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Reivindican la vigencia de la mirada de Buñuel en el 25 aniversario de su fallecimiento

Luis Buñuel falleció en México un día como hoy, hace veinticinco años. Los actos conmemorativos en torno al aniversario reivindican la vigencia de la singular mirada del cineasta de Calanda.

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GARA | MADRID

Una retrospectiva en la Berlinale, el estreno de un documental en el que colabora su hijo Juan Luis y una exposición con material inédito en la Filmoteca Nacional española son los principales actos organizados este año con ocasión del vigesimoquinto aniversario de la muerte de Luis Buñuel, que tuvo lugar en México el 29 de julio de 1983.

Los responsables de los actos de homenaje coinciden en subrayar la vigencia y la singularidad de la mirada del cineasta. Una mirada que, además, ha conseguido formar parte del imaginario colectivo gracias a escenas míticas como la de «Un perro andaluz», en la que una cuchilla de afeitar rebana un ojo. Es una secuencia surrealista que escribió junto a Dalí en 1929 y que muestra bien el gusto del cineasta de Calanda por adentrarse en laberintos artísticos que indagan en las complejidades humanas.

«Un perro andaluz» fue uno de los 33 filmes de Buñuel que pudieron verse en febrero pasado en la Berlinale. La retrospectiva que el festival alemán dedicó al cineasta incluyó también cintas que forman parte ya de la historia del cine mundial, como la iniciática «La edad de oro» (1930), «Los olvidados» (1949) y «Viridiana» (1961) -ambas premiadas en Cannes-, la experimental «El ángel exterminador» (1962), «Belle de jour» (1966) -premiada en Venecia-, la oscarizada «El discreto encanto de la burguesía» (1973) y su último proyecto, galardonado Donostia, «Ese oscuro objeto del deseo» (1977).

Forjado en el inquieto caldo de cultivo de Dalí, Lorca y la madrileña Residencia de Estudiantes, macerado en el surrealista París de los últimos años 20 y forzado al exilio mexicano y estadounidense tras la victoria franquista en la Guerra, la vida de Buñuel atraviesa los principales acontecimientos del siglo XX, que luego quedarán reflejados de una u otra forma en sus películas a través de su siempre particular mirada.

«Fue muy inquieto; llegó a Madrid desde Calanda para formarse como ingeniero agrónomo, se pasó a Ciencias Naturales y, finalmente, concluyó Filosofía, pero, paralelamente, escribía, dirigía teatro, aprendió música... Es un referente para nosotros, sobre todo porque encarna esa educación integral y multidisciplinar», explica Alicia Gómez Navarro, directora de la Residencia de Estudiantes, que ya le dedicó una extensa muestra en 2000 con motivo del centenario de su nacimiento.

Minucioso, a pesar de todo

«La gente cree que Buñuel era un improvisador, pero lo cierto es que estudiaba cada detalle», añade Elena Cervera, comisaria de la exposición «México fotografiado por Buñuel», que ha organizado la Filmoteca Española y el CBC de su Calanda natal para este 25 aniversario, a partir de unas 900 instantáneas de exteriores tomadas por el cineasta. Conservadas en una caja de cartón durante todas estas décadas, las imágenes muestran, destaca Cervera, «cómo se configuraba su mirada» desde antes incluso de rodar, ya que retrataba con «pulcritud» y «singularidad» playas, bosques, desiertos o iglesias, que luego serían trasladadas a las veinte películas que rodó en México.

En varias de ellas le ayudó su hijo Juan Luis (París, 1934), que acaba de participar, junto al guionista Jean Claude Carrier, en el documental «El último guión, Buñuel en la memoria», dirigido por Javier Espada y Gaizka Urresti. La cinta recorre los escenarios clave de la memoria del cineasta, como la casa familiar de Calanda, Madrid, México, Hollywood o Nueva York, donde trabajó para el MoMa. «Es un recorrido por el Buñuel más íntimo», indica desde París Juan Luis Buñuel.

«El último guión, Buñuel en la memoria», cuya primera parte fue presentada en la Berlinale y la segunda está pendiente de estreno europeo, descubre las obsesiones, miedos y manías del cineasta, que ya explicó él mismo un año antes de morir en el libro «Mi último suspiro».

La Universidad Complutense también se une al vigesimoquinto aniversario con un curso en El Escorial, que tendrá lugar esta misma semana.

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