GARA > Idatzia > Kirolak > Osasuna

Un punto con muy buen sabor

Un gol de Portillo acabó con el gafe de Osasuna en el Ono Estadi. El cuadro rojillo presentó argumentos para un mejor resultado, pero la falta de pegada le obligó a esperar a la recta final para neutralizar el tanto que había anotado el Mallorca por medio de Aduriz.

p036_f03.jpg

MALLORCA 1

OSASUNA 1

Amaia U. LASAGABASTER | EIBAR

Se acabó el gafe de Osasuna en el Ono Estadi. No del todo, porque con un poquito más de pegada los rojillos habrían conseguido, probablemente, su primera victoria de la temporada. Pero, pese a todo, el punto que sumaron en Mallorca supo de maravilla.

Los motivos, múltiples. Para empezar porque, efectivamente, pone freno a la mala racha navarra en el estadio balear. También porque el Mallorca se adelantó en el marcador, complicando el objetivo. Y para acabar, porque el equipo de José Ángel Ziganda, con sus lógicas carencias, volvió a ofrecer buenas sensaciones, como ya hiciera en la primera jornada de Liga ante un toro como el Villarreal. Circunstancias que permitirán a los iruindarras seguir trabajando sin demasiada ansiedad aunque, evidentemente, el primer triunfo y sus correspondientes tres puntos no deberían tardar demasiado en llegar, para que la situación siga igual.

Osasuna demostró desde el primer momento que quería convertir el choque en un punto y aparte. Suyas fueron, de hecho, las primeras acciones de peligro, con un un disparo lejano de Nekounam -el jugador que creó más quebraderos de cabeza a la defensa local a lo largo de todo el partido- y, sobre todo, con un remate del propio jugador iraní que se estrelló en el larguero para rebotar junto a la línea de gol.

Se las prometían felices los navarros, pero el mazazo no tardó en llegar. En su única ocasión clara -y en la única jugada trenzada, porque el resto de intentonas llegaron con remates desde fuera del área-, el Mallorca se adelantaba en elmarcador. Un doble chispazo, el de Mario Suárez para meter un buen pase, y el de Aritz Aduriz para coger la espalda de Josetxo, permitió al delantero guipuzcoano batir a Ricardo de disparo cruzado.

Los navarros, atendiendo a su técnico, que no quería oir hablar más del pasado, no se dejaron llevar por los malos recuerdos. Apostaron por un futuro mejor y aunque costó tiempo y esfuerzo, acabaron consiguiéndolo. Se vio más complicado en un primer tiempo en el que el cuadro balear no se complicó la vida lo más mínimo: poco ritmo para dormir el choque y los balones largos en busca de Aduriz y Webó, o los remates lejanos como único recurso ofensivo. Su rival, por contra, intentaba jugar, triangulando quizá demasiado, y buscando el empate con más gusto e insistencia que efectividad. La entrada de Masoud, descarado, por el lesionado Ezquerro se dejó notar en un primer momento, aunque se fue diluyendo conforme se acercaba el descanso.

Acelerón con resultado

Aunque al final, el iraní también acabó siendo uno de los grandes protagonistas del empate rojillo, en un encuentro en el que los cambios dieron mucho de sí.

Algo que buscaron los dos técnicos. Nada más reanudarse el choque Goyo Manzano que, con la entrada de Pep Martí, intentó fortalecer un centro del campo que perdía demasiados balones en ese momento. Le llegaría el turno después al ataque, muy diluído, con Arango -después de 54 partidos como titular, ayer partió en el banquillo- y Trejo.

Pero, afortunadamente, fueron los del Cuco los que funcionaron. Portillo relevó primero a Kike Sola, que había estado un tanto apagado, y en la recta final, cuando el choque empezaba a enloquecer, fue Héctor Font el que tomó el testigo de Puñal.

Para entonces, Osasuna ya había acelerado el ritmo, de nuevo con Nekounam como principal protagonista en las acciones de peligro, aunque Portillo y Masoud también le buscaron las cosquillas a Moyá. El problema fue que su anfitrión también se cansó de vivir encerrado en su parcela y empezó a recordar las bondades del contragolpe. De ahí que, en la recta final, el partido se abriese, volviéndose también más peligroso para la escuadra navarra.

Pero esta vez hubo justicia. El acierto, o la fortuna, que tanto se le había resistido a Osasuna acabó por aparecer, premiando una bonita de jugada de Masoud y Plasil que culminó Portillo, restableciendo el empate en el marcador.

De ahí al final sólo hubo tiempo para que apareciesen las calenturas que más de uno preveía. Afortunadamente, sólo por parte local. Josemi se fue a la calle en el 86 por un manotazo a Portillo y Corrales debió seguir el mismo camino en el descuento por un codazo a Plasil, aunque solamente vio la tarjeta amarilla.

Ziganda espera «seguir con esta actitud todo el año»

José Ángel Ziganda, como sus jugadores, regresó a Iruñea muy satisfecho con el punto sumado.

«Es importante de la manera en que se ha producido. Cuando casi no nos quedaban fuerzas y después de haber estado todo el partido intentando jugar, y con ocasiones bastante claras. Nos vamos con buen sabor de boca por eso -insistió-. Y, por otra parte, creo que hemos jugado con buena mentalidad, yendo a por ellos, presionando y buscando el gol». El técnico admitió que «nos ha costado materializar» pero, por otro lado, destacó que «la actitud del equipo ha sido impresionante. Hay que felicitarle porque no ha bajado los brazos en ningún momento. Hay que seguir con esta actitud todo el año».

Volviendo al choque, Ziganda recordaba que «la primera gran ocasión ha sido nuestra, pero en su primera llegada nos han hecho gol. Pero creo que hemos seguido jugando con soltura y desparpajo, sin descomponernos en ningún momento, jugando al fútbol, tocando el balón... Nos estaba faltando el último pase, un poco de esa mala uva para hacer el gol. En el segundo tiempo, con el cansancio y ellos mejor plantados, nos podían haber hecho el segundo en alguna contra, pero entonces hemos tenido esa suerte de empatar».

Respecto a esa falta de pegada, el técnico justificó que «el gol es lo más difícil, por eso los goleadores tienen precios de escándalo. Pero lo importante es seguir jugando de esta manera», insistió.

Portillo, el autor del gol rojillo, por su parte, se mostró encantado y ambicioso como nunca, «sobre todo por mí y por mi familia, porque el año pasado no lo pasé nada bien. Ahora trabajaré aún con más ganas, porque tengo ganas de aportar a este equipo». Portillo, además, se congratuló por «el carácter que ha mostrado el equipo» en estas dos primeras jornadas ligueras.

GARA

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo