Representantes del comité de empresa de Babcock denunciaron ayer que ATB está consiguiendo carga de trabajo «firmando contratos a pérdidas, es decir por debajo del coste real» y avanzaron que «están dispuestos a hablar de futuro».

Ante esa situación, entienden que los austriacos no deberían de continuar al frente de la empresa, es decir, que SEPI «tendría que integrar» a la empresa vizcaina en el sector público. La razón fundamental se encuentra en que ATB no ha cumplido con el plan industrial cuando accedió a la reprivatización.

El comité, en una nota, destaca que los últimos seis contratos formalizados por ATB se vendieron por 2,27 millones, pero el coste real del mismo sobrepasaba los 4,52 millones, lo que supone unas pérdidas directas de 2,24 millones, un 98,97%. Es decir, la empresa accede a los mismos porque «tira los precios».

Según esas fuentes del comité, «de esta forma se está vaciando patrimonialmente a la empresa, obligando a fabricar con un coste que supone el doble del precio al que venden el producto». El beneficario de esta operación es «la sociedad matriz de ATB, es decir Austrian Energy (AE&E) y los perjudicados somos los de Babcock y la Hacienda foral de Bizkaia».

Los dos últimos contratos en Brasil y en Qatar se firmaron por un precio de casi 30 millones, pero el coste real sobrepasa esa cantidad en 1,8 millones. «El de Brasil es un contrato que beneficia a Austrian Energy, que realiza la ingeniería por un importe de 10 millones, mientras que las pérdidas de 1,3 millones las asume Babcock. El otro contrato compra tecnología para fabricar productos con casi un 50% de pérdida», dice el comité.

Ante este problema, la conclusión que obtiene el comité es que los austriacos están «ganando» y Babcock «está perdiendo».