El récord histórico de la semana pasada en el Ibex hizo aconsejable ayer tomar dosis de cautela, sobre todo después de la caída de Wall Street el viernes y la salida negativa de ayer. Además, nada parecía justiciar una nueva subida de los índices al no disponer los inversores de referencias macroeconómicas positivas ni de noticias del ámbito corporativo especialmente atractivas. Es más, en Nueva York se informó de varios movimientos de concentración empresarial que no sacaban de su apatía a los inversores, más preocupados por las señales que pueda mandar mañana el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, durante su comparecencia en el Congreso. Al cierre de la jornada, el Ibex 35 descontó un 0,72%, hasta 14.769 puntos, mientras que el índice Bilbao 2000 perdió 18,16 puntos, para finalizar con 2.708,68. Las bajadas del resto de Europa fueron del mismo tenor: Londres cedió un 0,46%, Francfort, un 0,75%, y París, un 0,85%. En el Ibex, la sorpresa saltó con las negociaciones emprendidas por Telefónica para hacerse con una pequeña participación en Telecom Italia. La operadora cayó un 0,58%. Otros grandes, como SCH (-1,03%) y BBVA (-1,50%), restaban más recorrido al Ibex, aunque Ferrovial (-1,81%) e Iberia (-1,56%) registraron los peores balances. De los siete valores que acabaron al alza, los mejores fueron Telecinco (+0,48%) y Acerinox (+0,44%). En París, el más perjudicado fue Lafarge (-1,88%), seguido, entre otros, por Total (-1,23%), castigado por la fuerte bajada del crudo. Essilor (+0,74%) lideró a los ganadores.