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Isabel Pinedo y Patxi Ruiz de Samaniego Concejales independentistas en Trebiņu

En Trebiņu se ha cerrado un ciclo; ahora hay que abrir otro

Cualquier vía que pase por el Gobierno Vasco o por la Junta de Castilla y León para luego acabar en Madrid no nos lleva a ninguna parte, los unos ni quieren ni pueden darnos la palabra, los otros nos la niegan

Mucho se ha escrito sobre el contencioso del enclave trebiñés durante los últimos 30 años, y a día de hoy seguimos ante la misma imposición administrativa, antidemocrática y autoritaria. Este artículo no pretende ser uno más, porque no vamos a seguir debatiendo sobre lo mismo durante los próximos 30 años.

El pasado 11 de septiembre, en la reabierta ponencia del parlamento de la Comunidad Autónoma Vasca, diferentes representantes del movimiento popular en Trebiñu trasladaron un mensaje bien claro: «Ya estamos hartos ante la falta de compromisos y hasta que no cambie la situación no estamos dispuestos a seguir participando en más ponencias». En Trebiñu hemos llegado al final de un ciclo y ahora se hace imprescindible iniciar otro, en el cual los y las habitantes de Trebiñu vamos a ser los y las protagonistas.

Estamos un poco hartos de tener que repetir una y otra vez lo que resulta evidente. Trebiñu es parte de Araba por razones culturales, económicas, históricas... Vivimos dentro de las fronteras naturales de Euskal Herria y nuestro día a día evidencia que somos alaveses y alavesas. El contencioso que nos afecta se tenía que haber solucionado hace tiempo. Si de algo no se nos puede acusar a los y las trebiñesas es de no haberlo intentado y de no haber sido pacientes durante los últimos 30 años. Hemos hecho todo lo que ha estado en nuestras manos para conseguir una solución, hemos participado en infinidad de foros, ponencias, comisiones, acuerdos, disposiciones, informes y un largo etc... A nivel institucional se han creado y se han trabajado todo tipo de vías. En innumerables ocasiones hemos expresado cuál es nuestra voluntad mediante consultas populares. A los y las habitantes de Trebiñu no se nos puede pedir que hagamos más de lo que ya hemos hecho.

Ni antes ni ahora, por parte de las instituciones competentes no hay voluntad de solucionar el contencioso. Si en 1997 la actitud mantenida por las autoridades de Castilla y León obligo a los alcaldes de Trebiñu a abandonar el proceso puesto en marcha por la ponencia creada en el Senado del Estado Español, a día de hoy, los representantes del movimiento popular también se han visto obligados a abandonar la ponencia creada en el Parlamento de la Comunidad Autónoma Vasca ante la calculada dejadez de su Gobierno y la negativa de los de siempre.

Durante los últimos treinta años hemos dejado en evidencia que las vías estatutarias no solucionan el contencioso trebiñés, pues niegan a Trebiñu el derecho que le corresponde a desarrollarse dentro de su propio territorio y, lo que es más grave, no respetan la voluntad que hemos demostrado en infinidad de ocasiones. Cualquier vía que pase por el Gobierno Vasco o por la Junta de Castilla y León para luego acabar en Madrid, no nos lleva a ninguna parte, los unos ni quieren ni pueden darnos la palabra, los otros nos la niegan.

Actualmente la solución al contencioso de Trebiñu pasa por la apertura de un proceso democrático que tenga en cuenta al conjunto de los territorios que conformamos Euskal Herria, que se reconozca el derecho de autodeterminación y territorialidad. Es en ese proceso donde nos va a tocar participar a las y los trebiñeses.

Mientras tanto, no nos vamos a quedar parados, como decíamos en el inicio de este artículo, en Trebiñu hemos agotado un ciclo, han quedado en evidencia la falta de compromisos y la imposibilidad de habilitar un nuevo escenario mediante los cauces actualmente existentes. De cara al futuro tenemos que abrir nuevas vías para que la esperanza y la posibilidad caractericen un nuevo ciclo.

Somos los y las habitantes de Trebiñu los que tenemos que adquirir el compromiso de construir los cimientos que nos vertebran como pueblo junto al resto de alaveses y alavesas, vascos y vascas. Tenemos ante nosotros y nosotras el reto de seguir construyendo Trebiñu desde Araba y en Euskal Herria, impulsando nuestro sistema educativo, creando ikastolas, fortaleciendo el euskara, nuestra cultura, economía...

Nos hemos cansado de esperar soluciones que nunca han llegado. Seguimos con ganas de trabajar por y para Trebiñu, pero ahora vamos a centrar todos nuestros esfuerzos en materializar el trabajo realizado, dando pasos pequeños pero firmes que nos reintegren de facto en Araba. Porque queremos disfrutar de todos los derechos que como vascos y vascas nos corresponden. Es hora de abrir un nuevo ciclo en Trebiñu.

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