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CRÓNICA | OPOSICIÓN AL TAV EN NAFARROA

«Algunos pueblos se han enterado por nosotros de que el TAV pasaría por allí»

La falta de información en torno al proyecto del TAV es una característica más del mismo, y en Nafarroa aún domina el desconocimiento sobre esta descomunal infraestructura. Aunque la Asamblea trabaja desde hace años, hace unos meses nació AHT Gelditu! Elkarlana, y la oposición ha tomado un nuevo impulso.

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Jasone MITXELTORENA

Hace ya doce años desde que en Hego Euskal Herria surgieron las asambleas contra el Tren de Alta Velocidad. En Nafarroa su labor ha consistido en informar mediante charlas y marchas a distintas zonas afectadas, en organizar jornadas anti-desarrollo o en convocar movilizaciones. También han participado en la organización de las acampadas que la Asamblea organiza anualmente en pueblos afectados de todo Hego Euskal Herria.

En Nafarroa se han celebrado en Uharte Arakil y Atallu, en el valle de Araitz. La Asamblea se caracteriza tanto por la oposición a la alta velocidad como al modelo capitalista que lo representa. Así lo explican Bea Arana, Luis Iriarte y Paulino Uharte, miembros de la misma.

Entre 1999 y 2000 nació AHT Gelditu! Elkarlana de Euskal Herria, a la que se adhieren muchos colectivos sociales y políticos, y la oposición cobra una mayor dimensión. En Nafarroa ocurre lo mismo en 2006, cuando la Asamblea convoca a distintos organismos. Todos coinciden en unos principios: La firme oposición al TAV, sin opción a alternativas; la reivindicación del derecho a veto de los pueblos afectados y la denuncia del procedimiento de información, ya que en sus palabras «el proyecto no se ha dado a conocer, no se ha informado a los pueblos afectados -algunos ayuntamientos se han enterado del paso por su localidad mediante la Asamblea- y su justificación se basa en mentiras».

Algunos de los colectivos que se han unido a la lucha de la Asamblea son la Plataforma a favor del Tren Social de Erribera, distintos sindicatos, grupos políticos, vecinos afectados, Iruñerriko Gazte Asanblada, Lurra, Orreaga, Gurelur, Plataforma contra las térmicas de Castejón, Altsasuko Gazte Asanblada y Fundamento Orain Taldea. En la actualidad, las coordinadoras están asentadas en Iruñerria, Tafalla, Arakil y Sakana.

El trazado que afectaría a Nafarroa se integra en la línea que pretende unir Zaragoza con la ``Y'' vasca. Entra por Castejón para recorrer el herrialde hasta la muga con Gipuzkoa en Sakana. Ese recorrido se divide en cuatro tramos. El primero sería el que une Plasencia de Jalón (Zaragoza) con Castejón. El segundo sería desde esa localidad ribera a Iruñerria, en la que se proyecta la estación de Etxabakoitz, y el tercero llegaría hasta Zuasti.

El cuarto tramo se encuentra sin definir, ya que se barajan dos alternativas. Los otros tres han superado trámites como los estudios informativos (exposición pública y margen para las alegaciones, que no han sido respondidas) y la Declaración de Impacto Medioambiental. En este momento falta la licitación, el proyecto constructivo (sacar a concurso el proyecto y su adjudicación), el proceso de expropiación de terrenos -que ya se está dando en Araba- y finalmente la construcción.

De momento, aún sin la aprobación definitiva del proyecto, se están llevando a cabo los planes de la nueva estación que se pretende construir en Etxabakoitz para sustituir a la actual de Sanduzelai. La cuestión es que se prepara el terreno para el TAV, para hacer desaparecer la actual curva que forma el tren convencional en Iruñea, indispensable para que funcione la alta velocidad ferroviaria.

La intencionalidad real

«La clase dominante explotadora impulsa esta obra faraónica, máximo exponente de un modelo social que oprime y aliena a una gran mayoría de la sociedad». De esta manera resume la Asamblea los verdaderos intereses de la construcción del TAV. En Nafarroa, el mayor exponente de esa afirmación es «la operación especulativa preparada en Etxabakoitz alrededor de la nueva estación de tren», según explican los opositores.

En esa operación participan conjuntamente el Gobierno de Nafarroa, así como los ayuntamiento de Iruñea, Zizur Nagusia y Cendea de Zizur. Para ello crearon el Consorcio de Alta Velocidad de la Comarca de Pamplona, y el 22 de mayo comenzaron con los proyectos de urbanización.

Su finalidad es la de «gestionar el desarrollo urbanístico del área de la nueva estación de alta velocidad y de los territorios liberados por la eliminación del bucle ferroviario actual y de la estación», para lo que invertirán 457,4 millones de euros. La operación se gestionará como Plan Sectorial de Incidencia Supramunicipal y afectará a 2 millones de metros cuadrados entre la Ronda Oeste y la Avenida Arostegi -desmantelando la planta de Inquinasa, en Etxabakoitz- y otros casi 300.000 metros cuadrados en la zona liberada por el desmantelamiento de la actual estación y el bucle entre Sanduzelai y Buztintxuri.

El Consorcio llegó a un acuerdo con la Administración de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) para financiar los 110 millones de euros previstos para la construcción de la nueva estación. Según ese acuerdo, ADIF cederá gratuitamente los terrenos de su propiedad en el bucle que forma el actual tren y a cambio contratará, ejecutará y abonará las obras de la nueva infraestructura ferroviaria correspondiente al trazado Eskirotz-Zuasti.

La alcaldesa Yolanda Barcina valoró el plan como «el mayor proyecto urbanístico» realizado en Iruñea, asegurando que, de esta forma, «se saldará la deuda histórica que se tenía con Etxabakoitz». Esta afirmación parece carente de sentido si se tiene en cuenta que la construcción de la urbanización (7.100 viviendas y oficinas, hoteles, parque empresarial biotecnológico, feria de muestras, centro comercial, campo de golf...) con una avenida de seis carriles aislaría las viviendas del grupo Urdanoz de las actuales dotaciones como la escuela y la biblioteca.

Empiezan con la estación

Así se prepara el terreno para la futura implantación del TAV. Hoy por hoy el proyecto se encuentra bloqueado porque «el Ministerio de Fomento no abre los documentos que enviamos para que nos sentásemos a negociar», declaró Miguel Sanz en su día, pero adelantó «la decisión de poner en marcha los proyectos desde Nafarroa». El consejero Álvaro Miranda también señaló la urgencia de la infraestructura. «Es una obra vital para Nafarroa que nos permite ponernos en la puerta de Europa desde el punto de vista de transporte de mercancías», manifestó a los periodistas.

Esas afirmaciones muestran la necesidad y firmeza de las autoridades navarras para llevar a cabo su plan. El ejemplo de Etxabakoitz evidencia el beneficio económico que acarrearía a determinados sectores empresariales. Más allá de ese beneficio, «muestra el modelo de sociedad que impulsan», explica la Asamblea contra el TAV. «Aunque la información ofrecida por el Gobierno a la ciudadanía es escasa -según denunciaron- las razones expuestas son las de `mejorar la comunicación', cuando solamente uniría las capitales agrandando la metrópoli y desfavoreciendo a los pueblos que pasarían a ser meros servidores de la central, y `trasvasar el tráfico de las carreteras', cuando en realidad el tráfico aumentaría al tener que desplazarse hasta las capitales para poder hacer uso del tren». Además, tal y como se prevé que aumente el tráfico, especialmente el de mercancías, el TAV sólo cubriría una reducida parte del mismo. Aseguran que «esas razones argumentativas se caen por su propio peso».

Según su criterio, «el TAV no viene como sustituto, sino como complementario». Sus argumentos se hacen más contundentes cuando recuerdan los proyectos previstos para construir cada vez más infraestructuras (el amejoramiento de la carretera N- 121 para llegar a Irun, las autovías a Jaca y a Logroño, la Transpirenaica) y el aumento de carreteras sólo se entiende como apoyo al tráfico. Por ello, afirman que la verdadera función del TAV sería la de ser un avión terrestre, que a los que verdaderamente contribuiría sería a los usuarios habituales de los aeropuertos; los que se mueven de capital a capital, que contarán con la infraestructura necesaria «para evitar los colapsos de los aeropuertos».

«El TAV comunicaría los centros de poder (Miguel Amorós. «Discurso contra el TAV»)», es una afirmación recogida en el informe elaborado por la Asamblea. En el mismo se añade que «las grandes empresas y grupos oligárquicos locales ligados a las empresas cementeras y constructoras son los verdaderos interesados; no es de interés general como afirman los dirigentes políticos». Se explica que el uso habitual del TAV está restringido a una minoría de la población navarra, en detrimento de la mayoría que «pagaría la costosísima infraestructura».

Para entender el problema en su contexto, en el informe exponen que se trata de una de las consecuencias de la globalización y que el mayor problema es la deslocalización de mercancías, ya que al tener que traerlas de fuera se está fomentando el tráfico. Para el 2020 se duplicaría la cifra de mercancías del 2000, y ello supone «la progresiva desaparición de las producciones y consumos locales». Añaden que «lo cercano se convierte en cada vez más lejano y lo lejano en cada vez más cercano» y «según aumentan las infraestructuras para ir más rápido, la sensación de falta de tiempo se hace más intensa». El criterio de velocidad está en contraposición con la accesibilidad, la conexión y la comunicación, según declaran.

La desinformación, la clave

Los argumentos anteriormente expuestos señalan que los interesados ocultan los verdaderos motivos, y es que parece imprescindible que se basen en «la desinformación y la mentira» para llevar a cabo sus ambiciones. Las encuestas sociológicas realizadas en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa demuestran que los ciudadanos se muestran favorables al proyecto hasta que se informan, que es cuando se oponen. Y es por ese motivo también que los pueblos no pueden decidir sobre este asunto que les afecta directamente. AHT Gelditu! Elkarlana centra su actuación en informar y exigir que los consistorios tengan derecho a veto.

Informan a la ciudadanía sobre este proyecto que afecta negativamente a toda la sociedad mientras beneficia a la pequeña élite de los gobernantes. Frente a los tópicos de progreso y desarrollo económico, la Asamblea plantea reducir el transporte y por lo tanto el tráfico. ¿Cómo? Dejando de construir infraestructuras que lo faciliten y haciendo desaparecer la necesidad de viajar creando cercanía.

En la actualidad hay que «socializar la información» y, para ello, se organizan charlas y marchas, se reparten mapas del trazado, se contextualizan las tres partes de los tramos dentro del proyecto que viene desde Madrid... También es importante crear grupos locales en los pueblos afectados; los vecinos de la Cendea de Zizur y los pueblos adyacentes han creado una plataforma en contra del vertedero que pretenden construir en las faldas de Erreniega, concretamente en Undiano.

Este vertedero de grandes dimensiones (pantano de Eugi y medio) afectaría a todo el valle y a muchos pueblos. Recientemente realizaron una protesta ante el Departamento de Medio Ambiente para exigirle que niegue el permiso a la construcción del escombrera que forma parte de la infraestructura necesaria tanto para el TAV como para la hipotética urbanización de Gendulain, por la descomunal cantidad de tierra y escombro que saldría de ambos proyectos.

AHT Gelditu! de Iruñerria cree necesarias «respuestas y resistencias por parte de los pueblos y barrios contra la agresiva ocupación del territorio y los importantes ataques que dejan a la sociedad sin capacidad de decisión» y empujar el debate y la lucha contra el TAV.

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