huelga en osakidetza
Los sindicatos se declaran satisfechos por el paro y molestos por la división
La negociación en Osakidetza continuará tras la jornada de huelga de ayer, que los sindicatos convocantes estimaron que tuvo un seguimiento «importante», pese al desmarque de las centrales UTESE y Satse. Tras la oferta de la dirección, que provocó esta división a última hora, las centrales acusaron a la Administración de actuar como «un francotirador» para dividir a los trabajadores. Por su parte, Osakidetza aseguró que la incidencia fue escasa y la cifró en un 15,79%.
GARA | GASTEIZ
A pesar de que la dirección de Osakidetza había conseguido descolgar a dos sindicatos de la convocatoria de huelga de ayer, el resto de centrales, ELA, LAB, CCOO, UGT, ESK y SAE, hicieron un balance satisfactorio de la incidencia del paro y acusaron a la Administración de actuar como un «francotirador» intentando dividir a los trabajadores.
Representantes de las citadas centrales aseguraron que el seguimiento de la huelga fue «muy importante» en los centros hospitalarios y de atención primaria de Osakidetza, aunque no concretaron su incidencia. También destacaron la participación registrada en las distintas movilizaciones desarrolladas en diferentes puntos.
Como ejemplo pusieron la manifestación celebrada en el hospital de Cruces, que contó, según sus datos, con la participación de unas 2.000 personas. Una respuesta similar tuvo la movilización convocada en el hospital Donostia, según Nere Urrestarazu, de ELA.
En los centros sanitarios, la convocatoria de huelga se hizo notar en forma de retrasos en la atención a los pacientes, según los convocantes.
Llegar a acuerdos
Por su parte, la dirección de Osakidetza calificó el seguimiento de la huelga como «escaso y lo cifró en un 15,79%, afirmando que «encierra un mensaje: la gran mayoría de trabajadores nos están pidiendo que lleguemos a acuerdos».
Según los datos de Osakidetza, de los 16.252 trabajadores a los que correspondía trabajar en el turno de mañana, hicieron huelga 2.567. Además, comparó la incidencia con la jornada de huelga del 29 de enero, asegurando que supone casi la mitad. Indicó que «en el turno de noche, la incidencia fue prácticamente nula, y durante la jornada de mañana -excepto en algunas áreas y centros que han visto parcialmente reducida su actividad- prácticamente se mantuvo la actividad normal y no se registraron incidentes dignos de mención».
Por territorios, en la dirección de Osakidetza cifró la incidencia en Araba en el 16,39 %, en Bizkaia en el 16,74% y en Gipuzkoa en el 13,90%.
A juicio de Osakidetza, «estos datos encierran dos señales principales: la primera de ellas que la gran mayoría de las y los trabajadores han entendido que la oferta de Osakidetza es real y para todos los colectivos; y, la segunda, que están pidiendo que lleguemos a acuerdos». Por ello, ha anunciado que va a continuar los contactos con los sindicatos
ELA, LAB, CCOO, UGT, ESK y SAE, por su parte, señalaron que mantienen inalterable su calendario de movilizaciones, que incluye un nuevo paro el próximo 6 de marzo y se encuentran analizando una nueva propuesta que el miércoles por la tarde les remitió la Administración. Esta propuesta de última hora fue precisamente la que hizo que el sindicato de enfermería se descolgara del paro.
Así, si Osakidetza logró el pasado noviembre llegar a un acuerdo con el Sindicato Médico SME, pactando varias mejoras para este colectivo, la oferta del pasado martes consiguió que otra central, UTESE, de empleados de laboratorios y rayos, no se sumara a la convocatoria de huelga. Finalmente, a sólo siete horas del comienzo del paro, Osakidetza remitió esa última propuesta, con la que SATSE también retiró su apoyo al considerar que el nuevo texto representa «un avance» con respecto a la presentada en la mesa de negociación el pasado día 19.
Los sindicatos que finalmente mantuvieron el paro señalaron que no han podido realizar todavía una valoración del contenido de esta última propuesta, que se proponen analizar «con mucho detalle».
Recordaron que mantener la huelga de ayer se decidió de manera definitiva durante una reunión mantenida el miércoles por los sindicatos al considerar «absolutamente insuficiente» la última propuesta que la dirección les presentó en la mesa sectorial.
Según afirmaron, así lo consideraron también los trabajadores que acudieron a las asambleas que se celebraron en los distintos centros sanitarios.
Los convocantes acusaron a la Administración de ir ofreciendo avances a diversos colectivos por separado para romper la unidad sindical. Aseguraron que la dirección de Osakidetza actúa en este conflicto «como un auténtico francotirador, intentando romper la cuerda por la parte más débil e intentando dividir a los trabajadores sin dar una respuesta a las necesidades de todos los colectivos y sin reconducir los elementos perversos que amenazan con la privatización del sistema público de salud».
Según añadió la representante de LAB Txaro Markinez, la Administración ha intentado «dividir a los trabajadores desde el principio recurriendo a todo tipo de artimañas».
En su comparecencia, las centrales no se pronunciaron sobre el desmarque de UTESE y Satse. «No entramos a valorar las razones o motivos por los que se han descolgado. Ellos tendrán que explicar por qué no están aquí», señalaron.
Sin embargo, UGT sí que criticó la postura de ambas centrales y les advirtió de que «hasta sus propios afiliados les están recriminado la decisión adoptada. Ellos saben que si se han conseguido cosas es gracias a la unidad sindical, todavía estamos en el proceso de negociación y esto no ha terminado, por lo que no había lugar a que se descolgase».
Los sindicatos estimaron un seguimiento del paro «importante», mientras para Osakidetza fue «escaso».
Osakidetza cree que los trabajadores han pedido que se alcance un acuerdo y afirmó que continuará con las reuniones con todos los sindicatos. Frente a las críticas sindicales, sostuvo que «la oferta es para todos los colectivos».
La organización de consumidores EKA-OCUV, reclamó, «desde respeto al derecho de los trabajadores a defender la mejora de sus condiciones laborales», que las partes enfrentadas «hagan el máximo esfuerzo por lograr un acuerdo que ponga fin cuanto antes a esta situación» que está creando «importantes molestias».
GARA
Los sindicatos mantienen el calendario de movilizaciones, que incluye otra huelga el próximo 6 de marzo. Mientras tanto, analizarán la última oferta de la dirección y tratarán de avanzar en nuevos encuentros de la mesa sectorial.
Durante la jornada de huelga de ayer en la sanidad pública, el consejero de Sanidad del Gobierno de Lakua, Gabriel Inclán, confió en que en los próximos días la dirección de Osakidetza y los sindicatos llegarán a un acuerdo. Aun así, acusó a los sindicatos ELA y UGT y a los partidos PP y PSE de actuar para obstaculizar este acuerdo.
En declaraciones en los pasillos del Parlamento de Gasteiz, el titular de Sanidad aseguró que llevan mucho tiempo intentando alcanzar un acuerdo y dijo estar «seguro» de que lo seguirán intentando «para que en los próximos días obtengamos la paz laboral que necesitamos para seguir trabajando en Osakidetza».
«Y lo haremos a pesar de algunos sindicatos, como ELA y UGT, y de algunos partidos, como PP y PSE, que muchas veces me da la impresión de que no quieren que lleguemos a un acuerdo», añadió.
En este sentido, deseó que dicho acuerdo «sea con todo el mundo», y añadió que la última propuesta presentada por la dirección de Osakidetza «no distingue entre unos y otros sindicatos, trabaja todas las categorías, y analiza cada punto presentado por las centrales».
«La idea es siempre conseguir un gran acuerdo y nos gustaría que estén todos los sindicatos», manifestó. Inclán lamentó que «uno de los problemas que tienen los partidos y los sindicatos es que hablan más con los medios en vez de trabajar por debajo de la mesa».
Tras reiterar su intención de «trabajar para intentar llegar a un acuerdo», consideró que una huelga como la de ayer «significa un fracaso y que no se ha llegado al punto suficiente de maduración». Por este motivo, insistió en que «en los próximos días trabajarán para poder conseguirlo definitivamente».
Por último, aseguró que los trabajadores de Osakidetza «entienden que la oferta es real y que afecta a todos los colectivos», y dijo que «ninguno se siente fuera del acuerdo» y lo que sí quieren es «que nos pongamos de acuerdo. Y creo que lo alcanzaremos», concluyó.
Las negociaciones de la dirección de Osakidetza y los sindicatos continuarán la semana que viene, una vez que las centrales hayan estudiando la última oferta, enviada por la dirección en la tarde del miércoles.
En cualquier caso, las centrales se habían comprometido a no firmar en ningún caso un acuerdo en minoría. El propio director de Recursos Humanos de Osakidetza, José Andrés, Blasco, indicó que su propuesta sólo sería válida si era suscrita por la mayoría de las centrales con representación en la mesa negociadora.
Al presentar esta condición, el pasado martes, contaba ya con el apoyo del Sindicato Médico, que firmó un pacto en noviembre. Así pues, aunque dijo que buscará la unanimidad, planteó la necesidad de sumar, como mínimo a ELA o bien a LAB y Satse. El sindicato de enfermería ya ha visto avances en la última oferta, pero el resto de centrales aún espera más en las próximas reuniones.
De no llegarse a un acuerdo, el servicio público de salud se enfrentaría a una nueva huelga el próximo 6 de marzo.
