Los atuneros de la Asociación Española de Armadores de Buques Atuneros congeladores (Anabac), fondeados en el Puerto Victoria, en Seychelles, en protesta por los ataques de los piratas somalíes, iniciaron ayer el regreso a los caladeros «por las presiones de los armadores», mientras que los de Opagac continuarán en puerto hasta que no se garantice su seguridad.

Los atuneros celebraron ayer una asamblea para adoptar una postura común y decidir si seguían amarrados a puerto o salían a faenar. Unas 17 embarcaciones pertenecientes a Anabac se hicieron a la mar porque «no nos queda más remedio», informaron a Europa Press desde un atunero de Bermeo atracado en Seychelles. «Nos parece del todo insuficiente el envío de un avión, dado que no tiene ningún tipo de medio disuasorio, ni sabemos qué área va a cubrir. Como no nos queda más remedio, porque nos vamos a quedar sin puesto de trabajo, saldremos a la mar», añadieron.

Los atuneros pertenecientes a Opagac permanecerán amarrados a puerto porque consideran «insuficientes» las medidas de seguridad, ya que, desde esta organización, «ni siquiera les dan carta blanca para salir, les dicen que se queden».