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Jon Abril Portavoz de Aralar

Votar y mirar hacia otro lado

Cuando dicen que los jeltzales se adhieren a las poltronas a cualquier precio, recordemos que les regalaron otros cuatro años en el poder sin hacer ni el más mínimo esfuerzo por acordar contenidos de izquierdas

Responder sin insultar a quien insulta es una obligación política que desde Aralar tenemos que realizar con frecuencia. No vamos a decir que lo hacemos a gusto ni siempre, ya que no podemos estar respondiendo a todas las provocaciones.

En esta ocasión tenemos que responder a las manifestaciones de Tasio Erkizia respecto a la presentación de alegaciones por cuatro de los cinco partidos que dieron voto favorable a la Ley de Consulta del Parlamento Vasco. En dichas declaraciones, publicadas el 27-08-08, hace graves imputaciones a Aralar, y las personifica en Aintzane Ezenarro. Ni las imputaciones se corresponden con la verdad, ni la personificación es justa ni acierta políticamente el Sr. Erkizia en su diagnóstico, ni en su propuesta.

La primera imputación es que en la «campaña orquestada contra la izquierda abertzale... se ha distinguido durante este verano por su singular intervención Aintzane Ezenarro, de Aralar». Pues no. Antes que nada porque ello sería imposible, ya que Aintzane Ezenarro, por ser de Aralar, es también de la izquierda abertzale, aunque sea de la otra sensibilidad diferente de aquella en la que está encuadrado el Sr. Erkizia. Por otro lado, lo que ha hecho una y otra vez Aralar durante este verano ha sido invitar a EHAK a apoyar, junto con los demás que otorgaron voto favorable, la Ley de Consulta, porque así se impulsa también el derecho a decidir en Iparralde y en Nafarroa. Si EHAK decidió no estar en Madrid por temor a posibles ilegalizaciones, ello no evitó que una vez más la izquierda abertzale apoyase una iniciativa de los jeltzales. Si la ilegalización no fue obstáculo para dar un voto a favor de la Ley de Consulta, no debería ser obstáculo para gestionar las consecuencias de dicho voto.

La segunda gravísima acusación del Sr. Erkizia es que «Ezenarro hace declaraciones agresivas sobre la izquierda abertzale, obviando la situación de ilegalización y la persecución política a la que se nos somete, persecución que cuenta además con su participación más evidente (sic)». No es cierto que Aintzane Ezenarro haya hecho declaraciones agresivas. Mucho más incierto es que las haga contra la izquierda abertzale, aunque se pretenda por parte del Sr. Erkizia una tergiversación interesada de la terminología, en un intento de apropiación excluyente de algún término. Es no sólo totalmente contrario a la verdad que Aintzane Ezenarro haya participado en ninguna persecución, sino que tal acusación es muy ofensiva.

Aintzane Ezenarro ha dicho efectivamente que de las fotos realizadas en Bilbo-Madrid quien falta de la de Lizarra-Garazi será quien tenga que dar las explicaciones de por qué no está ahora por el derecho a decidir. Lo cual es una verdad como un templo y se acredita con la fotografía. Contra tal realidad el Sr. Erkizia trata de buscar justificaciones echando las culpas a todos los demás, llegando a dar cuatro razones, que son otras tantas imputaciones o acusaciones, sin ningún otro fundamento. Pero se le escapa dos veces una significativa palabra: «emplazamiento». Efectivamente, llama emplazamiento a lo comunicado por Aralar. Y eso es precisamente lo que ha hecho Aintzane Ezenarro, igual que Aralar: emplazar a la otra sensibilidad de la izquierda abertzale a que apoye el derecho a decidir. Por cierto, curioso que Erkizia sólo insulte a Aralar y PNV, cuando precisamente han sido ellos quienes posibilitaron que los jeltzales siguieran en el poder a cambio de nada. Hicieron lehendakari a Ibarretxe sin ninguna contraprestación. Ahora no vale decir que, por ejemplo, los jeltzales no quieren convocar un referéndum sobre el TAV, cuando antes tuvieron en sus votos haber posibilitado dicha consulta. Cuando dicen que los jeltzales se adhieren a las poltronas a cualquier precio, recordemos que les regalaron otros cuatro años en el poder sin hacer ni el más mínimo esfuerzo por acordar contenidos de izquierdas.

Las cuatro excusas que da Erkizia para justificar la ausencia ANV-Batasuna-EHAK en las fotos de Bilbo y de Madrid esconden la verdadera razón de esa ausencia. Se contradice cuando intenta justificar la ausencia en esa foto por las encarcelaciones e ilegalizaciones (¿o es que no siguen realizando otra serie de actividades e iniciativas?), y a posteriori da otra serie de motivaciones.

Cuando el Sr. Erkizia dice que «lo que expresaron los de la foto de Madrid es justamente la antítesis de las bases políticas de Lizarra-Garazi», obvia intencionadamente que en el Acuerdo de Lizarra-Garazi se establece la exclusividad de las vías políticas y la necesidad del abandono -sin mentar contraprestaciones políticas- de la lucha armada. Nosotros ahí estamos. Les seguiremos esperando. La verdad, ustedes no aparecen en las fotos de Bilbao y Madrid porque no han querido.

Lo cierto y seguro es que el futuro político de la izquierda abertzale precisa tres bases: vías exclusivamente políticas, partiendo de la actual situación y correlación de fuerzas; abandono unilateral y sin contraprestaciones de la lucha armada; la idea de proceso que fue saboteada ya quedó obsoleta; y la defensa estratégica de los objetivos de autodeterminación y territorialidad entendidos de forma diacrónica y funcional. Ése es el camino de la alternativa.

La apuesta del futuro de Euskal Herria se jugará exclusivamente en el foro de la política. Todas las otras dialécticas del todo o nada y las demás apuestas de ser vanguardia, tutelar o dirigir no son más que origen de sufrimiento. Cuando no de engaño.

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