Serbia, con el apoyo de Rusia, anunció ayer que está preparada par hacer frente a la declaración de independencia de Kosovo, prevista para el domingo y que el primer ministro, Vojislav Kostunica, calificó de «terrorista». «Tenemos todo preparado para anular esa proclamación», añadió.

El Consejo Nacional de Seguridad, del que forman parte el presidente Boris Tadic, el primer ministro y los ministros de Defensa e Interior, juntos a los jefes de los servicios del Ejército y de la Policía se reunió ayer para analizar la situación.

De este modo, Tadic y Kostunica volvieron a adoptar una postura unida frente a la independencia de Kosovo, después de la pequeña crisis desatada tras las elecciones presidenciales del pasado 4 de febrero. Kostunica se mostró crítico con la posición favorable a la independencia kosovar de la UE, que apoyo la candidatura de Tadic frente a la de Tomislav Nikolic.

Aunque no se dieron a conocer detalles del plan serbio, se espera que Belgrado tenga en mente romper las relaciones diplomáticas con los estados que reconozcan la independencia de Kosovo.

Apoyo ruso

Las tesis de Belgrado recibieron, una vez más, el respaldo de Rusia a través del ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, quien, durante una visita a Ginebra, señaló que «una declaración unilateral de independencia de Kosovo conduciría a la destrucción de los principios del derecho internacional en Europa y sería una amenaza para la seguridad del continente».

Lavrov añadió que la proclamación de la independencia de Kosovo provocará «una reacción en cadena en numerosas partes del mundo, incluida la propia Europa».