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Informe de la ONU sobre el sida

La epidemia persiste con menos contagios y muertes

La epidemia del sida se ha estabilizado pero no ha disminuido a pesar de que el número de contagios, 7.500 diarios, y de muertes, dos millones en 2007, se reduce. Los infectados superan ya los 33 millones de personas. Dos millones de los seropositivos son niños, el 90% de los cuales vive en el África Subsahariana.

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Apesar de los avances realizados en la prevención y asistencia a las personas enfermas de sida en algunos de los países más afectados por esta enfermedad, que han disminuido el número de contagios y muertes, el número de personas seropositivas en el mundo ascendió en 2007 a 33 millones de personas, según el «Informe sobre la epidemia mundial de sida 2008» presentado ayer por la agencia de Naciones Unidas ONUSIDA. Este informe será debatido exhaustivamente en la XVII Conferencia Internacional sobre Sida (AIDS 2008) que se celebrará entre los días 3 y 8 de agosto en México DF, donde se incidirá en la prevención para hacer frente a la epidemia tras los decepcionantes resultados para obtener una vacuna contra el sida.

Según el informe de ONUSIDA, en diversos países se ha reducido el número de nuevas infecciones por VIH. Sin embargo, «la epidemia no cesa en ninguna parte del mundo». Entre 2001 y 2007, las nuevas infecciones se han reducido de 3 a 2,7 millones, pero la tasa de nuevos contagios está aumentando en países como China, Indonesia, Kenia, Mozambique, Papua, Nueva Guinea, Rusia, Ucrania y Vietnam. Además, precisa que la incidencia del VIH también va en aumento en países como Alemania, Australia y Gran Bretaña.

Aunque, según ONUSIDA, la epidemia mundial se ha estabilizado en cuanto al porcentaje de personas infectadas, el número total de personas que viven con el VIH ha aumentado a 33 millones, con cerca de 7.500 nuevas infecciones diarias. De esos 33 millones, dos millones son niños, lo que supone un incremento respecto a los 1,6 millones de 2001. Cerca del 90% de los menores con sida viven en el África Subsahariana.

África sigue siendo la región con más personas con VIH (67%), si bien en países como Ruanda y Zimbabwe, los cambios en el comportamiento sexual han tenido como resultado descensos en el número de nuevas infecciones. Asimismo, según ONUSIDA, se ha observado un aumento del uso del preservativo entre los jóvenes y se ha detectado el «signo alentador» de que éstos demoran más tiempo el inicio de relaciones sexuales en países como Burkina Faso, Camerún, Etiopía, Ghana, Malaui, Uganda y Zambia.

Entre los factores que han contribuido a la disminución de los contagios, la agencia de la ONU cita que entre 2005 y 2007 la proporción de mujeres embarazadas seropositivas que recibían antirretrovirales para prevenir la transmisión materno-infantil del VIH pasó del 14% al 33%, lo que se tradujo en un descenso de nuevas infecciones en niños de 410.000 y 370.000.

El informe incide en el hecho de que la voluntad y los esfuerzos combinados de los gobiernos, los donantes, la sociedad civil y las comunidades afectadas pueden marcar la diferencia. Así, resalta que alrededor de 105 países han establecido metas y objetivos encaminados a alcanzar el acceso universal a la prevención, tratamiento, atención y apoyo relacionados con el VIH para 2010.

«Los progresos realizados en salvar vidas previniendo nuevas infecciones y facilitando tratamiento a las personas que viven con el VIH deben sostenerse a largo plazo», reclamó el director ejecutivo de la agencia, Peter Piot. No obstante, previno de que «los progresos inmediatos deberían servir como plataforma para impulsar con renovado vigor los esfuerzos combinados de la prevención y el tratamiento del VIH y no deberían alentar el exceso de confianza».

Dos millones de muertos

En 2007 fallecieron a consecuencia del sida dos millones de personas, aunque, según ONUSIDA, «el tratamiento está salvando vidas». En la actualidad, en los países de ingresos bajos y medianos están recibiendo tratamiento antirretrovírico unos tres millones de personas -en Namibia, por ejemplo, se pasó de tratar el 1% en 2003 al 88% en 2007-, la mayoría de las cuales son mujeres.

En este sentido, el informe resalta que, en parte como resultado de la ampliación progresiva del tratamiento -aunque sólo el 31% de los afectados lo recibe-, en los dos últimos años la mortalidad relacionada con el sida descendió de 2,2 millones a dos millones en 2007, si bien esta enfermedad sigue siendo la principal causa de mortalidad en África, donde vive el 67% de los seropositivos del mundo. En este continente, el 60% de las personas infectadas son mujeres, y también tres de cada cuatro jóvenes.

Otro factor clave es que desde 2005 se han triplicado los esfuerzos de prevención orientados a los profesionales del sexo, los hombres que mantienen relaciones sexuales con personas de su mismo sexo y los consumidores de drogas inyectables. Prácticamente en todas las regiones excepto África meridional, las infecciones por VIH afectan de forma desproporcionada a estos tres grupos de población.

Según ONUSIDA, conocer el modo en el que se producen los contagios sigue siendo crucial para la eficacia de la prevención. «Los países necesitan orientar los programas de prevención del VIH hacia donde se están produciendo las nuevas infecciones», señaló la directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la Población (UNFPA), Thoraya Obaid. «Conocer la epidemia y decidir la combinación correcta de intervenciones es de suma importancia para una respuesta eficaz. En muchos contextos -indicó-, los jóvenes y las mujeres necesitan una atención especial».

«Responder al sida es un importante Objetivo de Desarrollo del Milenio que también tiene una repercusión directa sobre el cumplimiento de los otros objetivos fijados para 2015», incidió Kemal Dervis, director del Fondo de la ONU para el Desarrollo (PNUD). «Los progresos contribuirán a nuestros esfuerzos por reducir la pobreza y la mortalidad infantil, y por mejorar la nutrición y la salud maternal. Si queremos hacer retroceder la propagación del sida, es necesario avanzar hacia los otros objetivos, como enfrentarse a las desigualdades por razón de sexo y promover la educación», subrayó.

En este sentido, el informe recalca que «el sida es un problema de largo alcance que requiere una respuesta basada en resultados y en los derechos humanos» y que requiere un liderazgo sólido que pueda mantener compromisos a largo plazo, por lo que insta a los líderes mundiales a abordar las cuestiones de la sexualidad humana y el consumo de drogas con una perspectiva de derechos humanos. Además, previene, las respuestas exigen una financiación sostenida, por lo que a medida que aumenta el número de personas que reciben tratamiento y viven más tiempo, los presupuestos para hacer rente a la epidemia tendrán que aumentar en las próximas décadas. Según ONUSIDA, serán los donantes los que deberán proveer la mayor parte de los fondos necesarios en los países de ingresos bajos y en algunos de ingresos medianos, aun cuando en esos países haya aumentado el gasto.

 

cuatro valores

«La ampliación de la respuesta hacia el acceso universal debe fundamentarse en cuatro valores innegociables: multisectorialismo, derechos, resultados orientados a las personas y participación de la comunidad», zanjó Piot.

América latina

Brasil, que concentra un tercio de los afectados, y México siguen siendo los países con más personas infectadas por el VIH en América Latina, donde la epidemia se mantiene estable desde hace un decenio.

África y ASIA

China y Rusia son dos de los países donde más han aumentado los casos de sida que superan los 33 millones de afectados en el mundo, el 67% de los cuales viven en el África Subsahariana.

Prevención y tratamiento en el centro del combate contra el VIH

La publicación del último informe de ONUSIDA se produce en vísperas de la celebración de la Conferencia Internacional sobre el Sida. Casi tres décadas después de la identificación de los primeros casos, el fracaso en los últimos intentos para obtener una vacuna y los modestos resultados de los nuevos medicamentos vuelve a situar la prevención en el centro de los esfuerzos para combatir esta enfermedad.

«Cada minuto que perdemos, cada cosa que no hacemos, se traduce en vidas humanas, en infecciones y en muertes que se podrían evitar», resalta el argentino Pedro Cahn, presidente de AIDS 2008. Por eso, esta conferencia pretende lanzar un mensaje al mundo para recordar las necesidades, pese a los avances, de los millones de afectados y las futuras víctimas, e incidir en la necesidad de acción de todas las partes involucradas. Mientras se trabaja en la obtención de una vacuna, cuyo hallazgo no se producirá antes de veinte o treinta años, los esfuerzos deberán centrarse en la prevención y en el «tratamiento como prevención», sobre la base de que «más personas infectadas y tratadas significan menos personas que lo transmitan».

Pero la conferencia no se limitará a la prevención, los precios de los medicamentos y el inquietante estado de la investigación científica en materia de antídotos, se debatirá también sobre la criminalización de las personas con VIH y la posición de las distintas religiones sobre esta enfermedad -la Iglesia Católica filipina ha autorizado este año el uso del preservativo a los matrimonios en los que uno de los cónyuges es portador-. GARA

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