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Un pobre partido confirma el mal momento azulgrana

El Eibar ejerció de buen samaritano, al firmar su peor partido de la temporada frente a un rival que parecía abocado al desahucio y que acabó condenando a los armeros a su segunda derrota consecutiva en Ipurua

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EIBAR 1

FERROL 3

Amaia U. LASAGABASTER | EIBAR

Será por el cariño por el viaje de ida y vuelta que han compartido o, peor y más probable, porque atraviesa su peor momento de la temporada, pero lo cierto es que el Eibar ejerció ayer de buen samaritano, salvando al Racing de Ferrol del desahucio al que parecía abocado.

Pero ya se sabe que la caridad bien entendida empieza por uno mismo y, si bien la situación de los azulgranas dista muchísimo, afortunadamente, de la de su rival, no es menos evidente que dos derrotas consecutivas en casa -y encajando seis goles, nada menos- suponen un lastre para un equipo que afrontará las próximas jornadas, bien complicadas por cierto, con unas gotitas menos de esa confianza que tan bien le vienen, según confesión propia, cuando salta al campo.

Lo peor, además, es que no hay paliativos para la derrota de ayer. Ni mala suerte, ni errores arbitrales, ni larguerazos, ni expulsiones. El Eibar perdió porque fue peor que su rival. Un Racing de Ferrol que, no hay que olvidarlo, llegaba a Ipurua como farolillo rojo, con siete derrotas consecutivas a sus espaldas -sólo había sumado tres puntos en quince jornadas- y que es uno de los equipos menos realizadores de la categoría. Un Racing al que, además, se le pusieron las cosas muy cuesta arriba cuando Altuna adelantaba a los suyos al borde del descanso.

Pero también un Racing que se encontró con, probablemente, el peor Eibar de la temporada. Faltó contundencia atrás, sobre todo para frenar las entradas de Álvaro y Pereira, y chispa arriba. Y la reacción que acostumbran a protagonizar los azulgranas cuando las cosas se les complican apenas duró en esta ocasión un par de minutos.

Pese a que la tarde empezó con una buena ocasión a cargo de Markel -que regresaba al once, dejando en el banquillo a los otrora insustituibles Carmelo y Lombraña-, se vio desde el principio que al Eibar le iba a costar muchísimo resarcirse del disgusto recibido una semana atrás. Los armeros, muy atascados, no se veían capaces de crear peligro, salvo con las esporádicas escapadas de Lluis Codina.

El peligro, bastante mayor, también llegaba por la derecha en el caso de los gallegos, en las botas de un Pereira al que la defensa local casi nunca fue capaz de frenar. A punto estuvo de adelantar a los suyos, mediado el primer tiempo, cuando enviaba el balón por encima del larguero tras recibir completamente solo, y poco después, cuando Cuéllar conseguía despejar a córner una buena jugada personal del pontevedrés.

Esta acción pareció convencer a los eibarreses de que el partido iba a exigir un poquito más de lo ofrecido hasta el momento. La respuesta llegó con un buen servicio de Insa para Yagüe, que remató un tanto forzado e, inmediatamente después, con el gol. Esta vez fue Codina el que sirvió para que el ariete catalán enviara al palo y Altuna entrase in extremis para dar el empujón definitivo a la pelota.

Doble mazazo en seis minutos

La imagen distaba mucho de la deseable, pero el marcador, combinado con el estado anímico del rival, hacía presagiar un segundo tiempo apto para el lucimiento local o, cuando menos, para la tranquilidad.

Las ilusiones se desvanecieron en apenas seis minutos. No se había cumplido el primero de la reanudación cuando Medina aprovechaba la indecisión de la defensa para despejar del área un balón peleado por Álvaro y restablecía el empate. Cinco después, Pereira lograba el premio a su buen partido, al irse solo por la derecha para hacer el segundo de su equipo.

La reacción local, como la ilusión previa, duró un suspiro. Lo justo para que Codina y Raúl García fabricaran una ocasión a la que no llegó Goiria, y para que Altuna buscara el doblete con una arrancada que acabó con el balón en el lateral de red.

Una entrada de Mato a Natxo Insa, que acabó con el levantino en la caseta -afortunadamente quedó en susto-, bastó para cortar el ritmo que había intentado imponer el Eibar y abocar el choque a un querer y no poder. Y ni siquiera acercarse, porque el conjunto azulgrana tocó mucho la pelota en el centro del campo, pero fue incapaz de volver a crear peligro, ante un Racing que no tuvo que despeinarse para mantener su renta.

Y que incluso la aumentó, gracias al gol tonto de la jornada. Ya en tiempo de descuento, Cami probó con un balonazo desde el centro del campo viendo a Cuéllar adelantado, y el guardameta sólo llegó a tocar el esférico para darle el empujón definitivo.

Una rúbrica apropiada para un partido en el que el Eibar hizo gala de todas sus carencias, pese a lo que mantiene un tranquilizador colchón de siete puntos respecto al descenso.

«Talde guztiek dituzte bolada txarrak»

Javier Mandiolak ez zuen azalpenik, ez aitzakiarik bere taldeak egindakoari buruz hitzegiterako orduan. «Ez dakit zergatik, baina ez gara ondo aritu une bakar batez ere. Ia miraria izan da atsedenaldira irabaziz heldu izana, inoiz ez baitugu erakutsi aurkaria gainditzeko gai ginenik. Ez dugu erakutsi urte osoan izan dugun dirdira hori», onartu zuen entrenatzaileak.

Eta, zoritxarrez, ez da atzoko kontua bakarrik, aurreko partidan ere ez baitzen oso fin ibili talde armagina. «Denboraldia hasten denean -azaldu zuen Manixek-, norberak badaki noizbait bolada txar bat helduko dela, talde guztiek dituzte bolada txarrak. Orain arte ez zaigu gertatu, baina orain halako batean gaudela ematen du. Gaur, behintzat, denboraldi osoko sentsaziorik pobreena eskaini du nire taldeak».

Horrek hain garrantzitsua den konfiantza murriz dezake, «horiek lotuta egoten baitira; baina argi izan behar dugu -nabarmendu zuen entrenatzaileak-, datorren astean, edo hurrengoan, edo hurrengoan, berriro ere ondo jokatuko dugula. Orain arte egindakoari begiratu behar diogu, sailkapenean daukagun lasaitasunari ere bai, ondo jokatzeko eta irabazteko gaitasuna daukagula, edonori aurre egiteko. Hori ezin dugu inola ere ahaztu».

A.U.L.

Gurrutxaga y Nico Medina, fuera de la convocatoria

Javi Gurrutxaga -que aún no ha debutado en Liga- y Nico Medina fueron los jugadores descartados ayer por Javier Mandiola. Les tocó seguir el partido desde la grada junto al propio técnico, sancionado, los igualmente sancionados Txiki y Joseba del Olmo, y Mikel Etxabe, que apura su recuperación.

Altuna vuelve a colocarse al frente de los goleadores

No fue un día para celebraciones, aunque alguna hubo. Por ejemplo la de Jon Altuna, al anotar el gol que en aquel momento daba los tres puntos a su equipo, que le coloca al frente de los goleadores azulgranas con cinco. Le siguen Joseba Del Olmo y Asier Goiria, con cuatro.

Yagüe y Zurutuza no podrán jugar en Anoeta

Alberto Yagüe no podrá jugar el sábado en Anoeta, después de que ayer viese su quinta cartulina amarilla. Tampoco estará en el estadio donostiarra David Zurutuza, en este caso porque lo impide su contrato de cesión. Manix, por contra, recuperará a Txiki y Del Olmo.

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