Desde que comenzó el llenado del embalse de Itoitz se vienen produciendo movimientos sísmicos en la zona casi a diario, y cada vez con más virulencia. La noche del pasado lunes, los vecinos de los pueblos cercanos a Itoitz padecieron dos terremotos, el primero de una magnitud de 3,4 grados en la escala Ritcher, que sintieron claramente. De hecho, en la localidad de Zalba, llegaron a caerse objetos de las estanterías. Además de estos temblores de tierra, también se produjeron otros dos terremotos en la madrugada del martes, aunque éstos no fueron tan violentos.

El primer movimento sísmico, de 3,4 grados, ocurrió en la localidad de Olaberri, que está situada a dos kilómetros del embalse. Dos minutos después, se produjo otra réplica, de 2,9 grados, en el mismo lugar. Pese a que este temblor no fue tan fuerte como el anterior, los habitantes de Zalba aseguraron haberlo sentido. Unas horas más tarde, volvieron a producirse otros dos terremotos a pocos kilómetros del embalse. El primero tuvo el epicentro en la localidad de Gorza, a 15 kilómetros del pantano, y el segundo se produjo en Abaurregaina, a 10 kilómetros de Itoitz. Su magnitud fue de 1,1 y 0,8 grados, respectivamente.

Deslizamiento de la ladera

Ante la alarmante situación que se vive en las inmediacones del pantano, la Coordinadora de Itoitz ha denunciado que «estos terremotos estan favoreciendo el deslizamiento de la peligrosa ladera izquierda donde se asienta el estribo izquierdo de la presa principal», toda vez que ha advertido del peligro que eso acarrearía «a los pueblos y personas situadas aguas abajo del embalse».