Tres niños fallecieron ayer en Herat cuando jugaban con una vieja bomba en la escuela de Pai Minar, donde estaban escolarizados, según indicó el jefe de la Policía local, Nesa Ahmad Paikar. Otros cuatro menores resultaron heridos por la explosión y fueron trasladados al hospital.

Según Nesa Ahmad Paikar, el artefacto procedía de la guerra que llevó a los talibán al poder de Afganistán, entre los años 1996 y 2001.

Las minas y otros artefactos que quedan sin explotar después de 30 años de guerras y conflictos han acabado con la vida de cientos de afganos, especialmente niños.

Cada mes mueren en el país 60 personas, la mitad de ellas, menores, a causa de este tipo de dispositivos, según el Centro de Acción contra las Minas de la ONU para Afganistán.

Otras cinco personas murieron en un ataque contra un convoy de la ONU. Cuatro de los fallecidos eran guardias nepalíes contratados por la ONU, y el quinto era el conductor del vehículo, de nacionalidad afgana. Formaban parte de los servicios de Seguridad de la ONU, según confirmó el jefe de la Policía de la zona, Esmatullah Alizai.

La explosión destruyó completamente el vehículo, a pesar de que era blindado, y sus restos quedaron esparcidos por la carretera. Aleem Siddique, portavoz de la ONU, confirmó la explosión contra uno de sus vehículos «cuando se dirigía a la base de Kandahar», pero no habló del número de víctimas. Se trata del quinto ataque en cuatro días contra las tropas internacionales destacadas en Afganistán.

El jefe de Policía aseguró que el artefacto había sido instalado poco antes de la explosión por «enemigos de Afganistán», un término utilizado por los funcionarios afganos para referirse a los insurgentes talibán.

La Organización de Naciones Unidas indicó en un comunicado que el artefacto fue activado por control remoto al paso del convoy. «Los ataques contra civiles son una clara violación de la ley humanitaria internacional y la ONU buscará el castigo para quienes están detrás de la acción», dijo en el comunicado el portavoz de la organización en el país, Adrian Edwards.

En el documento, la ONU expresó también su condolencia por la muerte de tres niños esta mañana en una explosión en Herat (oeste).

Ambos sucesos se produjeron el mismo día en que el Consejo Atlántico, máximo órgano decisorio de la OTAN, inició una visita al país, en el transcurso de la cual está previsto que se entrevisten con el presidente.