Cinco soldados estadounidenses murieron y tres desaparecieron en un ataque registrado ayer a unos 30 kilómetros al sur de Bagdad. Según explicó el portavoz del Ejército, William Caldewell, la patrulla fue atacada de madrugada y hubo, por lo menos, una explosión seguida de fuego de armas ligeras.

Otra unidad que estaba en las cercanías intentó sin éxito comunicarse con ellos. Cuando llegaron al lugar, una hora después, se encontraron con que había cinco soldados muertos y tres más desaparecidos, entre ellos, el traductor iraquí que les acompañaba. Se cree que fueron capturados. Tras cercar la zona, comenzaron a rastrearla.

«No cesaremos en la búsqueda de nuestros hombres hasta conseguir esclarecer su suerte y su paradero con exactitud», declaró Caldewell.

En una avenida de Bagdad, un hijo del vicepresidente de Irak, Ahmed Tarek al Hachemi, resultó herido de gravedad cuando una bomba estalló al paso del coche en que viajaba en Al Ameriya, al oeste de la capital. Al Hachemi fue trasladado al Hospital Ibn Sina, administrado por las tropas estadounidenses. Su padre es también secretario general del Partido Islámico de Irak, la mayor formación política árabe suní participante en el Gobierno del primer ministro chií, Nuri al Maliki.

Además de estos atentados, dos bombas explotaron junto a sendas patrullas militares estadounidenses en los barrios de Al Baladiyat y Al Sayedia, en el este y suroeste de Bagdad. En la localidad de Al Madaen, al sur de la capital, un supuesto kamikaze fue abatido por la Policía antes de que empotrase su coche contra un puesto de control.

Y, un días más, aparecieron nuevos cadáveres en diversos lugares de la capital iraquí. Fuentes policiales informaron del hallazgo de 17 cuerpos maniatados y sin documentos de identidad.

En este contexto, el líder de los talibanes, el mulá Mohammad Omar, llamó ayer a los pueblos afgano e iraquí a unirse en su lucha contra Estados Unidos. «No usa sólo armas biológicas para matar a los musulmanes, sino que también intenta debilitarlos haciendo que luchen unos contra otros», subrayó en un comunicado en internet.

Surge un nuevo «frente unido»

Por ello, emplazó a combatir la política estadounidense que, según denunció, «en Irak consiste en enfrentar a sus gentes llamándoles chiíes y suníes, mientras que en Afganistán dividen al pueblo con los nombres de pasthunes, hazaras y tayikos». Omar pidió también a los clérigos y eruditos afganos que se sumen a sus filas.

Junto a este llamamiento, cuatro grupos de la resistencia iraquí anunciaron la creación del Frente de la Yihad y la Reforma para combatir a las fuerzas de EEUU e iraquíes. «El Ejército Islámico, Ansar Al Sunna, el Ejército de los Muyahidin y las Brigadas de la Década de los Veinte han decidido formar un frente unido con una estrategia única», indicaron en un comunicado difundido por la agencia de noticias iraquí Ausat Al Irak.