El enviado de la ONU ve poco probable que Serbia y Kosovo logren un acuerdo
Un día después de que el Parlamento serbio rechazara el plan del enviado especial de la ONU para Kosovo, Martti Ahtisaari, éste admitió ayer que es «muy poco probable" que Serbia y Kosovo alcancen un compromiso sobre su plan para este enclave de mayoría albanesa. El primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, volvió a referirse a esta cuestión para advertir de que la independencia de Kosovo sería un «peligroso precedente" y una «agresión" a Serbia.
GARA |
El mediador designado por Naciones Unidas para Kosovo, Martti Ahtisaari, admitió ayer la dificultad de que Serbia y Kosovo lleguen a un acuerdo en torno al plan presentado a principios de mes para este territorio de mayoría albanesa enclavado en Serbia.
En una entrevista concedida a Associated Press un día después de que el Parlamento serbio rechazara su plan, Ahtisaari reconoció que ambas partes «están más bien apegadas» a sus respectivas visiones sobre el futuro estatus de Kosovo. Los albano-kosovares reivindican la independencia, mientras que Belgrado insiste en que permanezca bajo su soberanía.
«Es altamente improbable que podamos avanzar en esa cuestión», afirmó el enviado especial de la ONU, e instó a los activistas independentistas a evitar situaciones como los incidentes registrados el pasado fin de semana en Pristina, en los que murieron dos manifestantes y otros dos resultaron heridos de gravedad. «Espero que el pueblo utilice el derecho a manifestarse de forma pacífica, pero deje las piedras y los tirachinas fuera de las manifesta- ciones», aseguró el ex presidente finlandés, que ha actuado también como mediador en otras crisis que han tenido lugar en África y Asia.
La propuesta de Ahtisaari, que debe ser aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU para entrar en vigor, prevé un autogobierno para Kosovo supervisado internacionalmente, que incluiría su propia bandera, su himno, su Ejército y su Constitución, así como el derecho a formar parte de organizaciones internacionales, y también otorga a la minoría serbia un mayor control sobre su gobierno local.
No obstante, pese al rotundo rechazo de los diputados, Ahtisaari manifestó que aún confía en que las partes rivales sean capaces de llegar a un acuerdo sobre su propuesta en las negociaciones que está previsto que se reanuden la próxima semana en Viena. «Esta es una oportunidad para que ellos planteen sus puntos de vista», indicó.
En todo caso, aseguró no estar sorprendido por la fuerte oposición de Serbia a su plan. «No creo que nadie esperara que el Parlamento de Serbia dijera: `damos la bienvenida a la independencia de Kosovo'», agregó.
«Agresión» a Serbia
El primer ministro serbio, Vojislav Kostunica advirtió, por su parte, de que la independencia de Kosovo sería un «peligroso precedente» y una «agresión contra una nación europea democrática».
Durante un acto público con motivo de la celebración del Día de Kosovo, subrayó que «Serbia advierte de que, cueste lo que cueste, no será cómplice de esta agresión» y añadió que «todo aquel que se atreva a confiscar territorio de Serbia deberá asumir la plena responsabilidad de esta agresión».