GARA > Idatzia > Kultura

Aproximación a la obra de Solana a través de sus pinturas y grabados

El Museo de Bellas Artes de Bilbo inauguró ayer la exposición «Gutiérrez Solana en las colecciones Mapfre", compuesta por seis lienzos pertenecientes a la etapa de madurez del artista, veinticinco aguafuertes y cuatro litografías. Los cuadros ofrecen una visión del conjunto de la obra del pintor, ya que en ellos están presentes los temas que le obsesionaron a lo largo de toda su trayectoria, como la muerte, los ritos religiosos o el carnaval.

Izaskun LABEAGA | BILBO

José Gutiérrez Solana (Madrid 1886-1945) ofreció una visión pesimista de España. Representó en sus cuadros escenas tomadas de la realidad, a través de una paleta oscura y empastada. «Es un pintor al que gustan las visiones negras, truculentas, las escenas dolorosas. Quiere transmitir lo peor de lo peor», señala Pablo Jiménez Burillo, director general de la Fundación Cultural Mapfre Vida, a cuyos fondos pertenecen los trabajos que se exhiben en el Museo de Bellas Artes bilbaino.

En su opinión, la importancia del pintor no radica únicamente en su obra sino «en el personaje que crea de sí mismo, un personaje estrafalario». Según Pablo Jiménez, Solana fue un pintor «tremendamente moderno, muy a su pesar. Su relación con Ramón Gómez de la Serna, que le considera su pintor, da una idea de la modernidad de Solana», apuntó el representante de Mapfre. El creador frecuentó los círculos intelectuales, donde coincidió con Valle-Inclán, Zuloaga y el propio Gómez de la Serna, y participó en las tertulias de los cafés madrileños, que inmortalizó en sus cuadros.

Jiménez Burillo recalca, asimismo, que Solana no fue un pintor españolista como, en ocasiones, se le ha considerado y que alcanzó una amplia proyección internacional.

 

Con referencias a Goya

Los seis lienzos que se exponen en Bilbo están fechados entre 1917 y 1938. Pertenecen pues a la etapa de madurez del artista y permiten un acercamiento a los temas que más interesaron al pintor, como son los ritos religiosos populares, la muerte y el carnaval.

El más antiguo de los cuadros que se presentan es ``Procesión de noche'' (1917), con algunas figuras que recuerdan a las de las Pinturas Negras de Goya.

El tema de la procesión está también presente en ``El beso de Judas» (1932). Ya en esta pieza, Solana había sustituido la gruesa pincelada de la etapa anterior por una técnica más contenida.

La exposición incluye ``Máscaras bailando del brazo'', considerada una de las obras maestras de Solana. Y es que este óleo sintetiza, de alguna manera, una gran parte de los valores de su pintura. Creada en París, donde el artista se exilió tras el estallido de la Guerra del 36, permaneció inédita hasta que fue adquirida por Mapfre.

En ``La baraja de la muerte'' (1926-27) pintó sobre una mesa de madera algunos objetos vinculados a la pintura tradicional. El ``Osario'' retrata a unos monjes que preparan a sus muertos con la misma naturalidad con que, en otras obras del artista, los barberos preparan a sus clientes. Se sabe que este cuadro está inspirado en un osario de Nápoles y tomada la imagen de un recorte de prensa. Es decir que «no pinta directamente de la realidad, sino que toma una fotografía de prensa para crear un universo propio».

También se puede contemplar ``Santos de Pueblo'' (1929), una naturaleza muerta en la que el pintor dispuso, despojadas de su contexto sagrado, una serie de figuras de santos tallados en madera.

La muestra incluye veinticinco de los veintiocho aguafuertes catalogados del artista y cuatro de las siete litografías que se conservan.

Los grabados guardan relación con algunas pinturas del autor, como es el caso de ``Mujeres de la vida'' y ``El taller de caretas'', que se conservan en la colección del Museo de Bellas Artes de Bilbo.

PALETA NEGRA
El pintor representó en sus cuadros escenas tomadas de la realidad, a través de una paleta oscura y empastada. Es un pintor al que gustan las visiones negras, truculentas y las escenas dolorosas.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo