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«El País" le tira de las orejas a ZP

Maite SOROA

Las reacciones a la última declaración de ZP en relación al proceso no se han hecho esperar. Las críticas le han llovido de todas partes. Bueno, de casi todas las partes. Ayer, el editorialista de «El País» le aplaudía y una se atrevería a decir que incluso le matizaba, le orientaba, le corregía...

Destacaba el de Prisa que «era importante que el presidente reiterase algunas ideas básicas ante la proliferación de mensajes, o de desafíos, que se han multiplicado desde el entorno radical durante las últimas semanas». Y reconocía que lo que le dolía es que «los dirigentes de la ilegalizada Batasuna alardean de que la izquierda abertzale encontrará la manera de presentarse a las elecciones municipales». Se felicitaba el escribiente por la contundencia de ZP al sentenciar que «al igual que en el pasado, el sistema democrático no puede contemplar ninguna estrategia diferente de la persecución policial y judicial si no es desde la completa y definitiva renuncia a las armas por parte de los asesinos». Suena a repetitivo, ¿verdad? Algunos parecen no haber entendido gran cosa de toda esta película y así, el editorialista, cifra los objetivos del `proceso' en que «el Estado de derecho, siempre desde el escrupuloso respeto a las leyes y la consideración hacia las víctimas, pudiese simplificar para la banda la salida de su laberinto criminal».

Y también aplaudía por las referencias presidenciales a las próximas elecciones: «La Ley de Partidos sigue vigente a todos los efectos, por lo que la ilegalizada Batasuna volverá a quedar fuera de estos comicios si no se desmarca de ETA en la manera prevista por la norma: condenando la violencia y situándose exclusivamente dentro de las vías políticas». Aznar no diría nada diferente a lo que escribe el editorialista.

Para el final quedaba la recomendación y crítica, discreta, al propio ZP: «El resto de los mensajes de Zapatero en Vitoria es sin duda compartido por las fuerzas políticas que no consideran la negativa a dialogar con los terroristas como una cuestión de principio. Eso no significa, sin embargo, que fuesen oportunos. Hablar del futuro del País Vasco refiriéndolo a un acuerdo entre partidos reabre agrias controversias entre los demócratas sin que, en realidad, nada lo exigiera en estos momento». ¡Toma tirón de orejas!

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