Varios miembros del Colectivo anti-OGM de Ipar Euskal Herria se desplazaron ayer hasta el Ayuntamiento de Biarritz con la firme intención de entrevistarse con el senador-alcalde Didier Borotra.

Hace semanas que el Colectivo está intentando contactar con los diputados y senadores vascos para interpelarles respecto a su voto en el debate de la propuesta de ley sobre los transgénicos que comienza hoy mismo en el Senado.

Jon Harluxet, miembro del Colectivo anti-OGM, advirtió que «aunque la moratoria sobre la utilización del maíz transgénico Mon 810 sea a día de hoy efectiva gracias, entre otras cosas, a las movilizaciones y a la huelga de hambre protagonizada por varios militantes anti-transgénicos, la batalla toda- vía no está ni muchos menos ganada, por lo que hay que seguir alerta».

Esta moratoria no es firme y, además de diferentes trámites que faltan por realizar (informes del Comité Científico, posibilidad de contrainformes...), caben recursos que los productores de semillas transgénicas no dudarán en interponer.

Para que el derecho de producir y consumir sin transgénicos sea verdaderamente garantizado, es preciso, según Harluxet, que la ley que se debate ahora contemple, entre otros puntos, la garantía para el agricultor de que sus cultivos no serán contaminados, que el consumidor esté debidamente informado a través de un etiquetado veraz de la presencia o no de OGM y de que «todos tengamos la garantía de que `sin OGM' no significa `con un poco de OGM'».

Implicar a los electos

En su empeño para implicar a los electos vascos, por el momento han tenido respuesta del diputado de la circunscripción vasco-bearnesa Jean Lassalle, que les ha prometido canalizar una de las enmiendas y con quien se reunirán en breve, y de la senadora socialista de Angelu Annie Jarraud-Vergnolle, que, tras recibirles, ha manifestado su posición contraria a los transgénicos y les pondrá en contacto con el responsable de estas cuestiones de su partido.

Didier Borotra no ha respondido a las demandas de reunión del Colectivo y es por ello que ayer se personaron en el Ayuntamiento de Biarritz, si bien no consiguieron entrevistarse con el senador porque se encontraba en París. Sí lo hicieron, por contra, con el concejal abertzale Mixel Poeyts, quien ha prometido trasladar sus peticiones al senador-alcalde.

Juliette Vergougnan, otra integrante del Colectivo, recordó en las puertas del Consistorio biarrota que en su día Borotra «se resistió a que en su ciudad todo fuera cemento» y lanzó la pregunta de que si ahora estaría dispuesto a asumir una costa vasca con transgénicos, recordándole que a tan sólo 50 kilómteros de Biarritz el pasado verano varios campos de maíz resultaron contaminados.

Como Borotra, tampoco Jean Grenet ni Daniel Poulou han respondido a la solicitud de reunión. El Colectivo se pregunta si estarán a favor de los transgénicos y, si es así, lo anunciarán públicamente a los electores ante los que se presentan de nuevo en sus respectivos municipios. También interpelarán por escrito a los candidatos que se presentan en las cantonales.

Como manda la costumbre, la víspera de Santa Águeda estuvo protagonizada por las coplas y el sonido de las makilas. En Trintxerpe (Pasaia) los bertsolaris Amets Arzalluz y Sustrai Colina ayudaron a los vecinos en esa labor.