Inglaterra logró salvar parte de su tocado prestigio al clasificarse para cuartos de final con una victoria sobre Tonga (36-20). La vigente campeona del mundo luchará con Australia por un puesto en semifinales, con un claro color oceánico vista la trayectoria de unos y otros en lo que va de torneo.

Si alguien esperaba que Inglaterra arrollara, se equivocó de medio a medio. Los oceánicos saltaron al césped teniendo claro que estaban ante su gran oportunidad de pasar a la historia. A los nueve minutos, Hola adelantaba a Tonga con un golpe desde casi el centro del campo (0-3). La réplica, cuatro minutos más tarde a cargo de Wilkinson (3-3). Las luces rojas se encendieron en el minuto 17. Los dos centros tonganos -Taione y Hufanga- rompían con suma facilidad la defensa rival para anotar casi bajo palos (3-10). Paul Sackey volvía a responder en nombre de Inglaterra en el 20 (8-10).

A partir de ese momento, la vigente campeona tomó el mando y se adelantó con dos jugadas de Jonny Wilkinson: un drop en el minuto 31 y un golpe en el 36 (14-10).

Poco antes del descanso llegaba una jugada clave. Tonga atacaba dentro de la 22 rival, pero el balón se fue al suelo. Sackey lo recogió y atravesó casi todo el campo para anotar su segundo ensayo (19-10). Los ingleses se iban al vestuario con una ventaja inesperada.

En la reanudación, Tonga salió a por la remontada. En el 55, Hola recortaba distancias (19-13). Pero, por tercera vez en el partido, Inglaterra respondía con efectividad a una anotación rival. Nada más sacar de centro, Tait y Wilkinson -ensayo y transformación-, rompían el choque (26-13). Los oceánicos no arrojaron la toalla pero el partido ya estaba visto para sentencia (36-20).