BIDASOA 25

CIUDAD REAL 30

Al todopoderoso Ciudad Real le bastaron cinco minutos para sentenciar el choque con un 0-6 de salida. A partir de ahí, los manchegos se dedicaron a dosificar su renta y a no gastar ni un gramo de fuerza de cara al partido de Liga Campeones que les espera el sábado ante Portland.

Con los espectadores todavía acomodándose en la grada de Artaleku, el equipo visitante arrolló a un Bidasoa que salió un tanto acomplejado. No es de extrañar, ya que la diferencia entre ambos equipos es abismal. Los jugadores dirigidos por Julián Ruiz tardaron seis minutos en ver portería, mientras que los del Ciudad Real anotaban prácticamente un tanto por minuto. Del 0-6 del minuto 5 se pasó a otros parciales que reflejaban, bien a las claras, lo que estaba sucediendo sobre la pista.

Un voluntarioso Bidasoa nada podía hacer ante el recital de Hombrados en portería y los lanzamientos desde nueve metros de los Rutenka, Stefansson, Belaustegi y Dujshebaev, éste último técnico y jugador al mismo tiempo.

La ventaja dejó de crecer cuando los visitantes quisieron que así fuera y se estabilizó entre los seis y los siete goles a su favor, ya no sólo en la primera mitad -que finalizó 13-20-, sino también en la segunda parte. Salvo cuando Ciudad Real colocó una máxima de nueve goles en el minuto 46 (19-28) como respuesta a la tímida reacción de Bidasoa, que seis minutos antes se había acercado a seis goles (18-24).

Con el partido totalmente sentenciado, los machegos se relajaron definitivamente y eso permitió que los guipuzcoanos firmaran un parcial final de 6-2 que dejó el resultado en un decoroso 25-30.

Los irundarras, que permanecerán por segunda jornada consecutiva en zona de descenso, se fueron a la ducha con el consuelo de haber derrotado al Ciudad Real en la segunda mitad (12-10).