La resaca del Camp Nou
Los errores ajenos no impiden el ejercicio de autocrítica
El arbitraje del Camp Nou todavía escuece en un Athletic que, sin embargo, prefiere no centrarse en el análisis de los fallos de Megía Dávila sino en el de los propios, para buscar el camino que debe llevarle a la primera victoria de la temporada
GARA | BILBO
Nadie pone en duda que el arbitraje fue un factor clave en la derrota del Athletic en el Camp Nou. Pero los rojiblancos son también los primeros en reconocer que, no pudiendo evitar los errores arbitrales, es mejor centrarse en los propios como primer paso del camino que debe llevar al equipo a sumar su primer triunfo de la temporada.
Lo cual no quiere decir que la actuación de Megía Dávila haya dejado de escocer. «Está claro que el árbitro se equivocó -se lamentaba ayer Andoni Iraola-, pero al final es algo que no está bajo nuestro control». Por eso abogó de inmediato por «centrarnos en mejorar, sobre todo lo de la primera parte, aunque en la segunda el equipo estuvo mejor». En la misma línea se expresó David López, para el que «las jugadas (el inexistente penalti de Gorka Iraizoz a Thierry Henry y el gol fantasma de Yaya Touré) son claras», pese a lo que, como su compañero, apuesta por «no darle más vueltas porque no vamos a arreglar nada hablando de ello».
En opinión del centrocampista, la obligación de los rojiblancos pasa por «pensar en nuestros errores, intentar arreglar en los entrenamientos y afrontar los demás encuentros con otra mentalidad», aseguró en clara referencia a la pobre imagen ofrecida el domingo por el Athletic en la primera parte del choque. «No salir suelto al Camp Nou y regalarle la primera parte al Barcelona es darle mucho, aunque en la segunda parte el equipo estuvo mejor, con más ganas y más concentrados. Con el 2-1 incluso les metimos el miedo en el cuerpo», recordó el jugador.
Aspectos, en definitiva, que hay que mejorar para sumar cuanto antes el primer triunfo de la temporada. Por ejemplo, ante el Zaragoza. «En San Mamés hay que darlo todo -destacó David López al respecto-. Los equipos que vengan deben saber que tienen que sufrir para puntuar. Nuestra Liga está en casa y vamos a apretar desde el principio», advirtió.
Dobles sesiones
Por trabajo, desde luego, no será, porque la plantilla se ejercita en doble sesión desde ayer y hasta mañana. En el primer entrenamiento de la semana, con recuperación para los titulares, Joseba Etxeberria pudo entrenar con absoluta normalidad, mientras que Asier del Horno se limitó a corretear junto a Xabier Clemente.
El frustrado fichaje de Santi Ezquerro sigue dando de qué hablar. Mientras algún medio destaca que las pretensiones económicas del delantero frenaron su llegada al Athletic, el propio Ezquerro culpa a Fernando García Macua de lo sucedido.
«Hasta el último día del plazo tenía la oferta de volver a Bilbao y, cuando decidí aceptarla por la tarde, el presidente me ofreció unas condiciones diferentes de las que habíamos pactado», explicó el riojano, cuyas acusaciones contra García Macua fueron mucho más allá.
Según Ezquerro, de hecho, el por aquel entonces candidato a Ibaigane «me ofreció dinero por poder decir mi nombre» durante la campaña electoral.
No fue el único movimiento extraño de García Macua, siempre según la versión de Ezquerro, que declaró haberse ofrecido para negociar él mismo su carta de libertad «para que mi llegada le saliera gratis». una opción desestimada por el presidente rojiblanco. «Me pidió que no hiciera nada y envió a un representante (Gorka Arrinda) a negociar en nombre del Athletic».
Lo que parece claro es que Ezquerro -que el domingo le contó lo sucedido a Joaquín Caparrós- difícilmente volverá a vestir de rojiblanco, después de que ni la directiva -con una versión de los hechos muy diferente- ni el delantero hayan acabado satisfechos con lo sucedido. «Estoy un poco harto de que se venda una imagen falsa mía para lavar la de un presidente que se ha llenado la boca diciéndome que me iba a fichar -lamentó-, que está filtrando a los periódicos cosas que no son verdad y que no ha cumplido su palabra».
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