Recién llegado de Australia, Andrew Kidman nos recibe en la Sala de Exposiciones de la Biblioteca Municipal de Donostia, donde monta «Way of the Bird», muestra de fotografías e ilustraciones que realizó para el libro del mismo título y del que se presentan ahora las traducciones en euskara y castellano, con motivo del Surfilm Festibal.

¿Qué supone la proyección de «Litmus» pasados diez años?

Hicimos el filme para mostrar a la gente cómo vivimos el surf. Eran aquellos años en los que se estaba convirtiendo en algo comercial y queríamos abordarlo desde un punto de vista independiente. Lo que ha sucedido después es que la gente lo ha considerado casi como un filme de culto, pero nosotros no lo hicimos con esa intención. Ahora, que tras diez años se proyecte «Litmus», me parece genial.

La banda sonora la elaboraron en muy poco tiempo...

Lo de la banda sonora fue un poco especial; primero surgió la música y luego vino la idea de hacer la película. En un sólo día hicimos veinticinco canciones, grabadas en vivo porque no teníamos dinero para alquilar el estudio durante más tiempo y, bueno, salió bien. Viajábamos mucho y empezamos a grabar imágenes basándonos en la música. Resultó que encajaba bien.

Y, mañana, ofrecerá un concierto en Doka kafe antzokia. ¿Qué ofrece sobre el escenario?

Bueno, cuando voy con el grupo -The Val Dusty Experiment- suele ser algo diferente pero, aquí, estaré yo sólo con mi guitarra, así que creo que será un concierto folk. He escuchado en un bar una canción de Mikel Laboa, «Txoria Txori», y estoy pensando en hacer una especie de versión pero, no sé, ya se verá.

También se presentan las traducciones de «Way of the Bird». ¿Cómo recibió la noticia? ¿Se ha traducido a otros idiomas?

No, es la primera vez que se traduce y me parece genial, me entusiasma ver que el libro sigue su curso. Además, vine a Euskal Herria hace quince años, me encantó y me alegra que se traduzca al euskara.

Narra la historia de un veterano que transmite su pasión por el surf a un joven. ¿Qué pretende transmitir?

El surf se ha convertido en algo comercial. Hay muchísima gente que surfea y, tal vez, no sabe si lo hace porque está de moda o por las marcas, que están ahí y tienen su influencia. Creo que el surf es algo mucho más íntimo y pretendía que la gente se preguntara por qué lo practica.

Montarán una exposición sobre el libro, creo que formado por bocetos originales.

Sí, lo que se muestra es el proceso de elaboración. Primero se sacaron las fotografías y luego Andy Davis hizo las ilustraciones que encajan en ellas. Se ven los originales y los montajes, ya con las fotografías.

El festival entremezcla el surf con el cine, la naturaleza, la música, la fiesta en la playa... ¿Forma todo eso parte de la cultura del surf?

La verdad es que es muy difícil definir lo que es hoy en día la cultura del surf. Cuando empezó en Hawai era más fácil pero, hoy por hoy, cada país ha hecho su propia adaptación e interpretación del surf. Lo único que se hace en todos es coger olas. Creo que también esto se ve en el festival, que si alguien ve todas las películas que se proyectan se da cuenta de que, en cada lugar, el surf tiene su significado. En el festival habrá una mesa redonda en la que se analizará hacia dónde va el surf, y creo que las preguntas quedarán en el aire, porque cada uno tiene su propia respuesta.