El primer pleno importante de la legislatura en el Ayuntamiento de Iruñea, celebrado el viernes, dejó en evidencia que UPN no cuenta con mayoría en temas de indiscutible repercusión social. Los votos conjuntos de Nafarroa Bai, PSN y ANV permitieron que se aprobaran mociones en favor del reconocimiento a los fusilados del 36, la recolocación de la estela en honor de Germán Rodríguez (abatido por la Policía en los Sanfermines de 1978) y el cese del polémico jefe de la Policía Municipal, Simón Santamaría. Sin embargo, no parece que Yolanda Barcina esté dispuesta a acatar la decisión mayoritaria de los representantes de la ciudadanía.

La desobediencia está ya confirmada en uno de estos tres ámbitos: la alcaldesa ha confirmado en su puesto a Santamaría. Lo hizo tras el Pleno del viernes, según confirmó el respon- sable policial ayer mismo, pocos minutos después de que la mayor parte de los concejales «reprobara» la actitud de Simón Santamaría y lo calificara como «un obstáculo para llevar a cabo un modelo de policía comunitaria». La primera edil de UPN se escuda en que se trata de un cargo cuya designación le compete en exclusiva.

Pero la lista de incumplimientos puede ampliarse. De hecho, ya el viernes, durante el debate sobre la estela de Germán Rodríguez, la concejal de ANV Mariné Pueyo concluyó espetando a la alcaldesa que «ahora sólo pedimos una cosa: que lo cumplan». Y Txema Mauleón, de Nafarroa Bai, le recordó que el Consistorio ni siquiera ha ejecutado una moción que se aprobó al final de la legislatura pasada con los propios votos de UPN, y que planteaba colocar una placa en recuerdo del asalto policial a los Sanfermines de 1978. «Hace ya tiempo de eso, no sé a qué esperan», indicó a los representantes del Ayuntamiento. Esto confirma que en su día el equipo de Barcina aprobó aquella propuesta únicamente con el fin de que no saliera adelante el texto alternativo que planteaba la reinstalación de la estela, y que ahora sí tiene aval mayoritario.

En el caso de los fusilados, el texto aprobado el viernes insta al Ayuntamiento a colocar una placa de recuerdo en los fosos de la Vuelta del Castillo, donde fueron abatidos a balazos decenas de vecinos de Iruñea y seis concejales del propio Consistorio de la capital navarra. José Iribas (UPN) argumentó que «no tiene sentido abrir ahora una cuestión de placas que reconozcan a unos y no a otros».

La posibilidad de que Barcina no acate estos mandatos mayoritarios quedó en evidencia ayer en las palabras del secretario municipal. Javier Horcada defendió en ``Diario de Navarra'' que «solamente si la moción tiene referencia a un asunto que es competencia de pleno, sea un planeamiento urbanístico o una ordenanza por ejemplo, será de obligado cumplimiento. Las mociones son iniciativas políticas; cumplirlas o no es cuestión de voluntad política», esgrime.