La muerte de una persona en un cajero de Bilbo en el que pernoctaba el pasado jueves ha vuelto a poner sobre la mesa la precaria situación de un sector de la ciudadanía. La Plataforma BesteBi, que agrupa a asociaciones que trabajan con dicho sector, señala que «se vuelve a poner de manifiesto la desprotección y la vulnerabilidad que sufren muchas personas, entre ellas las `sin hogar', castigadas en muchas ocasiones por la falta de apoyos familiares, de relaciones sociales cercanas de calidad y por carecer de medios materiales como un techo o un trabajo».

Ello se debe, en su opinión, «a la desestructuración social, que deriva en una sociedad que aparta al más débil y agranda distancias entre personas incluidas y excluidas». Reclamaron «una sociedad acogedora, especialmente con quienes peor lo están pasando». Para ello, consideran necesarios «más servicios y una respuesta más integral para estas personas; que la sociedad no sólo las `visibilice', sino que haga suyas a esas personas».

Cabe recordar que a media mañana del viernes un vecino dio aviso de que una persona permanecía dentro de un cajero bancario en la esquina de las calles General Concha y Licenciado Poza, en Bilbo. Los asistentes médicos comprobaron que el joven de 32 años, identificado como J.M.D.M, natural de la ciudad, había fallecido.

«En la ciudad del BBVA»

El colectivo Elkartzen, que reivindica el derecho a una vivienda digna, denunció por su parte que «en la ciudad del BBVA, en el país del mayor crecimiento del PIB per cápita de Europa, ocurren este tipo de hechos».

El colectivo quiso advertir de que «mientras unos pocos amasan grandes fortunas, cada vez más gente está sumida en la precariedad», y añade que todo eso «no es casualidad; es un diseño elaborado por élites políticas y económicas». «Diferentes leyes, decretos y reformas están acelerando el recorte de derechos sociales y laborales», indica Elkartzen.

Llamaron por ello a la sociedad a movilizarse, añadiendo como conclusión que «la muerte de esta persona puede deberse a causas naturales, pero nadie debe estar privado del derecho a techo y de unas condiciones sanitarias dignas».