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La Mostra de Venecia cambia el racionalismo por la emoción, con la llegada del cine oriental

La Mostra cambió ayer su paso con la llegada del cine oriental, apoyándose sobre el lado derecho del cerebro, encargado de las emociones y el arte, dejando a un lado el racionalismo.

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GARA | VENECIA

«Los seres humanos no son fórmulas matemáticas, no son sólo razón», afirma uno de los personajes de la película ``Taiyang zhaochang shengqi (The sun also rises)'', dirigida por el chino Jiang Wen.

La transición hacia este tipo de cine, la ha hecho el cineasta estadounidense Wes Anderson con su filme ``The Darjeeling Limited'', ambientada en la India. La película cuenta la historia de tres hermanos, interpretados por Owen Wilson, Adrien Brody y Jason Schwartzman, que viajan por la India en busca de la paz y de la espiritualidad y de su madre, encarnada por Anjelica Houston. Una historia en apariencia disparatada pero cargada de metáforas sicológicas que ayudan a comprender la relación y las diferencias que mantienen los tres hermanos.

Anderson y los actores citados han contribuido a la transición entre los galanes de Hollywood que estos días han estado en Venecia, como George Clooney y Brad Pitt, y los asiáticos, como el director Jiang Wen y los actores Anthony Wong, Jaycee Chan o la Joan Chen.

La actriz de ``El último emperador'' (1987) hace doblete este año en la Mostra, pues también es protagonista de la película ``Se, Jie (Lust, Caution)'', del taiwanés Ang Lee. Pero a diferencia de Lee, cuyo paso por Hollywood le ha convertido en un director que mezcla lo oriental con lo occidental, Wen es un director chino en estado puro. Quizá por ello, comprender la película resulta difícil, ya que como dice otro de sus personajes: «¿Todavía no lo entiendes? Quizá porque no hablas chino».

Por ese motivo, la película es mejor verla con el paso cambiado y el lado derecho del cerebro, ya que están salidas de «un sueño», en palabras de Jiang Wen. Ese sueño se expresa a través de las metáforas, el color, la música, la búsqueda continua de la belleza en la fotografía y cuatro historias.

Aún en el lado izquierdo del cerebro y en el racionalismo, se proyectó también ayer la francesa ``La graine et le mulet'', de Abdellatif Kechiche, que cuenta la historia de un hombre divorciado y en mala situación económica que, pese a todo, intenta vivir cerca de su familia.

La puesta en marcha de un restaurante y cómo la familia llega a compactarse alrededor del proyecto mantienen el hilo narrativo de la película interpretada por Habib Boufares, Farida Benkhetache, Hafsia Herzi, Abdelhamid Aktouche y Bouraouia Marzouk. Todos esos personajes ayudan también a comprender las relaciones en la sociedad francesa y un latente racismo escondido en ella.

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