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elecciones en estado de excepción

Mariano y cierra Navarra

UPN aclamó ayer a Mariano Rajoy como una especie de mesías llegado para cerrar de una vez por todas el debate sobre la territorialidad. El líder del PP se limitó a prometer que «creo en Navarra y me ocuparé de sus problemas». Miguel Sanz fue más allá; pidió un gran pacto con el PSOE para zanjar el tema. El primer paso sería quitar la Transitoria Cuarta.

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Ramón SOLA

Tras los avatares de esta legislatura, la derecha españolista navarra sueña con ver en La Moncloa a Mariano Rajoy. Así que dio ayer impulso a su campaña con un llenazo en el Baluarte, donde se dieron cita más de 2.000 personas en un ambiente de euforia y triunfalismo.

Rajoy admitió en su intervención que lo han pasado mal en estos cuatro años, y esperan que la travesía del desierto haya terminado. UPN, pese a retener el poder en Nafarroa e Iruñea, tampoco las tiene todas consigo, y espera que la legislatura entrante sea entre otras cosas la de la liquidación de la Disposición Transitoria Cuarta de la Constitución, como el único mecanismo legal actual que permitiría una reunificación de los cuatro herrialdes vascos. En definitiva, sueña con un Mariano y cierra Navarra.

Esta demanda está apareciendo en todos los mítines de UPN, aunque su cabeza de lista, Santiago Cervera, aclare que no se pondrá oficialmente sobre la mesa hasta que se abra el melón de la reforma constitucional. A la espera de ese momento, Miguel Sanz la formuló ayer a su modo. Pidió un gran pacto con el PSOE para blindar el actual estatus. Por su parte, prometió que «aquí no se reformará el Amejoramiento si no se cuenta con el apoyo de los dos grandes partidos [UPN y PSN]. Como hacen los americanos con sus problemas económicos por las hipotecas», comparó.

Mucha España, poca Navarra

Rajoy no recogió el guante de modo claro, aunque sí aseveró que «creo en Navarra, en su foralidad, y me ocuparé de los problemas de los navarros. Y no negociaré con ETA». Pero no dedicó mucho más tiempo a la cuestión. Iruñea no deja de ser una estación más en su camino para intentar llegar a La Moncloa, así que su intervención estuvo copada por los grandes temas de la campaña estatal: la economía, la inmigración, la apuesta del PSOE por calentar la campaña, o el sonoro «imbécil» que le dedicó Felipe González la víspera...

Habló poco de Navarra, y mucho de España, «esa gran nación». Pero quedó claro que era eso lo que el público esperaba. Desde las tribunas sonaron antes, durante y después del mitin un montón de «Viva España», frente a un solo «Viva Navarra» escuchado en la parte final, y que rápidamente fue pisado por otros lemas españolistas.

Así, no extrañó que nadie se sorprendiera cuando el mandatario gallego del PP remarcó que «somos una nación con más de 500 años, la más vieja de Europa». Nadie en el público se acordó de recordarle que bastante antes existía un reino llamado Nafarroa. Y eso que durante todo el mitin a Rajoy no cesaron de lloverle piropos, ánimos, propuestas y sugerencias desde las tribunas, impidiendo que su intervención tuviera la mínima fluidez necesaria.

Así, desde el público se escuchó desde «El lunes, ¡ataca!» -en alusión al segundo debate con Zapatero- hasta insistentes «No te fíes de él» o un sonoro «Que San Francisco Javier te bendiga». Rajoy no dejó de dar gracias a UPN por la acogida de ayer, y por su apoyo en estos cuatro últimos años: «Gracias a vosotros esta fuerza política, esta coalición que lo ha pasado muy mal, va a ganar las elecciones», aseguró.

La Propuesta, en la calle

Mientras en el interior del Baluarte se reclamaba el blindaje del actual estatus, la izquierda abertzale se manifestó en la calle para reivindicar un cambio real. Unos cientos de personas se acercaron al lugar del mitin -la Policía les cortó el paso al llegar ante el Parlamento- para recordar la vigencia de la Propuesta de Marco Democrático y tildar de «fascista» al PP.

La pancarta era llevada por familiares de presos y un hijo de Angel Berrueta, muerto a manos de un policía y su hijo tras la oleada levantada por el Gobierno de Aznar tras el 11-M. Y se corearon gritos en favor de la independencia y de la lucha, además de lemas como «Rajoy faxista, zu zara terrorista», «Hau ez da demokrazia» o «Alde hemendik, utzi bakean».

En la intervención final, ante el cordón impuesto por la Policía española, se resaltó la implicación del PP en la puesta en marcha de la oleada represiva que ha sacudido a Euskal Herria con especial dureza desde el verano pasado. Pero los participantes recalcaron que «no es de extrañar teniendo en cuenta que su presidente de honor es Manuel Fraga», a quien recordaron los Sanfermines del 78, Montejurra o Gasteiz. Con la breve marcha trasladaron a Rajoy que «la sociedad vasca no se arredra» y que pese a todo «hay un futuro: la Propuesta de Marco Democrático».

 

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