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Si los diamantes son los mejores amigos de las chicas ...

La investigación, el conocimiento y la información sucumben a criterios económicos y empresariales, androcéntricos y ultraliberales

 

Belén Martínez | Analista social

En «Los caballeros las prefieren rubias», Marilyn Monroe susurraba unas palabras que ya se han convertido en historia: Diamonds are girl´s best friend (Los diamantes son los mejores amigos de las chicas). Audrey Hepburn desayunaba con diamantes, en «Breakfast at Tiffany´s». ¿Cuántas de nosotras hemos tarareado «Moon River», al detenernos ante un escaparate y contemplar ese halo de luz tan particular que desprenden los diamantes? Que levante la mano la que no ha deseado ser Holly (Audrey) en algún momento de su vida. La edad de la inocencia.

Me pregunto si los Bushmen podrán perdonarnos, algún día, por nuestra codicia. El Norte ha creído ser esa raza de titanes que puede robar y expoliar cuanto le apetezca, en nombre del progreso. Como Prometeo, que robaba el fuego a los dioses para transmitirlo a los hombres.

El imperialismo se ha forjado con la extracción de los recursos naturales -oro, marfil, diamantes y caucho, principalmente- de los pueblos del Sur. Así se ha enriquecido el Norte. En el siglo XXI seguimos apropiándonos de los recursos de la Madre Tierra. Además del petróleo, hoy extraemos «amor en bruto», un recurso natural enormemente preciado y al alza que garantiza la provisión de afecto, atención y cuidado de nuestras criaturas y personas dependientes. Como el capitalismo no puede garantizar la provisión de ese amor, se extrae de los países empobrecidos y se reimplanta en los nuestros. Así de fácil. La globalización de los afectos y los cuidados es otra expresión del neoliberalismo que atenaza nuestras vidas.

Además, son las transnacionales de la mundialización quienes gobiernan el mundo: la investigación, el conocimiento y la información sucumben a criterios económicos y empresariales, androcéntricos y ultraliberales.

¿A quién le importa que las indias de la región de Río Pardo, en Brasil, no puedan recoger la miel de los árboles que han estado allí toda la vida? La deforestación está provocando la desaparición de comunidades enteras. Todo sea por el oro; o por la industria maderera. ¡Qué más da! Parece ser que va a desaparecer la última anciana de una tribu bereber llamada Nuefla, en Africa. ¡Y qué! Los pueblos Nivkh, Evenk y Uilta, en Siberia, se oponen a la construcción de oleoductos. Sus vidas están ligadas a la taiga; su supervivencia depende de preservar ese entorno. ¡Que se jodan, también nuestras vidas dependen del petróleo!

¿A quién le importa la suerte de los Bushmen, un pueblo expulsado desde 2002 de la reserva natural del Kalahari Central, en Botswana? ¿Quién va a llevar ante la justicia a la compañía que explota las minas de Botswana, De Beers, directamente implicada en las expulsiones, junto con el gobierno de Botswana? La oenegé Survival International viene desarrollando numerosas iniciativas de denuncia y boicot al gigante De Beers.

«¡Yo entiendo a Goya y él me entiende! Veo fantasmas y monstruos en mis sueños cada noche», confesaba Marilyn. ¡Y eso que era inocente!

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