Merkel consigue presentar una declaración llena de intenciones
La tan esperada Declaración de Berlín se presentó ayer, tal y como estaba previsto. Angela Merkel, José Manuel Durao Barroso y Hans-Gert Poettering firmaron el documento en presencia de los 27, haciendo públicas sus intenciones de seguir avanzando y comprometiéndose a solucionar el atasco constitucional antes de 2009. En cualquier caso, también se oyeron algunas voces críticas con Merkel, como la del presidente checo, Václav Klaus.
GARA |
La canciller alemana y presidenta de turno de la UE, Angela Merkel; el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso; y el presidente de la Eurocámara, Hans-Gert Poettering, firmaron ayer la Declaración de Berlín para conmemorar el 50 aniversario del proceso de integración europea en nombre de las tres principales instituciones comunitarias, y se comprometieron así a resolver la crisis que bloquea la UE desde hace dos años antes de las próximas elecciones al Parlamento Europea, en la primavera de 2009.
La firma tuvo lugar en el Museo de Historia Alemana en presencia de los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete y sus respectivos cónyuges, representantes de los grupos políticos de la Eurocámara y estudiantes del programa Erasmus.
En su intervención ante los presentes, Merkel citó la declaración al insistir en que a los socios de la Unión les une la meta de renovar los fundamentos comunes de la UE antes de los comicios de 2009 y subrayó su compromiso de que la ruta para ese objetivo se defina antes del fin de la Presidencia alemana, a finales de junio.
Al compromiso de renovar la UE en un plazo de dos años se refirieron también en sus intervenciones Barroso y Poettering, así como el primer ministro italiano, Romano Prodi, el único jefe de Gobierno que intervino por ser su país el lugar en el que oficialmente nació la CEE.
A lo largo de un discurso muy personal y no falto de notas de humor, Merkel afirmó que «la UE necesita más y más claras competencias que ahora: para la política energética, Exterior, Interior y Justicia. Debe definir claramente cuáles son las competencias de los estados miembros y cuáles las de la comunidad».
«Debe concentrarse en lo esencial y, siempre que sea posible, salvaguardar las características nacionales de los países miembros. Debe asegurarse de que sus instituciones funcionen de manera eficiente, democrática y verificable también con 27 y más estados miembros. Hay demasiado en juego», agregó.
Reconoció que «quien esperaba que a los 50 años del Tratado de Roma contásemos con una institución se verá decepcionado. Pero también es cierto que Europa es consciente de que necesita reforzar su constitución interna. Nuestra declaración indicará el camino, porque sabemos que debemos seguir adaptando la estructura política de Europa a los tiempos que vivimos actualmente».
Merkel añadió que si no se cumplen las expectativas «sería una negligencia histórica. Lo que decidamos tendrá efectos a largo plazo, para bien y para mal» y avanzó que seguirá apostando por mantener unas buenas relaciones con EEUU y por una OTAN fuerte.
Pese a ello, abogó por mantener «una amplia y estratégica sociedad con Rusia. La sociedad estratégica con Rusia y la Alianza Transatlántica no son contradictorias, sino una necesaria complementación».
El presidente de la República francesa, Jacques Chirac, ratificó ayer su total apoyo a la canciller Angela Merkel en el debate del tratado constitucional de la UE, en la que fue su cumbre de despedida, ya que no se presentará a las elecciones presidenciales cuya primera vuelta es en abril.
«Francia apoya completa y totalmente a la canciller Merkel», dijo Chirac en una intervención ante la prensa al cierre de la cumbre de líderes de la UE celebrada en Berlín.
El presidente francés, cuyo país precipitó, junto con los Países Bajos, la crisis constitucional con el «no» a la Constitución europea en sus respectivos referendos en 2006, recibió asimismo un regalo especial de Merkel: una jarra de cerveza de 1799, ilustrada con imágenes de Napoleón en Egipto.
Desde su llegada a la cancillería, Merkel se ha esmerado en reforzar el tradicional eje franco-alemán como motor europeo.
Chirac se despidió como líder de una cumbre de la UE haciendo hincapié en su convicción de que la cooperación franco-alemana es «decisiva» para el buen funcionamiento de la UE y el éxito del actual debate constitucional.
Merkel también tuvo que escuchar críticas ayer, como las del presidente checo, Václav Klaus, que destacó que «ha faltado un debate y una discusión democrática».
«No se puede actuar así», declaró Klaus a la televisión alemana ARD, calificando, además, de «muy problemático el hecho de que nos facilitaran el texto apenas 24 horas del inicio de la cumbre». Por ello, lamentó que algunos países no se sientan vinculados al texto.
