El Ejército estadounidense anunció que estudia reabrir la investigación sobre la muerte de al menos 96 civiles durante un bombardeo de sus tropas en el distrito heratí de Shindat, el pasado 22 de agosto, en una operación contra un grupo de supuestos talibán. Washington, que dice que sólo hubo cinco víctimas civiles, aseguró que han aparecido nuevas evidencias. Aunque no explicó qué evidencias son, el diario «The New York Times» informó de que se trata de un vídeo realizado con un teléfono móvil en el que aparecen los cuerpos de mujeres y niños tendidos cerca de la mezquita donde ocurrió el ataque. Al parecer, el vídeo, de ocho minutos de duración, fue grabado por un médico.

Según la radio Cadena SER, informes de la inteligencia militar española a los que ha tenido acceso apuntan a que los aviones estadounidenses bombardearon por error tras recibir un soplo falso -proveniente de una familia rival- una zona de viviendas creyendo que allí se escondían los insurgentes. Añaden que la gran mayoría de los fallecidos pertenecían a una misma familia, reunida para un entierro.

La ONU confirmó la muerte de al menos 96 civiles, apoyando la versión del Gobierno de Kabul. Esta masacre provocó fuertes tensiones entre el Gobierno de George W. Bush y el de Hamid Karzai, que pidió una revisión del estatus y de las normas de acción de las fuerzas de la coalición internacional ocupante.

El anuncio de Washington coincidió con la denuncia de Human Rights Watch (HRW) de que EEUU ha intensificado de forma «masiva y sin precedentes» los ataques aéreos en Afganistán, lo que ha dado lugar a un elevado número de víctimas civiles.