GARA > Idatzia > Mundua

crónica | «nuevos separatismos»

La oligarquía y Washington impulsan el imperialismo en América Latina

n más de una ocasión, he tenido la oportunidad de estar presente en debates que tenían como centro de discusión las diferencias y similitudes entre los «nuevos separatismos» en América Latina y las aspiraciones independentistas en diferentes partes de Europa. Y como era inevitable, más específicamente me interrogaban sobre la relación entre el caso vasco y estos movimientos secesionistas. E

p028_f02.jpg

Luismi UHARTE Caracas

Debido al desconocimiento en la mayoría de los casos, algunos equiparaban, por ejemplo, las propuestas autonomistas en la región de Zulia en Venezuela con las aspiraciones independentistas del pueblo vasco, siendo realidades totalmente antagónicas en su esencia.

De cualquier manera, es necesario recordar que un gran porcentaje, tanto de las derechas como de las «izquierdas» (sic) de los dos lados del océano, han practicado una actitud ultracentralista e incluso imperialista respecto a conflictos que tenían sus raíces en clave de identidad étnica, lingüística y cultural.

Sólo basta recordar el posicionamiento reaccionario de algunos sectores «socialistas» (sic) y «comunistas» (sic) latinoamericanos contra las justas reivindicaciones culturales y territoriales de los pueblos originarios; o la actitud colonialista de parte de la «izquierda» (sic) europea respecto a la lucha de los pueblos sin Estado al interior del viejo continente.

Pero lo que nos interesa desentrañar es, específicamente, la raíz del autonomismo en tres regiones latinoamericanas (Zulia en Venezuela, Guayaquil en Ecuador y Santa Cruz en Bolivia), y su potencial similitud con la alternativa independentista vasca, la cual es radicalmente inexistente.

Parámetros contrapuestos. Para poder analizar con seriedad cualquier fenómeno que tenga como base aspiraciones separatistas o independentistas, es fundamental tener como referencia una serie de parámetros que posibiliten abordar el conflicto en toda su magnitud, y dilucidar la mayor o menor legitimidad histórica, política y sociológica de las reivindicaciones, tanto de una parte como de la otra. Estos parámetros son los siguientes: el histórico, el territorial, el lingüístico, el cultural, el político, y el sociológico.

Un análisis exhaustivo de la propuesta independentista vasca, muestra un pueblo milenario diferenciado, y por tanto con una larga historia propia; con una lengua también milenaria y diferenciada; con una experiencia de autogobierno ensayada a lo largo de los siglos en un mismo territorio; y con una elevada autoconciencia de su ser, a pesar de la dominación política y militar de dos grandes Estados, que han sido Imperios en los últimos cinco siglos. Queda por tanto claro, que todos los parámetros se cumplen en un alto grado, y que por ello la legitimidad de la reivindicación nacionalista está plenamente justificada.

Sin embargo, cuando pasamos a evaluar los casos de Zulia (Venezuela), Santa Cruz (Bolivia) y Guayaquil (Ecuador), se observa desde un principio que no estamos ante pueblos originarios, diferenciados, y con una lengua propia, sino más bien ante nuevas creaciones, que tienen como objetivo principal derrocar emergentes gobiernos de izquierda en la región.

Cuatro serían las variables comunes que definen estas novedosas proposiciones secesionistas: una sería el papel vanguardista jugado por la burguesía de cada región en función de sus intereses específicos; otra, el apoyo explícito del Gobierno de Estados Unidos a estos movimientos; la tercera variable nos indica el objetivo expreso que todos comparten: acabar con gobiernos populares; y por último, todas coinciden en desarrollarse en territorios económicamente claves para el progreso de cada país.

Zulia (Venezuela). La organización Rumbo Propio ha sido el vehículo utilizado por la oligarquía zuliana para viabilizar su agenda separatista y antibolivariana en Venezuela. Movimiento de derechas, que se asumen capitalistas, liberales y antisocialistas, han contado con la ayuda inestimable del gobernador antichavista de la región, Manuel Rosales, quien ha cofinanciado vallas publicitarias, propaganda en grandes medios de comunicación, conferencias y seminarios para masificar el mensaje separatista. El lema del citado grupo es convertir a Zulia en el «Hong Kong de América Latina».

No ha faltado la colaboración incalculable del antiguo embajador estadounidense en Venezuela, William Brownfield, quien llegó a definir a la región como la «República independiente del Zulia», además de abogar por un convenio económico bilateral entre Zulia y Estados Unidos.

La vanguardia de este movimiento separatista es la oligarquía zuliana, compuesta por latifundistas y ganaderos, que en los últimos años han sido acusados de contratar paramilitares para matar a decenas de campesinos en el marco del proceso de la reforma agraria.

A lo largo del siglo XX, desde el boom petrolero en el país, Zulia ha sido utilizado por el imperialismo estadounidense para desestabilizar a diferentes gobiernos venezolanos. En 1916, por ejemplo, el gobernador de Zulia de la época derrotó el intento secesionista promovido por compañías petroleras norteamericanas. Hoy, como ayer, Zulia sigue siendo una de las regiones fundamentales en términos de producción petrolera, además de gran productora de rubros agrícolas y ganaderos. La importancia geoestratégica es, por tanto, fundamental.

Santa Cruz (Bolivia). El Comité Cívico de Santa Cruz, en Bolivia, es el instrumento que la oligarquía de la región y de todo el país en general, está utilizando para intentar frenar los cambios revolucionarios que el Gobierno liderado por Evo Morales pretende imprimir en la nación más pobre del Sur de América. Combinando discurso y accionar clasista y racista, la minoría blanca y rica de esta región se convirtió en la vanguardia contra la transformación que la Asamblea Constituyente pretendía aprobar, llegando incluso al uso indiscriminado de la violencia. Empresarios latifundistas ligados a intereses petroleros y gasíferos componen una oligarquía que habita en el departamento más rico de toda Bolivia. La región de Santa Cruz es abundante en recursos agrícolas y ganaderos, y dispone de una industria forestal avanzada, además de importantes reservas de petróleo y gas, junto a uno de los yacimientos de hierro más importantes del mundo, el cerro Mutún.

Estamos de nuevo, ante una elite burguesa que, con el apoyo de la Casa Blanca, pretende abortar el programa de redistribución económica que está llevando a cabo el Gobierno de Evo Morales.

Guayaquil (Ecuador). El alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, es la figura que la derecha ecuatoriana pretende encumbrar para detener las transformaciones del Gobierno presidido por Rafael Correa.

Sectores socialcristianos han hecho una apuesta decidida por minar el proceso de cambio ecuatoriano, enarbolando la bandera del autonomismo en nombre de la denominada República del Guayas.

Guayaquil es la capital económica de Ecuador y la que mayor porcentaje aporta al PIB, donde se ubica el principal puerto del país, y de donde se produce el 73% de las exportaciones y el 83% de las importaciones.

En el mes de enero de este año, la Junta Cívica de Guayaquil firmó un convenio de cooperación con el Comité Cívico de Santa Cruz, lo cual es sintomático de los intereses comunes que les unen.

Pero sin duda, el dato más relevante que muestra la simbiosis entre estos movimientos oligárquicos y sus lazos con Washington, es el Foro Internacional sobre la Libertad y Autonomía Regional (FILAR), celebrado en Guayaquil en 2006, y con planes para reunirse a finales de 2008. En este encuentro, se reunieron representantes del Zulia, de Santa Cruz y de Guayaquil, y se autodefinieron como favorables a la «desestatización de la sociedad, el libre mercado, y al liberalismo clásico».

El respaldo de Estados Unidos es cada vez más evidente, junto al de los grandes medios de comunicación regionales e internacionales.

Mientras tanto, en el País de los muros, en Euskal Herria, la vanguardia del independentismo, la izquierda vasca, sigue sufriendo la represión y la ilegalización, por parte del Estado español y la colaboración del francés, y con el silencio cómplice del resto de Europa Occidental. ¿Y todavía seguirán creyendo algunos que podemos equiparar unos casos y otros?

 

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo