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La educación física se enfrenta a lakua para evitar el recorte de las horas de gimnasio en las aulas

Con la firma del decreto que regula el currículum escolar en los centros educativos de la CAV, el consejero Tontxu Campos ha reabierto la polémica en torno a la práctica de la Educación Física en los colegios, que se enfrenta a una seria amenaza de recorte de su presencia en las aulas.

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Anjel ORDOÑEZ

El próximo domingo, 12 de noviembre, 14.600 personas tomarán parte en la Behobia-Donostia, una de las fiestas por antonomasia del deporte popular en Euskal Herria y un claro exponente de la afición que este pueblo demuestra por el deporte, no sólo en la versión pasiva del espectador, sino también en la profundamente activa de quienes participan en eventos como éste.

Esta cita tiene, por tanto, un especial significado para el recién nacido grupo de apoyo a la educación física Sohat (Soin Hezkuntzaren Aldeko Taldea), que estará presente en los puntos calientes de la carrera para recabar firmas que avalen la defensa de este apartado de la educación en los colegios.

Su principal objetivo es, de alguna manera, que se repita -especialmente en su desenlace- lo sucedido hace ahora trece años. Los por entonces responsables de Lakua firmaban un decreto que recortaba el número de horas de Educación Física a impartir en los colegios. Esa decisión provocó una respuesta social generalizada y contraria, con movilizaciones incluidas, que forzó la marcha atrás por la vía de una modificación del decreto, que restablecía los niveles anteriores a su aprobación.

Trece años después

¿Qué ha cambiado en trece años? Hasta hoy, la asignatura de Educación Física en el sistema educativo de la CAV ha tenido una carga lectiva de 2,5 horas semanales en educación primaria y de 2 horas en los cursos de secundaria. Ratios que se situaban por debajo de las recomendaciones del Parlamento Europeo, que, a través del Informe sobre el Rol del Deporte en la Educación, aconsejaba las 3 horas semanales.

El decreto firmado recientemente por el consejero de Educación, Tontxu Campos (EA), lejos de corregir esta deficiencia con determinación, parece agravarla reduciendo el mínimo a 1,5 horas en primaria, 2 horas en los tres primeros cursos de secundaria y 1 hora en el cuarto curso, lo que significa un recorte del 40% en primaria y del 37% en secundaria.

Según Sohat, estos ratios no sólo alejan a los colegios vascos de las recomendaciones oficiales europeas, sino que además colocan a la educación física en la CAV en un lugar muy definitorio en el ranking de países del entorno. Sólo hay que comparar las apenas 500 horas anuales que se establecen desde Lakua con el Estado francés (1.062 horas), Gran Bretaña (836), Hungría (987), Islandia (720), Eslovenia (797), Portugal (450), Bulgaria (463), Rumania (435) o Malta (384). Los números hablan por sí solos.

La pregunta subsiste: ¿Qué ha cambiado en estos trece años? En opinión de los sectores que defienden activamente la Educación Física, la Administración ha puesto ahora negro sobre blanco una actitud de infravaloración que siempre ha existido. «A pesar de la buena valoración que tiene esta asignatura entre los padres, los alumnos y la comunidad educativa en general, la Administración siempre la ha considerado como una maría; y ahora, cuando se enfrenta a problemas con los resultados académicos negativos en materias como las matemáticas, no duda en recortar el espacio de la educación física», señalan desde Sohat.

Lo curioso es que nadie se lo ha pedido. Los profesores y responsables de las áreas afectadas por la deficiencia en los resultados académicos no reclaman más horas lectivas, sino más medios económicos y humanos. Pero, como apuntan desde Sohat, eso resultaría mucho más caro que quitar horas al gimnasio y ponerlas en los laboratorios.

Desigualdad por factores económicos

Sohat no duda en calificar la actitud de Lakua como un «simple lavado de cara», cuyas consecuencias trata de paliar recurriendo al parapeto de la autonomía de los centros escolares. Cada centro tiene libertad teórica para destinar un número de horas limitado a las asignaturas que desee, «pero en la práctica eso no beneficiará a la Educación Física; pasará lo que en su día ocurrió con Música, que se quedó en una hora semanal porque los centros optan siempre por seguir las directivas de la Administración, especialmente ante la presión de los inspectores», destacan los profesores.

¿Y a dónde conduce este camino? Por un lado, a la desigualdad, en opinión de Sohat. El alumnado se verá abocado a satisfacer sus necesidades de formación física fuera del sistema público gratuito, y a acudir al privado, al que no todos están en disposición de acceder por condicionantes económicos. Y por otro, al empobrecimiento de la cultura físico-deportiva de las niñas y niños y jóvenes, que -en la mayor parte de los casos- tendrán que optar entre tres o cuatro deportes mayoritarios (fútbol, baloncesto, balonmano...) y rentables para el sector privado mientras se quedan atrás muchos otros, entre los que -por cierto- se cuentan los deportes tradicionales vascos.

La salud es otro de los apartados en los que incide directamente una reducción del número de horas dedicadas al ejercicio físico. Recientes informes, como el Plan NAOS (Estrategia para la nutrición, actividad física y prevención de la obesidad) realizado en 2005, han puesto de relieve que la obesidad infantil indica que la generación actual será la primera en la que descienda la esperanza de vida. Los datos hablan de que la obesidad afecta a cerca de un 14% de niños y niñas y jóvenes con edades comprendidas entre los 2 años y los 24, porcentaje que se eleva hasta el 16% en el caso del sobrepeso.

Las mayores cifras de sobrepeso se detectan en la pre-pubertad, en el grupo de edad de entre 6 y 12 años, y entre las causas se desvela la importancia de los factores ambientales. Los expertos en el tema empiezan ya a hablar de «ambiente obesogénico», caracterizado por la abundancia de alimentación y el sedentarismo. Y nuevamente se cita la falta de actividad física como determinante cada vez más importante en la salud.

Los estudios concluyen que existe una necesidad urgente para los responsables de la salud de los más jóvenes, incluyendo a madres y padres y a los centros educativos, para potenciar los niveles de actividad física de los niños y jóvenes.

Cada vez hacemos menos deporte

Un informe del Instituto de Estudios de Ocio de la Universidad de Deusto, elaborado el pasado año, también sugiere una revisión del planteamiento de la asignatura de Educación Física, ya que los índices de participación descienden a medida que los alumnos van cumpliendo años y porque el abandono de la actividad física es preocupante desde edades muy tempranas.

En base a todos estos datos, el Colegio Oficial de Licenciados en Ciencias de la Actividad Física y Deporte del País Vasco afirma que «todos los números que se aportan desde las instituciones responsables, los departamentos de deportes, debe hacer reflexionar sobre dónde están las causas de ese abandono y la falta de estímulo entre los niños y adolescentes a realizar una práctica física y plantear, de manera conjunta con los responsables de Educación, una línea de trabajo que lleve a conseguir un hábito de actividad física saludable». Y añaden que «está claro que disminuir la carga lectiva no parece ser el paso más inteligente. El niño y la niña darán importancia a aquello que viene avalado desde el propio centro educativo y respaldado por el resto de la sociedad».

En este sentido, el presidente del mencionado colegio oficial, Fernando Garrigos, no duda en calificar de «pésimo e hipócrita» el tratamiento que los responsables de Lakua dan a esta asignatura. «El de Tontxu Campos será recordado como el equipo de gobierno que sacó la Educación Física de las aulas», lamenta.

En referencia al nuevo horario mínimo establecido en el decreto, el Director de Innovación Educativa del Gobierno de Lakua, Juan José Agirrezabala, señaló, en declaraciones realizadas a GARA, que «este horario mínimo es el que deben respetar todos los centros, pero en función de su propio proyecto educativo será cada centro quien decida a qué áreas dedica las cinco horas semanales de que dispone para incrementar el horario mínimo. De esta manera, los centros podrán seguir manteniendo las 2,5 horas semanales de Educación Física o, si así lo deciden, aumentar ese horario».

El director de Innovación añade que «en la Educación Secundaria Obligatoria ocurre lo mismo. Hasta ahora los centros disponían de 2 horas semanales para la Educación Física. Ahora se propone un horario mínimo de 5 horas para los cuatro cursos de la ESO (una hora más que el propuesto por el Estado) que, al igual que ocurre en la Educación Primaria podrá ser aumentado por los centros, que disponen de 6 horas semanales para dedicarlas a las materias que decidan».

Por lo tanto, Agirrezabala traslada un mensaje de tranquilidad a la comunidad educativa, ya que «los Consejos Escolares tendrán la facultad de decidir si desean más horas de Educación Física o de otras materias. Por tanto, familias y profesionales deben estar tranquilos porque la decisión final estará en sus manos».

También recuerda que «con el nuevo currículo de la Educación Básica nuestro departamento ha querido reforzar las áreas de ciencias y matemáticas atendiendo a un sentimiento generalizado de la sociedad vasca de que se debían intensificar los esfuerzos educativos en las mismas».

Aunque en este momento la polémica se centra en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, en Nafarroa también están atentos. En este territorio, el número de sesiones semanales es actualmente de 2 tanto en educación primaria como secundaria, y así seguirá durante el presente curso. No obstante, la amenaza de la reducción también planea sobre el sistema educativo navarro, y el profesorado ha comenzado ya a moverse a través de reuniones para llevar afrontar probables recortes de cara al curso que viene.

En los territorios de Ipar Euskal Herria se aplica la normativa del Estado francés, notablemente más favorable a la Educación Física en las aulas, ya que se establece un mínimo de 3 horas semanales tanto en la enseñanza primaria como en la secundaria.

Apoyos muy significativos desde amplios sectores sociales

Sohat está inmersa en plena campaña de recogida de firmas en defensa de la Educación Física. Además de los respaldos individuales obtenidos en colegios, eventos deportivos, citas culturales... cuenta con el apoyo de amplios sectores dentro y fuera de la comunidad educativa: madres y padres, educadores, sindicatos, profesionales de la salud y un largo listado de deportistas; entre estos, Alberto Iñurrategi, José Luis Korta, Eneko e Iker Pou, Patxi Usobiaga, jugadores de la Real y el Eubarm, Mikel Odriozola, Imanol Agirre, Oier Zearra, Joseba Beloki, Aimar Zubeldia, Julen Bereikua, Gotzon Enbil.... A.O.

El cambio podría provocar la desaparición de 600 puestos de trabajo

Según las estimaciones realizadas por el Colegio Oficial de Licenciados en Ciencias de la Actividad Física, esta modificación en el currículo impulsada por el Gobierno de Lakua supondría «un fuerte impacto en las salidas laborales y en los puestos de trabajo» del sector.

En Educación Primaria podrían llegar a perderse entre 229 y 250 puestos de trabajo de Educación Física, mientras que en Educación Secundaria Obligatoria se perderían entre 300 y 354, por lo que, en total, en el colectivo se asistiría a la desaparición de un total de entre 530 y 605 puestos. A.O.

CALMA

Desde Lakua se hace un llamamiento a la calma: «Los Consejos Escolares tendrán la facultad de decidir si desean más horas de Educación Física o de otras materias».

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