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«Destinamos el 80% del presupuesto a los espectáculos, algo excepcional"

Juan ORTEGA Director de las jornadas de teatro de Eibar

Martin ANSO | EIBAR

Juan Ortega, de Narruzko Zezen, heredero del Grupo de Teatro de la Universidad Laboral, organizador de las Jornadas de Teatro de Eibar, ofrece algunas de las claves de lo que será la trigésima edición de este popular y a la vez prestigioso evento.

El programa arranca hoy con la Muestra de Estatuas Humanas, pero eso es sólo el aperitivo...

Llevamos organizando la muestra cinco años y, aparte de que participan las mejores «estatuas» y tiene una buena acogida, nos viene muy bien para crear ambiente y animar la venta anticipada de entradas. Pero sí, el acto inaugural propiamente dicho será la conferencia que José Sacristán pronunciará el lunes, que promete mucho.

Además de para pronunciar la conferencia, Sacristán acudirá a Eibar para representar con su compañía «Un Picasso». ¿Es el plato fuerte de la edición?

Desde el punto de vista de la producción, sí, pero, ojo, que las compañías menos conocidas son las que dan las sorpresas.

Seis de los diecisiete espectáculos incluidos en el programa tienen carácter de estreno en Euskal Herria; uno es, además, estreno absoluto. En todo caso, no parece que ofrecer estrenos sea uno de los objetivos principales de las Jornadas.

A todos los organizadores de festivales nos gusta contar con estrenos y nosotros contamos con unos cuantos, incluido el absoluto de Tanttaka («Mujeres en sus camas», «Emakumeak izarapean»). Pero es verdad que no es nuestro principal objetivo. De hecho, hay obras que podríamos haber ofrecido como estreno, pero no nos ha importado que las compañías que las representan hayan hecho previamente unas funciones por aquí, entre otras cosas, porque nos sale a todos más económico, que no es lo mismo venir de Cádiz o Madrid a hacer un bolo que hacer cuatro o cinco.

Ha citado implícitamente una de las características de las Jornadas, el contar con un presupuesto ajustado, en torno a los 150.000 euros.

Y dedicamos hasta el 80% de él en la contratación de espectáculos, lo que, hasta donde conocemos, es excepcional en cualquier festival, porque hay muchos gastos. Nosotros podemos hacerlo porque quienes participamos en la organización lo hacemos desinteresadamente, en plan amateur.

Haga una excepción en la discreción propia de los organizadores de festivales y díganos, por favor, ¿qué espectáculos del programa recomienda?

A la gente más joven y a los que se quieran divertir en el sentido tradicional de la palabra les van a gustar «Mi misterio del interior», de la compañía Ron Lalá, «La magia de Brodway», un musical con los mejores números de «El fantasma de la ópera», «La bella y la bestia» y otras obras de éxito, y «O grande criador», de la portuguesa Companhia do Chapitô. A los «amantes» del teatro les gustarán la obra de Teatro Corsario, con su visión desmitificadora de Colón, o La Zaranda, de Cádiz. Las cuatro obras en euskara, entre ellas «Artea», que está arrasando, también están muy bien. En general, yo recomendaría a la gente que probase con los nombres menos conocidos. «Un Picasso», de Sacristán, está muy bien, qué duda cabe, pero también se representará en Donostia, Bilbo, Gasteiz y otras localidades. En cambio, las obras de compañías menos conocidas, quizá sólo haya ocasión de verlas en Eibar.

El programa se cierra con un doble estreno: el del último espectáculo de Moncho Borrajo y el del nuevo Coliseo.

Monchjo Borrajo no sólo estrena espectáculo, sino que estrena el espectáculo con el que se despide de los escenarios, y, efectivamente, no lo hará en el que hasta ahora ha sido la sede tradicional de las Jornadas, la Universidad Laboral, sino en el Coliseo. No será una inauguración formal del nuevo equipamiento, cuyas obras no terminarán hasta finales de abril, pero el Ayuntamiento tenía muchas ganas de hacer algo y nos ha parecido bien, así es que lo acondicionarán para la ocasión.

«La apertura del Coliseo nos obliga a buscar una especialización"

¿La apertura de un nuevo equipamiento teatral, el Coliseo, hace, paradójicamente, que las Jornadas entre en crisis?

Crisis en el sentido teatral, en el sentido de búsqueda, porque, si a partir de ahora el Ayuntamiento hace una programación normal en el Coliseo, con una o dos funciones mensuales, las Jornadas tendrán que reorientar su línea.

No parece que le preocupe mucho.

Para nada. Contar con una programación normalizada es excelente. Lo que pasa es que eso obliga a buscar cierta especialización. Podemos optar por una programación más corta pero con espectáculos de mayor producción o por monólogos o por obras clásicas....

¿Se realizarían en la Universidad Laboral, como hasta ahora, o en el Coliseo?

Quizá en ambos, pero eso no se ha planteado todavía. Parecería lógico que el grueso del programa tuviese lugar en el Coliseo, porque la gente no entendería que, contando con un teatro céntrico, tuviera que desplazarse a la Uni.

Dice el tango de Gardel «que veinte años no es nada». ¿Y treinta?

Si en realidad no son treinta, sino más, lo que pasa que, al principio, no numerábamos las jornadas y las organizábamos cuando podíamos, lo mismo en primavera que en otoño.

La organización es básicamente amateur y usted es ya veterano. ¿Hay relevo?

Cuento con algunos ex alumnos que me ayudan mucho, a pesar de que, lógicamente, tienen sus respectivos trabajos. Por eso, a corto plazo, sí veo viable el futuro de las Jornadas. A medio y largo plazo, en cambio, si es que interesan, el Ayuntamiento tendría que asumirlas, porque los alumnos, lógicamente, se van, es ley de vida, y, además, los tiempos cambian.

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