El titular del Juzgado de Instrucción Nº 1 de Donostia, Gerardo Antonio Gamarra de Baya, ha citado en calidad de imputados a ocho guardias civiles que participaron en la detención, traslado y custodia del lesakarra Igor Portu, detenido en Arrasate el 6 de enero junto a Mattin Sarasola. Los agentes del instituto militar, encausados por un presunto delito de torturas, tendrán que comparecer en el Juzgado de la capital guipuzcoana a las 9.30 del próximo 22 de febrero, según la providencia judicial que facilitó TAT a este diario.

El Juzgado donostiarra ordenó la apertura de una investigación judicial el día 7 de enero, instantes después de que Igor Portu fuera ingresado de extrema urgencia en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Donostia con múltiples golpes, un pulmón perforado y neumotórax. Días más tarde, en la edición del 16 de enero, GARA informó de que el magistrado al cargo de la investigación incoó nuevas diligencias con objeto de esclarecer lo ocurrido durante la detención de los dos jóvenes. En concreto, el titular del Juzgado de Instrucción ordenó la identificación de los guardias civiles que participaron en el arresto de Portu y Sarasola.

En el documento anexo a la citación judicial de los ocho guardias civiles se da cuenta de que esta petición fue ordenada al Ministerio español del Interior el 17 de enero. Con fecha del 29 de enero, el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Gipuzkoa da respuesta al mandato judicial identificando a ocho agentes del instituto militar como los responsables del arresto de Igor Portu -el requerimiento judicial solo se centra en el joven lesakarra que fue ingresado en la UCI-, de su posterior traslado al cuartel de Intxaurrondo y a su domicilio en el municipio navarro, así como de su custodia en el hospital.

Respuesta al mandato judicial

Los ocho guardias civiles identificados por la propia Guardia Civil son los que tendrán que comparecer como imputados en el Juzgado de Donostia el próximo 22 de febrero.

Según la respuesta del Ministerio del Interior, la detención de Igor Portu fue realizada por dos agentes que se identifican con el número de su Tarjeta de Identificación Personal. Los mismos guardias civiles que, junto a un tercero, habrían trasladado al lesakarra al acuartelamiento militar de Intxaurrondo. Un cuarto militar habría sido el encargado de su custodia en el cuartel y en su traslado a Lesaka. Y otros cuatro guardias civiles habrían ejercido como custodios de Portu en la primera noche de su ingreso en la UCI del Hospital de Donostia.

Aunque esta citación de los guardias civiles solo se centra en el caso de Igor Portu, cabe recordar que el segundo detenido, Mattin Sarasola, también denunció haber sido objeto de brutales torturas incluso después de que el Portu ingresara en la UCI de extrema urgencia por la gravedad de las lesiones que dejaban en peligro su futuro vital. De hecho, el propio juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska no pudo obviar las similitudes que tenían las declaraciones de Portu y Sarasola, teniendo en cuenta que ambos habían permanecido incomunicados.

El juez de la Audiencia Nacional, sin embargo, hizo caso omiso las denuncias de torturas de Sarasola, aunque ordenó el envío de su declaración al Juzgado de Donostia.

Las versiones del Gobierno

Pero la dimensión política del caso de Igor Portu y Mattin Sarasola tiene aún un mayor calado teniendo en cuenta que se ha demostrado que inmediatamente después de las detenciones, la Guardia Civil, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, o el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, no dijeron la verdad a la opinión pública sobre lo que realmente sucedió en Arrasate.

El pasado 10 de enero, un testigo presencial de los arrestos desmontó toda la versión oficial al acudir a prestar declaración al Juzgado de Bergara. Según el acta de comparecencia judicial del testigo ocular, la detención de Portu y Sarasola se produjo entre las 10.00 y las 10.30 ante la escuela Erguin de Arrasate. El testigo afirma además, contrariando a Rubalcaba, que «no es cierto lo que ha escuchado en los medios de comunicación sobre la hora de la detención, sobre que era un control rutinario y sobre la resistencia de los chicos a la detención. Y que ésta -el arresto- fue limpia», se agrega.

Vecinos lo confirmaron a GARA

Días antes de la declaración del testigo presencial, GARA acudió a Arrasate. Varios vecinos confirmaron a este diario la presencia de la Guardia Civil en distintos puntos del municipio a partir de las 9.30. También que estuvieron ante la escuela Erguin, donde tanto el testigo ocular como Portu y Sarasola en sus testimonios narraron que habían sido detenidos, por lo que los datos facilitados a GARA refuerzan la declaración del testigo.

Al día siguiente, el 11 de enero, Sarasola era enviado a prisión. El testimonio de Sarasola daba cuenta de salvajes torturas durante la incomunicación. También coincidía con lo relatado cinco días antes por Portu al magistrado del Juzgado de Donostia. El mismo día -ver la edición del 12 de enero-, por la mañana, TAT facilitó a los medios la transcripción del relato de Igor Portu, que concuerda con lo declarado por el testigo ocular y choca frontalmente con la versión facilitada por Rubalcaba.

GARA, además, tuvo constancia de la existencia de un retén policial a partir de las 10.00 y que por lo menos se alargó hasta las 11.30 en la «muga» de Gipuzkoa con Araba, dirección Aramaio, en una curva donde existe un cruce que es el único camino para los barrios de Untzilla y Suiña de Aramaio. Lugar en el que estuvo este diario y que cuenta con los elementos que describen Portu y Sarasola como el lugar donde les llevaron tras el arresto y les maltrataron a ambos. Portu relató que fue llevado a «una especie de puerto (...), que le llevan pendiente abajo hasta un río(..)» donde, con las manos esposadas a la espalda, le introdujeron la cabeza «hasta que vieron que no tenía respiración casi».