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La carismática Liza Minnelli convirtió el Kursaal en un pequeño Broadway

Asistimos con expectación y, reconozcámoslo, con prejuicios al espectáculo que Liza Minnelli ofreció anoche en el auditorio del Kursaal, como clausura del Jazzaldia donostiarra. Divertida, comunicativa y con constantes guiños a grandes éxitos del musical de Broadway, el suyo fue un broche brillante -como la cinta cabaretera que lucía- a seis días trepidantes de música.

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Anartz BILBAO

La 43 edición del Jazzaldia donostiarra cerró anoche, seis días trepidantes en los que no ha faltado de nada: grandes descubrimientos y desilusiones, conciertos gratuitos y de élite, un sol radiante y una inoportuna galerna, actuaciones estelares y cancelaciones defraudantes. Lo hizo con la actuación que la diva Liza Minnelli ofreció para bolsillos bien nutridos en el auditorio del Kursaal. Después, y junto a las actuaciones gratuitas alrededor de la Zurriola hasta bien entrada la madrugada, se cerraba la programación con la actuación de Soft Machine Legacy en el teatro Victoria Eugenia, y la repetición del trío de Joaquín Chacón en el Altxerri. Pero ésta es ya otra historia.

La jornada de clausura del festival, ayer domingo, empalmó prácticamente con la novedosa propuesta titulada «Gaubira», que durante toda la jornada del sábado ofreció música hasta el amanecer en escenarios diseminados por toda la ciudad, en todo un alarde de «borrachera musical», título escrito sin ningún tipo de doble sentido. La sobremesa del cubo pequeño nos intrigó en el Kursaal un espectáculo teatral que algunos no alcanzamos a comprender, y no sólo porque se desarrollara en francés -con subtítulos en euskara y castellano-. Por allí pasó el veterano actor Jean-Louis Trintignant, a quien más de uno esperábamos en un espectáculo que tuviera algo de jazz.

Dejamos a Lucía Lacarra entusiasmando al abarrotado auditorio del Kursaal -con zumaiarras desplazados para la ocasión en más de tres autobuses- en compañía del Ballet de Tokio y nos dispusimos a escuchar la ortodoxia jazz de Kenny Barron (premio Jazzaldia 2000), pianista que actuó en trío junto al contrabajista Kiyoshi Kitagawa y el batería Paco Mela. Un trío compacto y de altura, y un concierto robusto. Después, casi sin tomar aire, nos recibió la oscuridad del teatro Victoria Eugenia, que acogió el estimulante y enérgico funk jazz de Defunkt Millenium Project, proyecto liderado por el trombón de Joseph Bowie. No resultó ser tan explosivo como esperábamos, quizás porque no actuaron en el escenario adecuado.

Mientras tanto, y ante una programación casi imposible de seguir por lo abigarrada, nos perdimos los conciertos del Aquarium y los gratuitos en los alrededores de la Zurriola, donde, al parecer, agradaron Kings of Convenience y Kate McGarry, cuya voz repitió ayer. Por otra parte, el concierto de Stefano Bollani se suspendió por problemas físicos en un brazo del artista italiano.

A la una de la madrugada volvimos a la relajada sala de cámara del Kursaal, para atender la propuesta de Iñaki Salvador, pianista que actuaba en su ciudad. Presentaba el donostiarra un proyecto llamado «Te doy una canción», moldeando canción de autor en clave de jazz junto al contrabajista Javier Mayor, el ubícuo batería Hasier Oleaga -lo hemos visto actuando en tres escenarios y tres proyectos distintos- y la preciosa voz de la hernaniarra Ainara Ortega. Por su parte, Ana Pimenta y Asier Hernández intercalaron entre pieza y pieza poemas de Benedetti y Galeano, sin llegarnos a convencer con su íntima propuesta. Suenan «Mediterraneo», de Serrat y «Bizkaia Maite», de Benito Lertxundi, entre otras. El ambiente, familiar y cercano, pese a la hora tan tardía.

La noche la finalizamos en la playa con la demencial y marciana propuesta del dúo compuesto por el escultor de sonido Jacques Rémus y el theremin de Rolf Sudmann, enfundados en buzos rojos. Propuesta de vanguardia, atrevida y experimental, que nos pareció divertida, aunque ni la hora ni el lugar resultasen acertados para tratar de romper la noche y poner a bailar a la playa de la Zurriola. Camino de casa, casi con el alba pasamos por el «Open Mike», para comprobar que la propuesta ha calado y que la fiesta estaba en pleno apogeo. Qué pena que estuviéramos exhaustos y no nos quedasen fuerzas para quedarnos a ver la propuesta del paquistaní Shakir, dueño de un Kebab en Sagüés, dispuesto a mostrar la música tradicional de su país a las seis de la mañana.

Ficha

Artista: Liza Minnelli.

Fecha: Ayer domingo.

Lugar: Auditorio del Kursaal (Donostiako Jazzaldia).

Hora: 20.30 h.

Precio: 80/100 euros.

«open mike», kaleko musikarien erakusleiHo
100
euros.

Ése fue el precio a pagar ayer para ver en directo el espectáculo de la estrella Liza Minnelli, en el sibarita fin de fiesta del Jazzaldia.

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