Todo patas arriba. Cuando la naturaleza manda, sólo queda adaptarse a ella y obedecer. Esa conclusión han debido extraer los organizadores y competidores del Rip Curl Pro de Zarautz. Y es que cuando el viento y la lluvia se mezclan, se enredan, se retan a ver quien es más fuerte, a los humanos sólo nos queda esperar a que se cansen.

Iñigo Iraola -responsable de Rip Curl en la competición-, comentaba con Iñigo Elarre -de Streetmarketing- que iban a entrar en el Guinnes por haber montado tres veces el campeonato, tantas como las tormentas lo habían puesto patas arriba.

Las vallas inclinadas o caídas, las pancartas sueltas para que el viento no las arrancase, las carpas reforzadas y abiertas para evitar ofrecer más supercicie a Eolo. Caras de cansancio en los trabajadores del campeonato. Caras de «No, otra vez no». Un campeonato duro. Un campeonato bello.

¿Y el mar? Pues igual que el viento y que la lluvia. Revuelto, difícil, bravo. Como los surfistas que sobreviven. Porque en el 5* de Zarautz, sobrevivir significa más que nunca, vencer. Bienvenidos al surf épico.

Viernes y sábado han sido dos jornadas de olas alrededor de los 2 metros, con fuerte viento noroeste que rompía las ondas del mar en pedazos y hacía que éstas tuvieran secciones impredecibles y trayectorias sorprendentes. El saber leer la ola era fundamental. Predecir sus posibilidades e incluso imaginar que algunas pasaban de rotas a reformarse, otras se montaban con la siguiente dando secciones más grandes y huecas, y las que más no daban mucha opción. Nuestro mejor guerrero de las olas no defraudó. La batalla se daba en su casa. Aritz en su ola. Y eso en 4ª ronda, con el nivel de esta prueba, es un arma importante.

Repaso a las ocho rondas

La cuarta ronda, con los 24 supervivientes, fue de una gran belleza y un elevado nivel técnico. El australiano Shaun Cansdell ganó la primera manga por unas centésimas al brasileño Andre Silva. El también aussie Paul Fisher no encontró su sitio.

Eran mangas de tres, que duraban 30 minutos y se podían coger un máximo de 15 olas, de las cuales se sumaban las dos mejores. Pasaban a dieciseisavos los dos mejores de cada manga.

En la segunda, íntegramente europea, el francés Tim Boal ganó ajustadamente pero dio otro paso para ser top 45 (WCT) el año que viene. Actualmente es 5º del circuito WQS y si en Zarautz llega a cuartos (o más) tocaría el cielo del WCT o Circuito de los Sueños (Dream Tour) con las manos. Segundo fue el irlandés Glenn Hall, que se halla 40º del WQS y subiendo. Otro europeo que pronto puede estar arriba. El año que viene podría haber siete surfers del Viejo Continente en el máximo circuito. Todo un desembarco.

En la tercera, Michel Bourez demostró que las condiciones difíciles son lo suyo, ganando justamente. El conocido ex top 45 Nathan Hedge le acompañó por los pelos. El brasileño Bettero, 11º en el WQS, eliminado.

La cuarta manga tuvo en Blake Thorton un claro dominador, mientras el gallego Gony Zubizarreta se las veía con un hombre WCT, el brasileño Leonardo Neves, con el que no pudo por muy poco. Surf poderoso del francés Patrick Beven en la quinta, que no pudo con una cuarta ola magistral del yankee Gabe Kling (8,40), pero que le sirvió para calificarse con él. En la sexta, el campeón junior francés Joan Duru demostró con un surf de potencia y calidad que mira a lo más alto. Le acompañó el australiano Luke Dorrington y el surfer del WCT Nic Muscroft hizo las maletas.

La sexta era la de Aritz. Para empezar, 8 minutos cronometrados remontando hasta el lugar donde empezaban a romper las olas. Astutamente, el aussie Blake Wilson entra al mar por donde lo hace Aritz. Pensó que seguir al surfista local era lo correcto. Acertó. El hawaiano Tonino Benson entró mucho más a la derecha y eso le perdió.

Aritz marcó el tempo de la manga con una buena ola de seis maniobras a los tres minutos de sonar la bocina. 6,83 puntos. Vale. Detrás - se pasó la manga pegadito al zarauztarra- Wilson respondió con un sólido 5,17. Tras varias olas sin valor, Aranburu cogió una ola corta, pero potente, que le permitió dos maniobras radicales y en control. 5,60. El hawaiano Benson intenta buscar oro en una mina de carbón, y a diez minutos del final no tiene nada importante. A siete minutos le llega el filón, lo explota con un surf elegante y explosivo, y con un 8,6 pone la manga en un pañuelo. Por suerte para Aritz y Wilson, el de Kauai no tiene tiempo de coger otra ola y la manga termina con otra ajustada, pero merecida victoria del de Zarautz.

En la séptima arrasó Matt Wilkinson, mientras que el cántabro Pablo Gutierrez demostraba que hoy será un adversario temible para Aritz. Los dieciseisavos comenzarán a partir de la 9.30, con menos viento, mejor tiempo y olas un poca más pequeñas que no impedirán un soberbio espectáculo. El de los mejores domadores de olas.