Zorionak a Iñaki Uriarte por su sensibilidad y racionalidad antitaurina. Y por la crítica que hace a la relación política-toros. Me parece lógico, en un periódico vasco de izquierda, que alguien se ocupe de denunciar la (mala) suerte de estos y otros nobles animales. Me da igual que haya quien encuentre arte, cultura y tradición en estas hecatombes. No hay ningún argumento sólido y suficiente, ni estético, ni económico, ni turístico-cultural, que justifique la tortura taurina y su crueldad con seres vivos inocentes.

En cuanto a lo de Azcuna y sus boys, una vez más, vergonzoso. ¡Qué habremos hecho en Bilbo para merecerlos! Los otros forman parte gozosa de esa campaña españolista cutre que, en Catalunya y Euskadi, utiliza la tauromaquia como punta de lanza contra el independentismo. Por casualidad estos grandes «defensores» de los derechos humanos (cuando les conviene) ignoran por completo que también hay unos derechos de los animales, legislados en esa Europa de la que tanto hablan. A pesar de todo, los partidos taurinos volverán a ganar las elecciones. A que va a ser verdad que cada pueblo tiene los dirigentes que se merece.