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Botero: «A mis 75 años me siento como de 20»

Fernando Botero ha celebrado hace unos días su 75 cumpleaños en Madrid, mientras recibe conmemoraciones y homenajes. El artista colombiano sigue creando, movido por las injusticias del mundo.

GARA | MADRID

El pintor y escultor colombiano Fernando Botero, que hace unos días ha sido condecorado por el Gobierno español con la Gran Cruz de la Orden de Isabel La Católica y por el Ejecutivo colombiano con la Orden de San Carlo aseguró que «a mis 75 años me siento como de 20» y confesó, además, que está «abrumado y agradecido» por los homenajes que ha recibido con motivo de su cumpleaños.

Dijo sentir aún «una energía y vitalidad que me permite pintar todos los días durante ocho horas, inclusive los sábados y domingos». Afirmó también que «lo más satisfactorio que me ha pasado en la vida es haberme descubierto a mí mismo, tener un estilo único».

«Eso lo logré siendo muy joven, y a eso le debo todo en mi vida. Lograr que la gente vea un cuadro mío y sepa que es mío es un gran honor que no tienen muchos», aseveró.

Exposición en Bilbo

El pintor y escultor colombiano expondrá sendas retrospectivas de su obra en Valencia y Barcelona en 2008 y 2009. La primera retrospectiva, que acogerá el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), tendrá probablemente «más de cien obras», mientras que de la muestra de Barcelona, que se expondrá en La Fundación La Caixa, desconoce aún el tamaño. Además, el artista tiene previsto exponer sus esculturas monumentales en Bilbo, Sevilla, Palma de Mallorca y Barcelona.

A una pregunta acerca del trabajo de denuncia social realizado con su pintura en los últimos años, Botero contestó que «el artista tiene un estilo que sirve para decir cosas alegres o tristes, positivas o negativas». El pintor explica cómo, en su caso, pintó «una América Latina desde un punto de vista más o menos amable. Después vino la violencia de Colombia y, sin abandonar mi estilo, hice una serie de obras que muestran el drama de mi país».

«Y luego llegó lo de (la cárcel iraquí) Abu Ghraib, una revelación que golpeó al mundo entero», recuerda Botero. El artista explica que el hecho de «descubrir que ese país (Estados Unidos), modelo de compasión y defensor de los derechos humanos, estaba torturando a los iraquíes, como lo había hecho Sadam Husein», le produjo «ira». Ese sentimiento generado por una «falta de moral e hipocresía» le motivó para pintar una serie de ochenta obras que próximamente serán exhibidas en Milán (Italia) y en noviembre próximo en la capital estadounidense. El artista colombiano imagina la próxima década de su vida como un periodo de trabajo intenso, pues siente «necesidad de trabajar más y más».

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