Para Solidarios con Itoitz, la marcha que comenzó el jueves y finalizó el domingo «ha evidenciado en la práctica lo que ya sabíamos en la teoría, que Itoitz y Esa son dos monstruos calcados, y que los problemas que generan a la población y oposición son muy similares».

En un comunicado hecho público ayer, el colectivo asegura que «debatiendo y conviviendo estos días con habitantes de Agoitz, Zangoza, Artieda y Ruesta hemos puesto en común nuestras luchas y preocupaciones, que son las mismas al fin y al cabo».

La marcha comenzó el pasado jueves a las 20.00 desde el frontón de Agoitz, decorado con pancartas y banderolas que pedían el vaciado del pantano y la libertad, tanto para los ríos Irati e Urrobi como para Julio Villanueva, detenido el pasado 17 de agosto por el corte de cables en la presa de Itoitz, hace 11 años.

Cuarenta personas iniciaron la subida al alto de Aldunza para poder llegar a la presa y oír las explicaciones de los vecinos y vecinas amenazadas por el pantano. En el alto se encontraron con varias dotaciones de la Guardia Civil (algunos de ellos con material antidisturbios), que les impidieron subir a la presa, por lo que decidieron subir por la ladera derecha hasta coger una cierta altura desde donde ver la presa .

Los vecinos explicaron la situación del pantano, en estos momentos en pruebas de llenado -actualmente se encuentra a un 70% de su capacidad- y recordaron que desde septiembre de 2004 se han registrado más de 1.200 terremotos.

El viernes se desarrolló la segunda jornada de la marcha, pasando por los pueblos a la orilla del Irati, con presencia constante de la Guardia Civil. Habiendo pasado por Ekai, Aos, Murillo, Artajo y Artieda, y tras comer a orillas del Areta, junto a Ripodas, la marcha continuó por Lunbier hasta Liedena para seguir hacia Zangoza.

Más Guardia Civil

El sabado, 80 bicis salieron hacia Artieda. En Xabier les esperaba la Guardia Civil, que ya entonces vigilaba y controlaba la marcha, y al salir del castillo identificó a varios participantes. En este día se siguieron estudiando los efectos de un hipotético recrecimiento de la presa.

La marcha concluyó el domingo con una concentración ante la cárcel de Iruñea para pedir la libertad de Julio Villanueva.