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Gara > Idatzia > Euskal Herria 2007-01-21
Miguel TORRE y Joseba PERMACH | Miembros de la Mesa Nacional de Batasuna
«La propuesta de Uztaritze es una aportación de Ipar Euskal Herria al país»
El próximo sábado, Batasuna presentará en Uztaritze una propuesta de articulación y organización territorial para Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa. Una propuesta en clave de estructuración con el resto de herrialdes y en dirección al Gobierno francés. El objetivo es lograr el reconocimiento y el respeto de esa parte y del conjunto del país.

No desean que se quede en una propuesta exclusiva de Batasuna sino que, progresivamente, cada vez más sectores sociales la hagan suya. Parten del convencimiento de que se trata de una buena herramienta para que París reconozca y respete de una vez Euskal Herria.

­¿Cómo hay que entender el acto de Uztaritze? ¿Se trata de un Anoeta dirigido a París?

Miguel TORRE: Anoeta sólo hay uno. Esa propuesta plantea la salida democrática a un problema de no-reconocimiento. Lo que pretendemos con la de Uztaritze es ofrecer una respuesta a la necesidad territorial de Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa tomando en cuenta la territorialidad del conjunto de Euskal Herria. Pero no solamente eso, queremos también que sirva para abordar la organización territorial. En ese sentido, se puede decir que quizás para Ipar Euskal Herria sea tan importante como Anoeta porque puede ser una forma resolutiva del conflicto, afirmando la identidad y la necesidad territorial y organizativa de esta parte del país.

­La oferta de Anoeta coincidió con el cambio de inquilino en La Moncloa y la opción que ello abría. ¿Por qué se presenta la propuesta de Uztaritze en este momento concreto?

Joseba PERMACH: Cuando hacemos propuestas, sea la de Anoeta o la de Uztaritze, no las hacemos en base a las situaciones o los inquilinos que puedan estar en su momento en La Moncloa o en Matignon. Hace dos años pensamos que había una posibilidad de abrir un proceso de diálogo y negociación en el conjunto del país para solucionar definitivamente el conflicto y pasar al reconocimiento de Euskal Herria. Precisamente porque en su día presentamos esa metodología, creemos también llegado el momento de hacer propuestas concretas sobre la articulación territorial, sobre el conjunto de la territorialidad de Euskal Herria, sobre el derecho a decidir y sobre el reconocimiento que tienen que hacer los estados español y francés. En este caso vamos a presentar una alternativa concreta, teniendo en cuenta la realidad existente en Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa, obviamente de cara al Estado francés. Eso no quita que también tengamos que hacer una reflexión y una propuesta a nivel nacional en esa misma dirección.

M.T.: La territorialidad es una y la construcción nacional también, pero no es unívoca y no se desarrolla en todas partes igual. Hay que seguir los tempus de los herrialdes, y para Ipar Euskal Herria nos ha parecido que lo mejor que se podía proponer para articularla con el resto de territorios es la proposición que Batasuna va a presentar el 27 en Uztaritze.

­¿Cómo se ha elaborado esta propuesta?

M.T.: Hay que aclarar que la propuesta no nace de cero. No nos hemos levantado un día con una idea genial. Esta propuesta en concreto se ha ido afirmando y demandando en Ipar Euskal Herria desde hace por lo menos diez años y creemos que ha llegado el momento de que sea puesta en circulación y que, de una vez por todas, se definan la territorialidad y los contenidos de la organización de esta territorialidad dentro del conjunto de Euskal Herria. ¿Cómo se ha elaborado? Pues estudiando todas las propuestas que se han ido planteando desde hace años y debatiendo mucho en el seno de Batasuna, pero también con diferentes agentes sociales y políticos del país.

­¿Cómo valoran la actitud del Estado francés ante el proceso abierto en Euskal Herria, sobre todo después del alto el fuego?

M.T.: Con alto el fuego o sin él, la característica principal de la actitud del Gobierno francés es que niega la existencia de esta parte del país y, por ende, niega que exista un problema en el mismo. No puede haber problema porque no existe el país. Esa es su posición. Creo que el hecho de que haya una tregua no varía la percepción que el Estado francés, desde su punto de vista jacobino, tiene respecto a Ipar Euskal Herria y a su necesidad de articularse con el conjunto de Euskal Herria, de momento, en una estructura dentro del Estado francés.

­¿Esperan algo especial de las presidenciales? ¿Será Segolène Royale más receptiva que Sarkozy a la propuesta?

M.T.: Hay que subrayar que nos adentramos en una fase de elecciones que darán lugar a un ciclo político-institucional nuevo. En Ipar Euskal Herria, además, se están ultimando otras iniciativas como la de Pays Basque 2020 que, de un modo u otro, se concretarán en base a lo que resulte tras ese ciclo electoral. El o la presidenta de la República, sea quien sea, debe saber que en Euskal Herria tiene un conflicto que resolver. En esa perspectiva, nuestro objetivo es hacer frente a esa nueva fase y creemos que la propuesta nos servirá para marcar el norte y las bases para el reconocimiento y respeto de Euskal Herria.

­La clave de la propuesta es el reconocimiento de Euskal Herria. ¿Qué opciones reales ven cuando desde París ni siquiera se acepta el planteamiento de un Departamento Vasco, con características institucionales «francesas»?

J.P.: La reflexión que hacemos a la hora de presentar una propuesta no es en base a si será o no asumible por parte del Estado español o del francés, sino en torno a las necesidades concretas de Euskal Herria. En este caso, para poder hacer frente a los retos sociales, lingüís- ticos, culturales, políticos... que tienen Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa. Si no se toman medidas tanto para el reconocimiento como para la articulación territorial y para dotar de capacidad política y económica a los tres territorios, la muerte de Euskal Herria puede ser una realidad en pocas décadas. Nosotros no nos resignamos a esa eventualidad. Pensamos que el no-reconocimiento político e institucional es absolutamente negativo para el desarrollo futuro del país y eso nos lleva a la reivindicación de la articulación y de medios políticos y económicos para hacer frente a esa realidad. Independientemente de que lo niegue, el Estado francés es consciente de que tiene un conflicto político al que tiene que dar una solución, pero además los ciudadanos de Euskal Herria tenemos necesidades básicas y concretas a las que tenemos que hacer frente. De ahí, precisamente, que hayamos contrastado con agentes sociales y sindicales a la hora de elaborar esta propuesta. Más que mirar a si el Estado francés la va a asumir o no, tenemos que abrir el debate si en los tres herrialdes es necesaria la propuesta o no para articular el conjunto del país. Y si es necesaria, hay que ver cómo luchamos y nos unimos todos, no sólo la izquierda abertzale, de cara al Estado francés para reivindicar esta realidad.

M.T.: Es evidente que el Gobierno francés no nos va a regalar nada. Lo que tenemos que hacer es arrancar lo que de derecho nos pertenece porque somos un pueblo. Además, el Gobierno hará lo que ha hecho hasta ahora, es decir, crear sucedáneos, planes regionales o lingüísticos, a los que él da mucha importancia pero que no tienen nada que ver con el re-conocimiento de nuestra iden-tidad, ni de nuestra territoria- lidad, ni de la organización territorial. Dan pequeñas miga-jas para acallar la demanda social. Cuando el Gobierno francés da algo, siempre es para negar Euskal Herria.

­¿Creen que la sociedad de Ipar Euskal Herria tiene asumida la territorialidad de sus tres herrialdes?

M.T.: En la última encuesta sociolingüística realizada por Euskal Kultur Erakundea aparecía un dato curioso: cuando se preguntaba a los ciudadanos qué era para ellos Euskal Herria, la mayoría respondía visualizando el mapa de los siete herrialdes. También hay que constatar que en los últimos años el sentimiento nacional ha ido reflejándose de diferentes maneras, sobre todo en la reivindicación de una institución propia para los tres territorios. Eso es una muestra más de la necesidad y exigencia de la territorialidad.

­La cuestión del derecho a decidir parece ganada políticamente en Hego Euskal Herria. ¿Qué se puede hacer en Ipar Euskal Herria para avanzar hacia ello?

M.T.: Para empezar, tenemos que ser extremadamente pedagógicos con sus habitantes. Hay que decirles que lo que se reclama es un derecho intrínseco a las personas y pueblos, el derecho a decidir. De todas formas, mientras no exista el reconocimiento de la especificidad de Ipar Euskal Herria es difícil prever cómo va a aceptar la gente el hecho de que tenga derecho a decidir. Para ciertas cuestiones cercanas, parece que la idea del principio de subsidiariedad está tomando cuerpo. Eso se ha comprobado con la demanda de consulta sobre el Departamento. De todos modos, todo esto depende muchísimo de nuestro trabajo, porque no nos van a dar ese derecho así como así.

­¿Qué grado de implicación ven entre los agentes de Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa para consensuar un nuevo marco?

J.P.: Cada vez es más palpable entre los agentes sociales, económicos e incluso políticos que el futuro de Ipar Euskal Herria pasa por su relación con Nafarroa y la Comunidad Autónoma Vasca. No hay más que ver los esfuerzos, por ejemplo de Jean-Jacques Lasserre, con su propuesta de eurorregión de los Pirineos en la que ha integrado a Aragón, precisamente para que no se escenifique el mapa de Euskal Herria. La territorialidad es una realidad cada vez más consolidada.

­¿Cuáles van a ser los próximos pasos tras la presentación de la propuesta?

J.P.: El objetivo es compartir con los ciudadanos y generar un debate entre las organizaciones políticas, sociales y sindicales y acumular fuerzas en esa dirección. El debate sobre la articulación del país viene de lejos pero va ganando presencia, y por ello compartiremos con el resto de agentes para empezar a construir una alianza tanto para la articulación del conjunto de Euskal Herria como para reivindicar frente a París la existencia de nuestro pueblo y su derecho a organizarse institucional, política y económicamente.

M.T.: Creemos que la propuesta se podrá consensuar fácilmente con la izquierda abertzale porque es algo en que, en un momento u otro, toda la izquierda abertzale ha estado de acuerdo. Lo más importante, de todos modos, es que no sólo va dirigido a Ipar Euskal Herria sino también a Hego Euskal Herria; es decir, es una aportación que hacemos desde esta parte de nuestro territorio común al conjunto de Euskal Herria. En adelante, tendremos que trabajar con mucha pedagogía para ganar a la ciudadanía y los agentes sociales, pero es hora ya de tener algo concreto para presentar al Gobierno francés como una estructuración de nuestra territorialidad. -


 
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