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Tras dos meses en alta mar y diez días a la deriva, logran pisar tierra firme

En grupos de 20, los casi 400 inmigrantes del buque Marine I empezaron a pisar tierra firme en elpuerto de Nuadibú. Han pasado dos meses desde que se embarcaron en una incierta aventura hacia Canarias que ha finalizado en Mauritania, no sin antes estar diez días a la deriva. E

Tras haber permanecido diez días fondeado a quince millas de la costa mauritania, el buque Marine I, con 372 inmigrantes a bordo, llegó ayer al puerto de Nuadibú. Diez largos días en los que nadie, ningún gobierno, ha querido hacerse cargo de estas personas. Para el Ejecutivo español, el permiso para atracar estaba en manos de Mauritania. Las autoridades de este país africano, en cambio, declinaron cualquier responsibilidad, negándose a dejar que el Marine I llegara a Nuadibú. Al final, el pasado fin de semana se cerró un acuerdo a tres bandas entre los gobiernos de Madrid, Mauritania y Guinea Conakry.

Pero, el drama de estas casi 400 personas no comenzó el pasado día 2, cuando el carguero sufrió una avería y fue remolcado por la nave española Luz del Mar hasta el puerto más cercano, el de Nuadibú, ni tampoco acabó ayer, cuando tras más de una semana de espera, empezaron a desembarcar.

Según explicaron la Media Luna Roja, Cruz Roja y Médicos del Mundo, la evacuación se realizó con «normalidad, de forma coordinada, con mucho orden y en grupos formados por una veintena de personas». Esperaban que para las 23.00, los 372 pisaran tierra firme.

Hace ya dos meses que partieron, presumiblemente desde Guinea Conakry con rumbo a las islas Canarias. Atrás dejaron sus países de origen, Cachemira, Costa de Marfil, Birmania, Sierra Leona, Sri Lanka y Liberia.

Pese a que el Marine I se averió el pasado día 2 y a que la situación iba degradándose día a día, los organismos humanitarios no pudieron efectuar el primer envío de ayuda hasta el día 5. A primera hora de la tarde del domingo, un equipo coordinado por Cruz Roja consiguió hacer un primer y breve reconocimiento médico, de 40 minutos, a los inmigrantes. En al menos 20 pacientes, detectaron «dolencias comunes tras una larga travesía en el mar, heridas leves y quemaduras», según detalló el coordinador del Operativo de Emergencia, Enrique Suárez.

En ese momento, indicó que ninguna persona examinada requería una evacuación urgente a puerto, si bien, matizó, era «preciso un examen más exhaustivo que debería realizarse en tierra, reuniendo las condiciones adecuadas para la valoración sanitaria».

Además, los miembros de Cruz Roja les hicieron entrega de una ayuda básica consistente en 400 litros de agua, 300 kilos de fruta, 200 zumos y 100 kilos de galletas. Ya en tierra, establecieron, junto a la Media Luna Roja mauritana, un dispositivo de emergencia que incluye un hospital de campaña, vehículos, ambulancias y material de socorro como 400 kits de ropa y otros 400 con utensilios higiénicos, 8 camillas, 4000 mantas, 5 botiquines, 30 equipos de protección y medicamentos.

Ayer, el gobernador de Nuadibú, Mohamed Yahya Ould Mohamed Vall, informó de que seis personas tuvieron que ser evacuadas a hospitales de la zona y subrayó que «hay varios casos serios de deshidratación y disentería». No obstante, dejó claro que «sólo los enfermos que requieran hospitalización serán autorizados a permanecer en la localidad y, después de que estén bien, serán enviados a España y fuera de Mauritania a su país de origen».

En este periplo, ni siquiera ayer lograron ponerse de acuerdo sobre el estado real de estas 372 personas. Si durante el fin de semana hubo versiones contradictorias sobre el acuerdo alcanzado entre Madrid y Mauritania, ayer el jefe de coordinación para África de Cruz Roja dijo que ninguno necesitó ser trasladado al hospital ni «representa un peligro vital» para los demás. «Hasta ahora, sólo nos hemos encontrado con una persona con diarrea que está siendo tratada con suero, vía endovenosa».

Explicó que los inmigrantes desembarcados pasan por un «circuito de asistencia» en el que, tras tomarles los datos e identificarles, son sometidos a un examen médico. Luego, pasan a un área de avituallamiento. En el puerto de Nuadibú sen han habilitado duchas.

La portavoz de ACNUR, la Agencia de la ONU para los refugiados, Francesca Fontanilli señaló que han desplazado a un equipo desde la capital mauritana, Nuackchot, hasta Nuadibú para «coordinar y tramitar con las autoridades locales las posibles peticiones de asilo».

En los últimos días, las condiciones de vida a bordo del Marine I así como la inoperancia de los gobiernos han sido duramente criticadas por las ONG.

La presidenta de Médicos del Mundo denunció que lo sucedido con este buque «es el típico paquete que nadie quiere» y advirtió que «volverá a suceder». En una entrevista a Europa Press, resaltó que «un barco en aguas de nadie, es un barco que nadie quiere».

En su opinión se debe reflexionar sobre cuál es la prioridad: «Nuestro concepto de frontera o los rasgos de humanidad que deberían caracterizarnos». Antes de que el domingo llevaran a cabo el primer reconocimiento, González auguró que podía haber «desde problemas nutricionales hasta intestinales graves» y no descartó enfermedades cutáneas y paludismo.

El personal de esta organización fue testigo en la propia embarcación de las extremas condiciones higiénicas en las que han estado. «Estaba completamente atestado, pudimos comprobar incluso que en los baños se hacinaban cinco y seis personas por falta de espacio», comentó la coordinadora de Médicos del Mundo que actuó como interlocutora, a través de la radio, con los inmigrantes.

Según dijo, los inmigrantes asiáticos estaban «bastante más abatidos que los africanos, probablemente, porque llevan más tiempo de viaje».

Ainara LERTXUNDI

Comienzan a identificarlos para repatriarlos a sus lugares de origen
 
Pese a estar ante una nueva crisis humanitaria, la máxima preocupación de los gobiernos implicados era cómo proceder a la identificación de los inmigrantes y así comenzar los trámites de repatriación. El secretario de Estado de Asuntos Exteriores español, Bernardino León, anunció que India y Pakistán ya han enviado a representantes para colaborar en las labores de identificación. León afirmó que, en virtud de los acuerdos alcanzados el jueves y el fin de semana, «los inmigrantes africanos volverán a Guinea Conakry y los asiáticos que acepten el retorno voluntario volverán a sus países de origen. Aquellos con los que haya que gestionar repatriaciones regresarán a través de España". «A la complejidad de todo acuerdo se une el problema de que desde el sábado hay una situación de conflicto de baja intensidad en Guinea Conakry", añadió. Para evitar este «problema" están «en contacto con otros países de la región, en particular Cabo Verde y Senegal para que se les pueda llevar a un destino seguro". GARA

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