GARA > Idatzia > Kirolak > Beijin 2008

Curuchet confirma la veteranía de la pista y se gana un retiro dorado

Al «cuarentón» Juan Esteban Curuchet le ha llegado la gloria en los albores de su retiro del ciclismo en pista, una modalidad que está confirmando que la experiencia es un grado. Además, el veterano corredor, junto a Walter Fernando Pérez, consiguió el primer oro para Argentina.

pj08_f01_140x156.jpg

Antonio Alexandre, entrenador argentino de ciclismo, no se ganará la vida como adivino y seguro que durante un buen tiempo optará por salir lo menos posible a la calle para evitar las sonrisas de sus vecinos. La decisión que adoptó hace trece años de dejar fuera de unos Juegos Panamericanos a Juan Curuchet por «viejo» se le vuelve ahora en su contra con el oro cosechado por el veterano corredor, que pone el broche a su dilatada trayectoria deportiva.

En los Juegos Deportivos Sudamericanos de noviembre de 2006, el ahora campeón olímpico en la modalidad de Madison quedó primero en la prueba Americana disputada en Mar del Plata, donde anunció que no volvería a competir más en su velódromo. «Esta alegría me la debía y la ovación de la gente me hizo olvidar en parte la amargura de no haber podido correr en 1995 en mi querida Mar del Plata. No tengo rencores con nadie, pero sí memoria», dijo por aquel entonces. Imagínense lo que estará pensando después de haber triunfado en el velódromo Laoshan.

La gloria le ha llegado a Curuchet en su sexta participación en unos Juegos Olímpicos -desde su debut en Los Ángeles 84 sólo dejó de acudir a Barcelona-, más que ningún otro deportista argentino en su historia. Y, en compañía de Walter Fernando Pérez (33 años), ha dejado patente, de paso, que la pista es un lugar ideal para talluditos, donde el mallorquín Joan Llaneras -39 años- consiguió su segunda medalla en Beijing, en esta ocasión de plata.

Gourmets de olla a presión

«No sé qué decir. Estuve toda una vida buscando esto. Sabíamos que podíamos y lo logramos. Ahora sólo pienso en mi familia, en mis hijos, en mi país...», balbuceó entre lágrimas. Sólo sus seres más queridos saben los sacrificios que Curuchet ha tenido que realizar para llegar en plena forma a la cita olímpica.

Para empezar, desplazarse hasta la provincia argentina de Formosa, con un clima muy similar al de la capital china, donde tuvo que redoblar esfuerzos. «Mis 43 años me obligan a una mayor exigencia y más entrenamiento, pero me impulsan mis ganas. He recorrido el doble, en cuanto a la cantidad de kilómetros -unos 30.000-, que para los Juegos de Atenas», reconoció.

Junto a ello, la habitual dieta espartana del pedal. Lo primero que hizo la pareja argentina cuando aterrizó en Beijing fue hacerse con un par de ollas de cocina en las que prepararse ellos mismos, un día sí y otro también, la pasta con aceite de oliva que ha constituido su base alimentaria durante estos días. Ahora, Curuchet y su compañero Pérez bien podrán desquitarse y homenajearse con una buena parrillada argentina regada con el vino de la victoria.

Natxo MATXIN

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo