A poco más de 24 horas para la disputa de un choque que rememore antiguas gestas históricas en competición europea, la plantilla osasunista sigue mentalizada en conseguir otro hito en la trayectoria del club. Pese a la derrota liguera del pasado domingo -los rojillos están a sólo cinco puntos del descenso-, todo está centrado en eliminar al Girondins en los dieciseisavos de la Copa de la UEFA.

Y César Krutxaga es uno de los que mejor puede evaluar el éxito. No en vano, la trayectoria del de Ezkaroze está jalonada por el sacrificio y el trabajo, desde tener que buscarse las alubias fuera de la disciplina rojilla en sus primeros años como futbolista, a ser partícipe activo en los últimos logros del equipo.

El capitán rojillo tiene claro que la eliminatoria va a ser «cuestión de detalles, ya que habrá pocas ocasiones y no podremos fallar, aunque también será un encuentro abierto, bonito para la afición, porque ellos también deben buscar el gol».

De este modo, el defensa prevé un choque muy igualado, aunque «por orgullo y porque se lo debemos a la afición, estamos obligados a ganar». En este sentido, el jugador, que aseguró que habrá un lleno en El Sadar, insistió como el resto de sus compañeros en que, tras el masivo desplazamiento de 7.000 aficionados a Burdeos, «lo hemos comentado un poco, supongo que les debemos pasar e intentar darles otro viaje».

Krutxaga, que valoró el hecho de que la plantilla ha ido adquiriendo mayor experiencia europea, prefirió no colgarse el papel de favoritos, aunque sí que manifestó sus preferencias «por jugar el segundo partido aquí y no ir con un 0-0 a Burdeos».

«Valorar estar en Primera»

En cuanto al rival, el central reconoció que el estado del Chaban Delmas pudo provocar que la imagen de ambos conjuntos «fuera peor de lo que somos. Indudablemente son mejor equipo de lo que demostraron». En cuanto a cómo estará el césped de El Sadar, restó importancia a su estado, «pues no estará peor que hace un mes y, menos este domingo, estábamos teniendo una buena racha».

Aunque reconoció que «inconscientemente» pudo haber en la plantilla a lo largo de la semana una sensación de que el partido «fuerte y bonito» era ante el Girondins, quiso dejar claro que «tenemos que aprender a valorar lo que es estar en Primera División». En ese sentido, dio un toque a los medios: «Si no transmitís eso, no le daremos importancia a cosas que la tienen y acabaremos yendo para abajo».

El guardameta titular rojillo, Ricardo, opinó que el partido que se verá mañana en El Sadar será bastante diferente al de la ida. «Cuando jugamos en casa no sabemos tener paciencia ni especular con el resultado, por eso hay que salir a por el rival, como venimos haciendo en nuestro estadio».

Para el cancerbero madrileño, el choque hay que encararlo «con la idea de que tenemos suficiente capacidad para marcar goles y estar preparados para remontar en caso de encajarlos».

Ello no quita para que Ricardo respete al Girondins, «uno de los equipos punteros de Francia», pero «tenemos todo a favor jugando en casa, con nuestro público», al que se dirigió para asegurarle que «no le quepa ninguna duda que el jueves lo vamos a dar todo durante los noventa minutos».

«Debemos plantear el choque como una verdadera final, salir a ganar como sabemos hacer y no darle más vueltas -ahondó-. El partido del Celta fue una excepción, era un equipo bueno y con muchas necesidades».

A juicio de Ricardo, los bordeleses no van a variar en cuanto a su forma de juego con respecto a la ida: «Ellos necesitan meter un gol, pero no van a cambiar su planteamiento, tienen paciencia, una defensa fuerte, juegan bien al fútbol y confían en conseguir un gol».