Dos días después de la manifestación de Iruñea, ayer se seguían haciendo cuentas sobre el número de manifestantes y sobre el porcentaje de los mismos que llegó desde fuera de Nafarroa gracias al impulso movilizador del PP. Por ello, tras la sesión semanal del Consejo de Gobierno, su portavoz, Alberto Catalán, insistió en tratar de restar importancia a la cifra de autobuses y en argumentar que, pese a que muchos de ellos llevaban matrículas de otras comunidades autónomas, en realidad transportaban a ciudadanos navarros.

En la manifestación hubo elementos que alimentan la sensación general de que muchos miles de participantes habían sido movilizados por el PP. Por ejemplo, la masiva presencia de banderas españolas (que se vendían a diez euros mientras que los símbolos navarros eran gratis, pese a lo cual las rojigualdas fueron mayoritarias), la proliferación de carteles con los lemas habituales de ese partido o la velocidad con la que se vació de gente el centro de Iruñea después de una manifestación tan masiva.

Miguel Sanz, presidente del Gobierno navarro y de UPN, dio ayer otra prueba de la incomodidad que le produce el desembarco del PP al agradecer a Mariano Rajoy, Angel Acebes o Eduardo Zaplana que «supieron estar en su papel, en segunda fila y con absoluto respeto a nuestro régimen foral». Sanz sostuvo que «el convocante, el protagonista y el que lideró la manifestación fue el Gobierno de Navarra».

Lo mismo hizo su homólogo de CDN, Juan Cruz Alli, que estimó que «no era una manifestación de la dinámica del PP, sino una manifestación institucional. El hecho de que vinieran dirigentes del PP ha dado lugar a que utilicen esta manifestación de una manera torticera diciendo que fue una manifestación contra Zapatero cuando fue una autoidentificación del pueblo navarro».

Blanco ve disgusto de UPN

El número dos del PSOE, José Blanco, por contra, no mostró dudas de que hacia Nafarroa partieron el sábado «cientos de autobuses» repletos de militantes del PP. Añadió incluso que le consta el «disgusto» de los responsables de UPN: «Están preocupados porque saben que eso les va mal, porque los navarros tienen un sentimiento muy fuerte de identidad, militen en cualquier formación política. Por eso son UPN y no PP», resaltó Blanco.

El PSOE tiene claro que la masiva manifestación de Iruñea es sólo una más dentro de la dinámica abierta por el PP contra el Gobierno de Zapatero. «Cada semana, la mentira es más grande, y cada sábado, la manifestación es más absurda», afirmó Blanco. «Rajoy sabe que miente sobre Navarra pero, para justificar una manifestación cada sábado por la tarde, hay que estar dispuesto a hacer mucha demagogia», puntualizó.

El cabeza de lista del PSN, Fernando Puras, mostró una opinión similar ayer en los pasillos del Parlamento. Reiteró que la movilización del sábado se sustentó en «una mentira como la de las armas de destrucción masiva y la del 11-M». Se quejó también de que «UPN ha sometido a la institución a los intereses del PP» y consideró igualmente que les pasará factura.

Aralar e IU

Para Patxi Zabaleta, coordinador de Aralar, UPN y CDN «han hecho el trabajo sucio» al PP. Pero criticó además la posición adoptada el viernes por los candidatos del PSN, de la que dijo que «está a la defensiva» y «obedece a su debilidad», aunque saludó que en el último párrafo de la declaración que leyó Puras se hable del derecho a decidir de la ciudadanía navarra.

Por parte de IUN, José Miguel Nuin auguró igualmente que la movilización «fue una mentira que tendrá un coste electoral: si el sábado se manifestó la derecha, el 27 de mayo lo hará la izquierda». Desde Madrid, el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, dejó muy claro que «si depende de nosotros, habrá un gobierno alternativo».