesta llevada al Congreso por Jaime Ignacio Del Burgo para exigir que Nafarroa no sea «pago político» fue rechazada por el resto, que vio en esta moción otro intento de UPN de buscar réditos electorales. PeroDel Burgo quiso sobre todo sujetar el marco,negar que la partición sea algo impuesto.
Esta vez sí. El diputado de UPN Jaime Ignacio del Burgo adscrito al grupo parlamentario del PP llegó puntual a la cita y subió al estrado para defender en el Congreso español una proposición no de ley contra el reconocimiento de Euskal Herria, la creación de foros extraparlamentarios, la internacionalización del conflicto y la constitución de órganos de cooperación entre Nafarroa y la CAV. En resumen, contra todo lo que Del Burgo y sus compañeros de bancada califican como «pagar un precio político: certificado de defunción del Estatuto, reconocer que existe un conflicto político, asumir la mesa de partidosŠ» Tal y como viene siendo habitual cuando se votan cuestiones relacionadas con estos temas, el PP volvió a quedarse solo. El resto de grupos salvo Coalición Canaria, que se abstuvo se posicionó en contra del texto, al entender que el objetivo del electo de UPN era extender el «alarmismo» con la mirada puesta en los comicios forales de la próxima primavera. Del Burgo cumplió con lo previsto y realizó un discurso apocalíptico, presentando a un Gobierno español sumido en la «debilidad» y la «claudicación» ante una Batasuna que definió, entre otros epítetos de mayor o menor grosor, como «una gigantesca máquina de delinquir». El representante de UPN arrancó haciendo pública su «inquietud» debido a la «ambigüedad» del Ejecutivo que lidera Zapatero, del que apuntó que «o es un ingenuo o no sabe lo que ocurre en el País Vasco». Le indicó que no cabe garantizar la convivencia con aquellos que «se alimentan del odio a todo lo español». Del Burgo recordó que Batasuna deja claro que «sin Navarra el proceso es impensable» y rechazó que la partición de EuskalHerria fuera «impuesta» tras la muerte de Franco. «No cabe mayor despropósito», sentenció. Lo que no explicó es cuándo se ha preguntado a la ciudadanía navarra sobre su marco jurídico-político.
«Navarra no se rinde»
Las soflamas del diputado de UPN continuaron en la misma tónica, sobrepasando de largo el tiempo estipulado. El presidente de la Cámara, Manuel Marín, tuvo que pedirle en reiteradas ocasiones que terminara. Cuando vio que le iban a cortar, Del Burgo no quiso abandonar en micrófono sin lanzar su última proclama: «Navarra no se rinde».«Gracias por venir», le replicó Juan Moscoso (PSOE) con evidente ironía en el inicio de su intervención. Las alusiones a la «pifia» de la pasada semana así la calificó el propio Del Burgo fueron una constante. Moscoso rechazó el texto presentado indicando que es «un debate innecesario, desafortunado e inoportuno». El parlamentario navarro acusó a UPN de falta de lealtad institucional y de carecer de sentido de Estado. «No les preocupa dividir y enfrentar a la sociedad, les preocupa pasar a la oposición», espetó. Moscoso subrayó que «Navarra no es el centro de atención del proceso de paz», y acusó al partido de Del Burgo de vincular la continuidad del marco actual al mantenimiendo de UPN en el Ejecutivo foral. «Lo que lo garantiza es el Amejoramiento y la Constitución, que UPN no apoyó», remarcó. Una vez más, insistió en que su partido, el PSN, defiende el actual entramado institucional, y reclamó al grupo parlamentario del PP que «no obstaculice el proceso de paz. Cuando ustedes gobernaban, les apoyamos en todo», concluyó.
De primera o de segunda
Uxue Barkos (Nafarroa Bai), tachó de «patética y desvergonzada» la actuación de Del Burgo y le achacó tener «miedo a que hable la ciudadanía navarra y a que gobiernen los ‘nacionalistas’, como si no fuéramos navarros o lo fuéramos de segunda categoría».Desde el PNV, Josu Erkoreka se centró en ningunear el papel que UPNjuega a la sombra del PP. O más bien, en aseverar que el PP utiliza a UPN como un ariete que emplea cuando la denominada «cuestión navarra» conviene a sus intereses estratégicos para intentar desgastar al Gobierno español. «Para el PP, Navarra es algo irrelevante que aflora de vez en cuando», señaló. Como ejemplo, aseguró que el PP «obliga» a los dos diputados de UPN en Madrid a votar en ocasiones contra los propios intereses del herrialde. Begoña Lasagabaster (EA) consideró que la propuesta presentada por Del Burgo «es un palo más en las ruedas en el camino a la pacificación y a la normalización» que, además, «no se corresponde con la realidad política y social» de Na- farroa. «La intranquilidad la producen ustedes», apuntó. También tomaron la palabra representantes de CiU, IU y ERC. «Esta peli ya la he visto», indicó el portavoz de esta última formación. «El Partido Popular hace lo mismo en Valencia. ¡Qué vienen los catalanes, qué nos quitan la paella!», explicó gráficamente. -
Catalán: «Decepcionante»
IRUÑEA Alberto Catalán, portavoz del Gobierno de Nafarroa y secretario general de UPN, remitió tras la votación un comunicado en el que tildó de «decepcionante» el debate de Madrid. «Los navarros, incluidos aquellos que votan al PSOE y que desean un pronunciamiento nítido y que no albergue dudas, han tenido más de lo mismo: silencio, cuando no ambigüedad y obviedades, respecto al futuro de Navarra y a las negociaciones con los terroristas. Zapatero y el PSOE han perdido la mejor oportunidad de demostrar con compromisos concretos que su gobierno no va a permitir que nadie suplante la voluntad de las instituciones navarras ni se negocie el futuro de la Comunidad foral en ninguna mesa o foro extraparlamentario», señaló. Respecto a Uxue Barkos (NaBai), Catalán denunció la «arrogancia, prepotencia, agresividad y mofa con la que ha tratado el asunto. Es lamentable que una diputada que no representa el sentir mayoritario de los navarros ni la realidad social y política de la Comunidad foral tenga que recurrir a este estilo para hacerse oír. Dice mucho del desprecio con el que los nacionalistas vascos tratan a Navarra».
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