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El drama del pueblo Kurdo

«Compartimos la estrategia del PKK para acabar con el conflicto»


Saleh MUHAMAD

Disidente político Kurdo del PYD perseguido por la policía Siria/p>

Miembro de la mesa ejecutiva del ilegal PYD kurdo (Partido de la Unión Democrática), Saleh Muhamad habla en exclusiva para GARA desde la clandestinidad

Karlos ZURUTUZA | Un lugar del Kurdistán

Se mueve continuamente para no ser detenido por la Mujabarat siria. Su esposa está encarcelada por participar en una manifestación contra los bombardeos turcos contra los kurdos en Irak. Su hijo lucha desde las montañas por los derechos del pueblo kurdo. Él lo hace desde la clandestinidad.

¿Qué implica ser kurdo en Siria?

Ser un esclavo, un ciudadano de segunda. No puedes hablar tu lengua, ni escuchar tu música, ni mantener tus tradiciones. No puedes reunirte, ni formar asociación alguna, ni viajar libremente por el país. Y, por supuesto, no tienes representación política, ni puedes optar a un puesto de responsabilidad, o disfrutar del derecho a expresarte en libertad.

¿Qué es el PYD?

Es un partido formado por y para los kurdos de Siria que defiende las tesis del PKK. No estamos subordinados al PKK pero tratamos de colaborar con ellos por un objetivo común.

¿Se trata entonces del equivalente del DTP en Turquía?

Sí, pero a diferencia de éste, en Siria no somos un partido legal. Ninguno kurdo lo es. El PYD sería también como el PJAK en Irán, o del PSD (Partido de la Solución Democrática) en Kurdistán Sur. Tenemos en común que todos compartimos los puntos de vista del PKK para acabar con el conflicto kurdo de forma democrática.

Usted es miembro del comité ejecutivo del partido, ¿quién es su lider?

El líder de la organización es Fuad Omar, pero está refugiado en Holanda en estos momentos.

Siendo el PYD un partido ilegal. ¿Cuál es su función real? ¿Se ha conseguido algún avance?

Desde el punto de vista político está claro que ninguno, pero creo que si no existiéramos la asimilación de los kurdos de Siria sería total en estos momentos. El partido en el poder, el Baath, mantiene una política de represión y asimilación feroz . Nuestra función es aguantar ese envite sirviendo de referente para todos los kurdos de Siria.

¿Existe algún tipo de contacto entre el gobierno y ustedes?

Sólo a nivel personal, nunca oficial. No obstante, tras el levantamiento de Qamishlo en 2004 aceptaron reunirse con nosotros en dos ocasiones. No ofrecieron nada aparte de promesas. Lo único que querían es que aquello no volviera a suceder.

¿Reciben ustedes el apoyo de todos lo kurdos de Siria?

Creemos que contamos con el apoyo de algo más de la mitad de nuestra gente. Por supuesto, son estimaciones porque no hay manera de saberlo.

¿Y qué ocurre con la otra mitad?

Hay kurdos en Siria que confían en que EEUU venga a ayudarnos, y se desmarcan de nosotros porque para Washington el PKK es una organización terrorista. También están los que tienen miedo de apoyar al PYD por las represalias del régimen, o porque temen que sus hijos acaben en la guerrilla del PKK.

Sin embargo, el PKK recibió el apoyo de Damasco durante años. ¿Cuándo y por qué se rompió esa relación?

Damasco apoyaba al PKK para que operara en Turquía, como medida de presión. Pero eso no significa que hiciera nada en absoluto por los kurdos de Siria. Las presiones de USA y Turquía llevaron a Damasco a expulsar al PKK de sus campos de entrenamiento en el valle de la Bekaa en 1992. La guerrilla se trasladó a otros lugares en Siria, y permaneció allí hasta 1998 Después se instaló en el macizo de Qandil, en Kurdistán Sur.

La relaciones entre Turquía y Siria han mejorado ostensiblemente en los últimos años. Hoy es el día en el que se puede estudiar turco en el recién inaugurado Instituto Turco de Damasco, pero se sigue prohibiendo cualquier tipo de enseñanza en kurdo, lengua que se ha hablado en esta tierra durante miles de años.

¿De ahí la reciente visita de Erdogan a Damasco?

Turquía ha abierto líneas de comunicación fluida con Irán y Siria, con el único objeto de aplastar a los kurdos. La suya es una lucha sin cuartel, no sólo contra sus propios kurdos, sino contra los de todo el mundo. Si hubiera una comunidad kurda significativa en Sudáfrica, estarían allí.

¿Siguen luchando los kurdos por un Kurdistán independiente?

Los kurdos de Siria, Turquía, Irak e Irán no buscamos redibujar las fronteras de Oriente Medio. El PKK declaró ya en 1993 que no luchaba por un Kurdistán independiente, sino por los derechos fundamentales de todos los kurdos. El concepto de estado-nación está superado. Nosotros podemos vivir con los árabes, con los turcos o con los persas sin ningún problema, siempre y cuando se respeten nuestros derechos. En realidad, el programa del PKK no es sólo la llave para el problema kurdo, sino para el de todo Oriente Medio. La nuestra es una propuesta basada en la democracia, en la igualdad entre sexos y en la laicidad del estado.

Una propuesta por la que está usted pagando un precio muy alto, ¿no es así?

Apoyar al PYD no sale barato. Soy ingeniero químico y no he empuñado nunca un arma. Mi mujer fue arrestada el pasado 27 de octubre por participar en una manifestación contra los bombardeos del Ejército turco en las montañas de Irak. Yo no estaba en casa aquel día pero ahora están intentando cogerme. Mi mujer lleva en la cárcel desde entonces junto con otros tres detenidos.

¿Qué cargos se le imputan?

Ninguno. Simplemente estaban enfadados por aquellas manifestaciones que, como ya he dicho, no iban dirigidas contra el Gobierno sirio sino contra el turco. Según parece, la van a tener un año en la cárcel antes de juzgarla en los tribunales.

¿Ha conocido usted la cárcel?

Sí. La primera vez me golpearon brutalmente durante el arresto y me encerraron en una celda diminuta, de un metro por dos. Solo me sacaban para tenerme colgado de las manos durante horas; 10 horas, 18 horas... Luego me devolvían a aquel habitáculo oscuro donde no me veía ni la mano, y me echaban agua fría por las noches para que no pudiera dormir. Me tuvieron así cuatro meses.

La segunda vez estuve detenido en la prisión de Alepo durante 45 días. Las condiciones fueron mejores, pero estaba privado de todo derecho por ser un preso político: ni visitas, ni llamadas. No podía participar en los talleres, ni ver la televisión, ni siquiera leer un libro.

¿No le han cogido aún porque no quieren o no pueden?

Creo que no pueden. Mi casa en Kobani esta continuamente vigilada, al igual que mi oficina. Pero yo nunca voy por allí, ni por otros lugares donde se concentran kurdos. Me muevo continuamente y observo todo tipo de precauciones.

Su esposa en la cárcel, usted perseguido, y su hijo en la guerrilla kurda...

Mi hijo tomó una decisión que respeto, como si se tratara de cualquier otro joven kurdo. Estoy orgulloso porque dio un paso que yo no pude dar. Como político estoy satisfecho porque nadie me podrá recriminar nunca no haber hecho todo lo posible por la libertad de mi pueblo.

¿De dónde ha de llegar la solución para los kurdos de Siria?

La experiencia de Irak es razón suficiente para no confiar en la ayuda del exterior. La solución ha de partir de nosotros mismos, de lo que hagamos entre todos los kurdos. En el caso de Siria estoy convencido de que los cambios en Turquía tendrán una influencia directa sobre nosotros. El cambio de rumbo hacia Europa por parte de Ankara ha traído cambios para los kurdos del norte. Son pequeños avances, pero altamente significativos: representación en el parlamento, publicación de libros en kurdo, de música...etc. No podemos esperar nada de Damasco, pero todo lo que ocurra en Turquía nos afectará directamente.

Siria y los derechos humanos

Multitud de organismos internacionales han denunciado el estado de excepción efectivo en Siria desde que el partido Baath llegara al poder en 1963.

Reporteros Sin Fronteras ha denunciado el encarcelamiento y muerte de decenas de periodistas. Arab Press Freedom Watch lo corrobora, y afirma que Damasco tiene uno de los peores registros de libertad de expresión de todo el mundo árabe.

Por otra parte, la organización pro-derechos humanos Human Rights Watch estima en 17.000 los disidentes «desaparecidos» en Siria en los últimos 35 años. Asimismo, habla de cerca de 4.000 presos políticos a día de hoy, la mayoría acusados de «debilitar el sentimiento nacional».

Ni siquiera los miembros de organizaciones humanitarias trabajando en Siria se libran de la persecución y la cárcel. Nizar Ristnawi, uno de los fundadores de la Organización Árabe para los Derechos Humanos en Siria, fue condenado a cuatro años de prisión por «difundir noticias falsas« e «insultar al presidente». Ristnawi fue arrestado en abril de 2005 y mantenido incomunicado hasta agosto del mismo año. K.Z.

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