Lewis Hamilton se tendrá que conformar con el ramo de flores, que no con sumar a su palmarés el Gran Premio de Bélgica. El británico entró primero en la meta del circuito de Francorchamps, pero los comisarios deportivos entendieron que el piloto de McLaren no lo hizo de manera reglamentaria.

Después de las celebraciones, y tras recibir el informe del director de carrera, junto a escuchar a pilotos y directores deportivos de Ferrari y McLaren, los jueces decidieron castigar a Hamilton con 25 segundos de penalización por haberse saltado la variante de entrada a meta ganando ventaja en la vuelta número 42, lo que dio lugar a que se considerara a Felipe Massa como ganador final de la carrera.

De este modo, consideraron que el británico cortó la variante de entrada a meta tras la imposibilidad de adelantar a Kimi Raikkonen después de una ligera colisión y salió de la misma por delante del finlandés, al que tuvo que dejarle pasar de acuerdo al reglamento, pero nada más hacerlo, Hamilton se lanzó al interior de la curva de La Source, para arrebatarle el primer puesto.

La sanción para este tipo de infracciones es de un paso por la calle de garajes, pero como no se puede aplicar al haber finalizado la carrera, se le impone un tiempo añadido de 25 segundos al conseguido finalmente, lo que le envió al tercer puesto, dando la victoria a Massa y ocupando la segunda posición el alemán Nick Heidfeld.

La realidad es que si de algo ha sido acusado el joven conductor británico es de correr siempre rozando el reglamento, con un buen número de episodios conflictivos a sus espaldas, pese a ser ésta su segunda campaña en la elite del automovilismo. En esta ocasión, los árbitros de la competición no hicieron la vista gorda y optaron por sancionarle.

Recurso de McLaren

Con la cautela propia de que la decisión de los jueces está pendiente de que se resuelva en los próximos días el recurso que, a renglón seguido, presentó la escudería McLaren ante el Tribunal de Apelación de la FIA, el vuelco propiciado en los despachos supuso otro muy importante en la clasificación final del mundial de pilotos.

Así, de abrir una importante brecha de ocho puntos con respecto a Massa, Hamilton se encuentra ahora con que siente muy cerca el aliento del carioca, a sólo dos puntos, en la que podría ser la temporada de la consagración del hasta ahora considerado segundo piloto de Ferrari, perseguido habitualmente por la fatalidad y la irregularidad.

Y fue una pena que los despachos acabaran por deslucir una de esas carreras que hacen afición. Una vez más, en un deporte tan milimétricamente calculado y previsible, la meteorolo- gía volvió a entrar como un elefante en una cacharrería para transformar vehículos equipados con una mecánica de última generación en trineos sin control ni gobierno.

La fulgurante salida de Raikkonen -en apenas dos vueltas pasó del cuarto puesto a liderar la carrera- de poco le sirvió cuando apareció la temida lluvia a dos vueltas para el final. La cercanía de la meta provocó que el finlandés se la jugara continuando con neumáticos para asfalto seco y acabó danzando fuera de la pista, no sin que antes Hamilton se pusiera por delante en el polémico adelantamiento. El británico supo mantenerse en el circuito como mejor supo, aunque su virtual triunfo no parece servirle de mucho de momento.