GARA > Idatzia > > Ekonomia

Monedas alternativas locales para hacer frente a la crisis económica

Ante situaciones adversas, los más destacados agudizan el ingenio y contraponen iniciativas novedosas para hacer frente a los problemas. Así lo han contemplado desde algunas pequeñas poblaciones inglesas, que han emitido su propia moneda para hacer frente a la inflación acumulada de la libra y, de paso, regenerar y potenciar su pequeña economía.

p033_f01-177x132.jpg

Juanjo BASTERRA

Frente a la globalización, se trata de impulsar lo local como escudo férreo ante la crisis. No es una idea extraña, entre otras razones, porque la realidad nos está dejando ver con nitidez que el capitalismo y su versión moderna, el neoliberalismo, están en crisis y cargando sobre las espaldas del sector público sus desmanes e inusitada avaricia. Porque el mercado por el mercado sólo beneficia a los poderosos y margina y empobrece a la gran mayoría de la población mundial. Uno de los precursores de la iniciativa de las monedas alternativas es Robert Jackson, que señala que «cuando las cosas se han puesto difíciles en el pasado, las monedas locales han sido una de las herramientas que las comunidades utilizan para salir de los problemas». No son nuevas las iniciativas de las poblaciones de Totnes y Lewes en el sur de Inglaterra, pero buscan, hoy más que nunca, hacer frente al declive.
 
¿Podría Euskal Herria poner en marcha una moneda propia al margen del euro? Los vascos han acuñado monedas para el intercambio comercial desde el siglo II antes de Cristo y desde Sancho III el Mayor, y sus sucesores. La acuñación de moneda propia se convirtió en una manera de entender el valor de la economía en el territorio vasco.
Los casos de las monedas alternativas a las libras oficiales de Gran Bretaña en Totnes (8.000 habitantes) y Lewes (16.000 habitantes) son paradigmáticos. Ambas localidades pertenecen a la iniciativa de «Pueblos en Transición». La primera lleva un año con la moneda. No es de curso oficial, pero el Banco de Inglaterra permite ese intercambio, si las partes lo aceptan. En Lewes este mes han puesto en marcha otra con la intención de «esquivar la crisis mundial, revitalizar el comercio local y ser más sostenible».
 
De Lewes es Thomas Paine, que profundizó en las ideas republicanas y fue el precursor de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos. En la «lewes pound» va impresa su imagen. Stewart Wallis, miembro de la New Economics Foundation, indica que las iniciativas tratan de «relocalizar la economía».  De hecho, confirma que  «de cada diez libras esterlinas que se gastan en un pueblo medio inglés, tan sólo dos de ellas se quedan en la economía local, el resto desaparecen inmediatamente en las arcas de las grandes cadenas o grupos financieros». Es algo que ocurre en otros lugares, no sólo en suelo británico. En Totnes hay más de 5.000 billetes en circulación. Cada libra de Totnes es del tamaño de un billete de cinco libras de Gran Bretaña.
 
Lewes ya ha acuñado más de 10.000 billetes en tan sólo tres días de su puesta en marcha, pero seguirá creciendo. El Ayuntamiento actúa de banco y existen más de setenta comercios que admiten la moneda alternativa a la que lleva impresa el rostro de la reina de Inglaterra. En cualquier momento se pueden cambiar los «lewes pund» por libras esterlinas y el beneficio que se obtiene se encuentra en que ese dinero circula en la red local, lo que genera una activación de esa economía más cercana.
 
«No es un proceso apocalíptico o independentista, simplemente es una forma original y optimista de relanzar la economía local y de impactar en la sensibilidad de los ciudadanos y hacerles reflexionar sobre la forma en la que se gastan el dinero», según precisa Oliver Dudok van Heel, en la página web de esa iniciativa.
 
A otra escala, esta iniciativa de trasladar la economía a un punto local se potencia desde las organizaciones agrarias y ganaderas desde el momento en que reclaman un mercado cercano de productos basados en la calidad, la seguridad alimentaria y el respeto por la naturaleza.
 
A nadie se le escapa, sin embargo, que la actual crisis económica está generando un grave problema sobre todo a las economías más débiles, a pesar de que sean las pérdidas de las grandes entidades financieras las que más se vean y oigan. El problema más claro lo tiene cada ciudadano que está viendo que la inflación se ha disparado, por lo que los precios son más altos, lo que supone una clara desmotivación para ir de compras.
 
La falta de liquidez que padecen las entidades financieras ha provocado que cierren el grifo y, por lo tanto, el circuito del dinero se ha estrechado, por lo que la crisis, a modo de sirimiri, está calando, sobre todo, en las economías más débiles. Existe miedo a gastar, porque la crisis comienza a cebarse en los bolsillos de los trabajadores, aunque desde el Gobierno autonómico nos digan que estamos mejor que nuestros vecinos. No sirve el consuelo.
En Worgl, en Massachusetts, en argentina y en brixton en 2009

Para 2009, la localidad inglesa de Brixton tiene intención de ser la tercera localidad con moneda propia, porque beneficia en el plano económico a la comunidad local, «ya que se reutiliza muchas veces», pero también supone un apoyo a los negocios locales y se reduce, a juicio de sus precursores, la necesidad del transporte de productos a gran escala. En 1932 en la población austriaca de Worgl se creó un modelo alternativo de pago para combatir la elevada inflación y, a la vez, redujo el paro en un 25%. En Massachusetts (Estados Unidos) en el pueblo de Berkshires circulan los «berskshares» que sustituyen al dólar. Se calcula que hay 1,5 millones en valor dólar en circulación y también están las iniciativas argentinas de finales del siglo XX. J. BASTERRA

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo