El cine que viene
Borja Cobeaga rueda en Bilbo una comedia sobre la dificultad de ligar
Tres rodajes, muchos profesionales vascos y un mismo herrialde. Algo parece estar cambiando en el aletargado «cine vasco», o como se le quiera llamar. Lo cierto es que las calles de Bilbo acogen ahora mismo dos filmaciones -una comedia del donostiarra Borja Cobeaga y un trabajo de Patxo Telleria y Aitor Mazo ambientado en los 70-, mientras que un caserío de Arratia es el escenario principal de la primera película en euskara de temática gay, de Roberto Gastón.
Karolina ALMAGIA | BILBO
Durante siete semanas, distintas localizaciones de Bilbo acogen el rodaje de «Pagafantas», esperada ópera prima de Borja Cobeaga tras sus cortos «La primera vez» y »Éramos pocos», con el que fue nominado en 2007 a un Óscar.
Cobeaga, guionista y director de programas de televisión como «Vaya semanita», se mantiene fiel al humor en su primer largometraje, cuyo rodaje fue presentado ayer en el Teatro Arriaga. Junto al director comparecieron Mikel Lejarza, director de Antena 3 -televisión que apoya el proyecto-, la concejala de Cultura, Ibone Bengoetxea, y los actores principales: Gorka Otxoa, Sabrina Garciarena, Julián López, Kiti Manver, Oscar Ladoire, María Asquerino y Michel Brown.
«Pagafantas» es un término muy utilizado en internet para referirse, según Cobeaga, «al pringado pegado a la chica guapa, el que no tiene ninguna posibilidad de ligársela pero que está acechando por si cae algo. Ella lo ve como amigo y jamás se ha planteado que el chaval tenga ningún peligro sexual. A mí me lo empezó a llamar un amigo, el dibujante Borja Crespo, un día que me vio hacer el gilipollas con una chica».
El realizador donostiarra, muy vinculado a Bilbo, de donde es su madre y donde él pasó sus años de estudiante, explicó las razones por las que decidió rodar en esta villa: «La acción transcurre en una ciudad donde los bares cierran pronto y se liga muy poco. Y Bilbao no es precisamente el Malecón de La Habana». Pero, lejos de la imagen que ha dado tradicionalmente en el cine -ambiente industrial y sórdido-, el Bilbo que saldrá en la película de Cobeaga será luminoso y algo pijo. «Es una comedia sofisticada y burguesa. De hecho, yo no tengo ningún problema en decir que soy un burgués de Indautxu. Y esta película es muy de Indautxu. Persigo un estilo, no elegante, sino elegantorro». Para él, «Pagafantas» es «una comedia gamberra, pero de temática social, porque trata del problema vasco; es decir, de la imposibilidad de pillar». Locales emblemáticos de la noche bilbaina como el Garden o el Lamiak -en donde el propio Cobeaga metía horas no hace tanto tiempo fantaseando con sus amigos con convertirse un día en director de cine- han servido de plató de rodaje.
Cobeaga, quien confesó que la película es «en gran medida» autobiográfica, no se plantea hacer otra cosa que no sea comedia. «Creo que se puede ser mucho más cabrón con una comedia que con un drama».
Otxoa, el humillado
Gorka Otxoa, conocido sobre todo por su trabajo en «Vaya semanita», se enfrenta a su primer papel protagonista. «Cuanto más me humillan, más se divierte el público. Ese soy yo: el que se enamora de la chica para la que sólo soy un buen amigo». Esa chica no es otra que la actriz argentina Sabrina Garciarena, cuyo personaje, según el director, «destaca entre la fauna bilbaina porque es alocada y vitalista».
Oscar Ladoire hace del tío Jaime, que también aspira, sin éxito, a tener una historia con la madre del protagonista. «La idea de escribir una película sobre el chico que paga las fantas a la chica la tuve yo antes, pero Borja se me adelantó. Cuando me enteré de que él había sido más rápido, mi único consuelo fue trabajar en la película. Lo conseguí», dijo ayer. Kiti Manver, que vuelve a rodar en Bilbo muchos años después de hacer con Enrique Urbizu «Todo por la pasta», se mostró feliz. «Está preciosa la ciudad, muy cambiada. Menos mal que hay madres y tíos en las películas de los jóvenes», señaló.
«Pagafantas», que cuenta con un presupuesto de 2 millones y medio de euros, es una coproducción de Telespan 2000, Antena 3 y Sayaka. Su estreno se anuncia para la primavera.
El rodaje de «Por amor al arte» arrancó el pasado 16 de junio en Bilbo y alrededores. Producida por Abra Prod y Mundo Ficción y filmada en alta definición, se trata del primer largometraje que dirigen los conocidos actores Aitor Mazo y Patxo Telleria. El proyecto, que cuenta con el apoyo de ETB, TVE y el Gobierno de Lakua, arrancó en 2004, poco después de que el guión de Aitor Mazo y Patxo Telleria ganara el concurso ALMA del programa de TV2 «Versión española. Aunque El Deseo se había comprometido a realizarla, las discrepancias con la productora, que quería, entre otros cambios, que la película fuera ambientada en Madrid, llevaron a Mazo y Telleria a buscar otro camino. La película narra el viaje iniciático de un adolescente que descubre la pasión por la pintura en un barrio obrero de Bilbo durante los últimos años del franquismo, a la vez que se topa con el amor y la política. Bingen Elortza, Aitor Mazo, Gracia Olayo, Chema Muñoz, Lander Otaola, Asier Oruesagasti, Santi Ugalde, Montse Mostaza y Loreto Mauleon encarnan los principales papeles.
«Por amor al arte» parte de los recuerdos personales de Aitor Mazo, hijo de un obrero que dedicaba su tiempo libre a pintar. «Hay muchos recuerdos propios, pero en cuanto cogió vuelo, la historia se despegó de la realidad», explica a GARA Patxo Telleria, quien describe la película como «una mezcla de drama y comedia, que tiene el carácter de cuento que dan los recuerdos infantiles». Muy contentos con la marcha del rodaje -«hasta la climatología se está portando»-, los dos realizadores se han repartido los papeles. «Yo me he ocupado del diseño de planos y Aitor de la dirección de actores, aunque cada uno invade continua y amablemente las competencias del otro», añade Telleria. Los ensayos previos han posibilitado que el trabajo con los actores marche sobre ruedas y eso pese a que los protagonistas son muy jóvenes. «Queríamos actores desconocidos para que dieran mayor credibilidad. Y que fueran de aquí. Dicen que un buen director es quien elige bien a sus actores. Y éstos son los personajes que imaginábamos». «Por amor al arte» cuenta con música de Bingen Mendizabal y tendrá sonido a banda, «al estilo de Kusturika».
El primer largometraje de Borja Cobeaga se titula «Pagafantas», está protagonizado por Gorka Otxoa y transcurre en una ciudad donde los bares cierran pronto y se liga muy poco. Plasmará un Bilbo «burgués y sofisticado».
Aitor Mazo y Patxo Telleria co-dirigen «Por amor al arte», sobre un guión premiado por TVE. También transcurre en Bilbo, pero está ambientada en un barrio obrero como Santutxu, donde un adolescente aspira a convertirse en artista.
Roberto Gastón, director del festival de cine gay Zinegoak, está al frente de «Ander», una película que, siendo de temática homosexual, no transcurre en ninguna urbe, sino en un caserío. Se está rodando en euskara y castellano.
«Ander» se presenta como «el primer largometraje de temática gay rodado en euskara». En realidad, es una película bilingüe, porque así lo pedía la historia. Escrito y dirigido por Roberto Castón, tras este proyecto está Berdindu, el Servicio Vasco de Atención a Gays, Lesbianas, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales, dependiente del departamento de Vivienda y Asuntos Sociales del Gobierno de Lakua.
Rodada durante cinco semanas en Kortezubi y Zeanuri, cuenta la historia de Ander, un casero cuarentón que lleva una vida rutinaria entre su puesto de operario en una fábrica de bicicletas y las labores agrarias del caserío, donde vive junto a su madre y su hermana. Un día tiene un accidente y se rompe una pierna, por lo que la familia decide contratar a un inmigrante peruano, José, para realizar las tareas del caserío. La llegada de José modifica la vida de la casa y la vida de Ander, ya que empiezan a surgirle sentimientos que le provocan un fuerte conflicto interior. Roberto Castón, director del festival de cine gay de Bilbo, Zinegoak, se estrena en el largometraje con este producto que, según dice, «nace de la necesidad»: «Las películas de temática gay, lésbica o transexual empiezan (con cuentagotas) a producirse en el Estado español, pero pocas lo abordan desde una perspectiva claramente social e integradora y ninguna se aleja del mundo urbano, lo que hace pensar, equivocadamente, que ese es el hábitat natural de todos los que optan por esta determinada opción sexual». Por eso, cuando Berdindu le propuso escribir el guión de un posible largometraje pensó enseguida en situar la acción en un caserío «de la Bizkaia profunda». La historia es «sencilla y lineal» pero tiene un final que será «sorprendente para algunos, emotivo para otros, sencillo y natural para mí».
«Ander» es una película de personajes y por tanto de actores. «Josean Bengoetxea se enamoró del papel de Ander en cuanto leyó el guión, y yo me enamoré de él en cuanto lo vi. Hablar con él de la historia era como hablar conmigo mismo, tal era el punto de comunión». José, el inmigrante peruano es Christian Esquivel, asesino del Che en la última película de Steven Soderbergh. Leire Ucha, Mamen Rivera, Paco Revueltas, Pilar Rodríguez, Pedro Otaegui, Eriz Alberdi y Jose Cruz completan el reparto. K.A.
La actriz Kiti Manver vueve a rodar en Bilbo, donde en 1990 hizo con Enrique Urbizu la comedia-thriller «Todo por la pasta». También se reencuentra con Oscar Ladoire, actor con el que rodó «Opera Prima», de Fernando Trueba, en 1980.